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martes, 4 de marzo de 2025

IMSS, Trump, la IA y la Cultura de la Cancelación

Hola mi estimados lectores. Tenía tiempo que no escribía en este blog, pero hoy las ganas de hacerlo son irresistibles. Una de las razones por las que dejé de escribir aquí es la cultura de la cancelación, de la cual soy víctima desde los tiempos del COVID 19. Me cancelaron casi al mismo tiempo que a Donald Trump, si bien nuestras ideologías no son coincidentes, pues él podría ser catalogado como Neo-con, en tanto que yo paleoizquierdoso y mexicano. El hecho de ser mexicano me predispone naturalmente contra Mr. Trump. Sin embargo, en muchas cosas estoy de acuerdo con él: el ex-presidente Biden y sus jefes o aliados actuaron de manera irresponsable y tonta respecto a las guerras. Parecía que Biden iba por buen camino cuando hizo la paz en Afganistán, pero luego despilfarró el tesoro de su país en la guerra de Ucrania y otro tanto en el conflicto palestino-Israelí. Me agrada que Trump ponga en su lugar a Shelensky, pero no me parece buena idea expulsar a los palestinos de su tierra. En ambos casos, percibo un rasgo de humanidad en Trump: no quiere mas muertes, incluso de los palestinos, porque la solución no es expulsarlos de su patria, sino materializar la solución de los dos estados: Estado de Palestina, Estado de Israel. En otras páginas de este blog he sostenido la idea de que la violencia sólo engendra más violencia. Muchos se burlaron del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador quien dijo "abrazos, no balazos" y sus opositores prefirieron los balazos en lugar de los abrazos. Ahora tenemos la amenaza de ser invadidos por el matón del barrio, con el pretexto de que los cárteles de la droga son terroristas, aunada a la aplicación de aranceles del 25% a los productos de origen mexicano,

    Respecto de Ucrania, a mí me parece que se buscaron sus problemas a causa de su racismo. En otra entrada de este blog alguien me dijo que si yo pisaba Ucrania sería hombre muerto. Todo porque yo estaba protestando por el maltrato que unos hoolligans polacos infligieron a unos estudiantes de marina mexicanos que se divertían en una playa de Polonia.Seguramente estaban celosos de que unos jóvenes de piel morena tenían más éxito con ellas. Incluso me querían quitar mi blanquitud entre el ucraniano y un argentino. Bueno, me rio de los argentinos derechosos y de los ucranianos, pues su arrogancia racista los ha llevado a una situación muy difícil: unos estafados con las criptomonedas de Milei (y muchos desempleados, pues al votar por este sujeto no se dieron cuenta de que "la casta" eran ellos, y los ucranianos, pues no se diga. Estos deberían hacer las paces con Rusia antes de que el oso los aniquile. ¿O van a luchar hasta el último ucraniano? ¿Cuantos ucranianos quedan para saber que ya pronto se acabará esa estúpida guerra?

    Respecto a mi blanquitud, a mí me vale el color de la piel. Yo estoy casado con una mujer morena a quien amo muchísimo. No sé si les interese, pero me acaban de llegar los resultados de la prueba "Ancestry" y soy 40% de ADN español, 20% vasco (eso explica mi dificultad para bailar salsa y otros bailes de salón) y, para mi sorpresa, no tengo nada de francés. Yo creí que sí, pues el apellido viene de Alsacia y, concretamente de la ciudad de Estrasburgo. Resulta que de mis ADN europeos tengo 5% de Inglaterra, 4% de Escocia y un 3% germánicos. Una de mis tatarabuelas era Amelia Schunguel, alemana, de la Renania, si no me equivoco.

    Por otra parte, cuando estaba buscando la editorial de una revista de ajedrez en Barcelona (o sea, ¿ves?) me perdí en las ramblas por espacio de dos horas, hasta que dí con el lugar. La mujer que me atendió en dicha editorial, me dijo que anduviera con cuidado, que no estuviese consultando el mapa turístico, pues tenía yo una pinta de inglés que no podía con ella. Me sorprendió ese comentario. En otra ocasión, la directora de la Alianza Francesa  de hace 25 años, me dijo que yo no tenía tipo de francés, pero sí de holandés. Me hizo notar que  Estrasburgo está muy cerca de Holanda.

