Buena parte de la crisis que se vive en el Estado de Veracruz se debe a una fuerte dosis de corrupción e impunidad. Ambas se necesitan dialécticamente para sobrevivir, pues una no puede prosperar sin la otra; sin embargo, algunos estudiosos del fenómeno indican que la causa profunda de ésto es la impunidad. Porque sin impunidad no habría corrupción.
El hecho es que ambas llegaron en Veracruz a niveles que superarían a la más imaginativa película surrealista, salpicada de momentos de tragicomedia.
Es verdad que algunos delitos son muy dificiles de perseguir, como es el caso del robo a casa habitación porque este ocurre cuando los moradores están ausentes, en la noche y sin testigos. Pero también es cierto que con la tecnología moderna, las casas que tienen cámaras de vigilancia sí pueden registrar las imagenes de los delincuentes. El problema en nuestro México lindo y querido es que con las cámaras sólo puedes saber quién se metió a robar a tu casa, pero el sistema jurídico le garantiza la impunidad al ladrón. Y, por si el sistema falla, ahí está la corrupción para desvirtuar el proceso.
Ya desde los tiempos del filósofo griego Platón se disertaba en torno a la justicia y a la honradez. El sabio griego, quien a su vez dió voz a Sócrates, concluye que la justicia es necesaria incluso para los delincuentes: pues si entre ellos mismos se engañan y se estafan, la banda se dividirá y acabarán peleándose entre ellos. Al menos tendrán que mantener ciertas normas de equidad a la hora de repartirse el botín.
El hecho es que en Veracruz se transgredieron todos los límites y ésto se hizo sin el menor recato, hasta que la ambición rompió al saco. La administración saliente mató a la gallina de los huevos de oro y, al parecer, el desgobernador con licencia y ahora prófugo tal vez tuvo razón al emitir una de sus tristemente célebres frases: "en Veracruz no pasa nada". La verdad es que no pasan tus hijos los examenes porque los maestros están todos los días en la calle protestando por sus derechos. O no llegan porque los médicos, los policías, los jubilados, los campesinos u otro sector agraviado tienen sitiada la ciudad con sus protestas. El Estado está con las patas para arriba, pero nadie encarcela a los verdaderos responsables del quebranto. Quizá no es fácil y es cosa de tiempo. Ya veremos de qué color pinta el verde.
De aquí viene un efecto mariposa: los comerciantes del centro de la ciudad ven caer sus ventas de manera exponencial (salvo los vendedores ambulantes que venden frutsis y gansitos para alimentar a los manifestantes), los padres de familia que no tienen base en la burocracia no llegan al trabajo y regresan a casa con lágrimas en los ojos, los taxistas y transportistas también regresan a casa con las manos vacías, hay jubilados que mueren prematuramente a causa de la depresión, y también hay artistas jóvenes que mueren a causa de la depresión.
Y los que somos más resilientes, no podemos llevar nuestra rutina diaria en orden porque estamos irritados o paralizados por la incertidumbre. O se nos olvida pagar el agua y nos la cortan cuando no tenemos dinero para pagarla. Digo, ya para que le corten a uno el suministro de agua es que de verdad uno se ha pasado de la raya. Y ni para decirle al alcalde de la ciudad "que te pague duarte" porque responderá "a mí también me debe dinero, así que o me pagas o no te reconecto el servicio".
Algunos luchamos de una manera u otra y eso nos mantiene vivos. Pero esa lucha nos aparta de nuestra misión en la vida. Las familias se dividen. Algunos, inconscientes del peligro, reprochan al que está en pie de lucha su tono agresivo o llorón. Otros, aún creen que la luna es de queso y que su silencio les ayudará a recibir un premio por parte de los corruptos. Más aún, habrá quien milite desafiantemente en las filas de la corrupción y defienda a capa y espada lo indefendible. Otros, los más ruínes, son operadores, lobos disfrazados de ovejas, infiltrados para sembrar la división y la desinformación entre los inconformes. No faltará el romántico que crea que encerrándose en su torre de marfil estará seguro mientras pasa el temporal. No dudo que también circularán conspiranoicos que dirán que duarte, Hillary Clinton, Vladimir Putin o Donald Trump son "iluminati", es decir, extraterrestres. Los Et´s más peligrosos, según esta teoría, son los de tipo "reptiliano".
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