En mi próxima novela, El abogado de causas perdidas, hay un personaje de nombres Manuel Roberto alias "el Malparto", quien, el día en que defiende sus tesis de postagrado responde "sin duda" a la pregunta "¿En México hay corrupción?", poniendo nerviosos a los jurados, pero desafiándolos con la mirada, pues él es un profundo conocedor de la materia.
Hoy, en la mañana, en el programa de Nachito Lozano, se hablaba en tono irónico de una selección mexicana de triunfadores: nueve individuos mexicanos que en 45 segundos habían cometido un robo millonario en una joyería de una plaza comercial, en Uruguay. "Nos debe llenar de orgullo tanto talento, eso es una fuga de cerebros". Más adelante continuaba con el mismo tono hablando de los logros de los huachicoleros.
Como dice el Malparto, "sin duda". Lo que es raro es que en México alguien te devuelva la cartera o el celular perdidos. Pues, justamente hoy, mi nuera se topó con un garbanzo de a libra: tras el shock casi infartante de saber que había extraviado su celular, llamó al último taxista que la trajo. Y este buen hombre dijo
–¿Es Usted la chinita que acabo de llevar? Sí. Sí lo tengo. En seguida se lo llevo.
Y se lo trajo. Es el taxi 6235. Si fuese el Kinder, le pondríamos una estrellita en la frente. Nos hacen falta más mexicanos como él. ¡Enhorabuena!
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