Respecto de mis genes de pueblo originario de América, tengo más que de Inglés, y eso explica mi barba lampiña, seguramente.

Ahora entiendo porqué alguna música británica como "El acenso de la Alondra" o "Variaciones sobre un tema de Thomas Tallis" me hacen vibrar profundamente y la escena de "Capitán de Mar y Tierra" donde la hacen sonar se me hace muy intensa, en tanto que a otras personas se les hacen tremendamente aburridas.

    Bueno, la cultura de la cancelación me hizo despreciar este medio de comunicación, al igual que a mi canal de Youtube, hasta que un investigador de la Universidad de San Diego, California, me localizó, para hacerme una entrevista. Dijo que este blog fue la clave para contactarme. Así que me di cuenta de que cuando escribo aquí no soy la voz que predica en el desierto. Es la razón por la cual vuelvo a hacerlo. 

    Antes de pasar al tema de mis experiencias en el IMSS, termino con Donald Trump: creo que aplicar aranceles a todo el mundo y en especial del 25%a sus aliados México y Canadá será como darse un balazo en el pie. Mucha gente le dice que la solución es que persiga en su país a los capos de la droga, que no permita la venta de armas a criminales, que rehabilite a sus drogadictos, que persiga a los banqueros gringos que lavan el dinero sucio, etc.

    Entiendo que Trump está desesperado por la grave crisis económica que dejaron la administración anterior y sus socios los guerreristas. En alguna de las fuentes que consulté, se dice que el tamaño de la deuda externa de Estados Unidos equivale a poner un dólar de ella sobre otro y que la distancia resultante equivale a diez veces más que la que hay entre la Tierra y la Luna.

    Trump tiene razón cuando dice que los problemas entre Europa y Rusia son más de los europeos que de los americanos, pues entre los EUA y Rusia existe un océano de por medio. Del tal forma que quienes tienen que pagar por esa guerra son los europeos, quienes son los que la incitan y no los americanos. Además señala que las peores guerras del siglo XX se generaron en Europa y América no pudo evitar verse involucrada en ellas. Cabe hacer notar que del lado del océano pacífico, el tramo de océano que separa a Rusia de los EUA es el estrecho de Bering, que aún hoy en día es una distancia corta, de 85 kilómetros y, que yo sepa, ninguno de los dos países anda buscando provocar guerras mundiales a causa de esa cercanía. Dado que quienes quieren que los ucranianos sigan muriendo y "sus cúpulas doradas" sigan siendo destruidas son los europeos, los que en opinión de Trump (y mía) tienen que pagar la reconstrucción de este desdichado país, son los europeos y no los americanos.

    Hace tiempo tuve como compañera de trabajo a una profesora polaca de apellido y genes ucranianos. Debo decir que su nombre era un nombre guerrero y era formidable tenerla como aliada en las luchas sociales, administrativas y académicas Hace poco me reencontré con un libro de ajedrez que se llama en español "Cien miniaturas rusas" de Clarke y muchas de las partidas que ahí se citaron se jugaron en Jarkov ¿Les suena? Los Ucranianos eran el orgullo de la U.R.S.S. Como literato, a mí me encanta la obra de Gogol. Me gustó mucho una película sobre "Taras Bulba", que creo está inspirada en una obra de este escritor. Incluso me provocó fuertes emociones su novela "Las almas muertas". También me gusta muchísimo la pieza "Las puertas doradas de Kiev" de "Los Cuadros de una Exposición" de Modesto Mussorgsky. Eso no es razón para que yo no disfrute de "El cascanueces", de "Guerra y Paz" o de las novelas de Fedor Dostoyevsky. Es estúpido ser rusofóbico y es una tragedia lo que está ocurriendo en Ucrania. Ruego a Dios porque haga la paz de inmediato en Ucrania, una paz duradera.

    El caso es que en muchos países estamos viviendo una crisis económica espantosa, llena de turbulencias e incertidumbre. Ya decía el economista Thomas Piketty (¿o  fue Joseph Stiglitz?) quien mediante gráficas y estadísticas sobre las desigualdades sociales a través de la Historia, mostraba la relación entre los estallidos de las guerras y las desigualdades sociales. No es el único que ha dicho ésto. Yo recuerdo un libro mexicano sobre economía que mostraba que en época de Porfirio Díaz el 15% de la población era dueño del 85% de la riqueza nacional y viceversa,  el 85% de la población sólo era dueño del 15% de esta riqueza. Es decir, entre mayor sea la brecha entre ricos y pobres, mayor es la probabilidad de guerras y estallidos sociales. O, según el criminalista Quiróz Cuarón, la incidencia de delitos contra el patrimonio

    La crisis del COVID 19 sólo empeoró las desigualdades sociales del presente milenio y no podía uno ni siquiera protestar ni razonar sobre lo conveniente o erróneo de las políticas aplicadas por la OMS porque inmediatamente era "cancelado", es decir, sometido a una censura sin límites. Fue cuando nos "cancelaron" a Trump y a su servidor, pese a tener ideologías en ese momento totalmente opuestas.

    Para terminar con mi punto de vista sobre Trump, recuerden que este blog se originó con la idea de hablar de ajedrez y acabó siendo de todo, menos de ajedrez, debido a otras turbulencias sociales y políticas de épocas pasadas. Lo que quiero decir es que soy ajedrecista, de tercera fuerza, pero ajedrecista al fin de cuentas. Sé de la existencia del programa Alpha Zero y de otro parecido para el Go, un juego de estrategia del Lejano Oriente tan difícil o más que el ajedrez. Los algoritmos de los programas Alpha no sólo derrotaron al Stockfish (el campeón mundial de ajedrez por computadora) sino al campeón humano del Go, tarea que se antojaba imposible para un programa cibernético. No hace mucho tiempo, pregunté a Meta AI y a Gemini sobre algunas variantes de apertura agudas de ajedrez. Me encontraron las primeras cuatro jugadas, que son correctas, pero que todo mundo conoce. Les pedí líneas hasta la jugada 20 y me proporcionaron líneas correctas hasta la jugada ocho. Insistí y por fin me dieron las líneas hasta la jugada 20. En una, la jugada 9 era un sacrificio de caballo que se veía más que dudoso. Ustedes dirán ¿Y esto qué tiene que ver con Trump? Tengan paciencia, a eso voy. Puse a defender ese sacrificio al Stockfish contra mi Houdini (programa que debe ser como de principios del presente Milenio) y Houdini hizo trizas al Stockfish, que es de fabricación reciente. Invertí los roles y puse al Houdini a defender el "sacrificio" y el Stockfish se cobró con una venganza sanguinaria. Al correr las partidas en el módulo de análisis del Stockfish la jugada 9 de la flamante Inteligencia Artificial decía "Why Blunder?", que en español significa "¿Porqué este grave error?" Lo mas divertido es que los programas de la Inteligencia Artificial (la AI), presumían de haber renovado el juego del ajedrez, con jugadas sorprendentes. Cuando les hice notar este detalle, trataron de defenderse diciendo que mi Houdini y el Stockfish no estaban actualizados. La verdad es que el año pasado puse a jugar al Chat GPT contra mi Stockfish y  la inteligencia Artificial ni siquiera podía darse cuenta de que el Stockfish le había jugado "e4" en vez de "d4".  Razón por la que le dije a Gemini que en sus "variantes", a partir de la jugada 12, tanto el Gemini como el Meta AI habían hecho jugadas ilegales. ¿Ahora ven la relación con Trump? Luego me explico. Al hacerle notar esto a Gemini, me confesó la verdad: los algoritmos de Chat GPT, Meta AI o Gemini son de lenguaje: son muy buenos para localizar información en el internet, en bases de datos e incluso inventar historias. Realmente, es impresionante ver como te hacen un relato de varias páginas cuando les pides "inventa un cuento sobre un águila que habla mezclando el estilo de Edgar A. Poe con el de Lovecraft" y en 30 segundos te dan la respuesta "En una oscura montaña de..." etc. La palabra "oscuro" es para que te des cuenta de que está escribiendo en el estilo de Poe. En otras palabras, el Chat GPT, Meta AI o Gemini en su estado actual y versión gratuita, son como el robot dorado, el "Robot de protocolos" de la Guerra de las Galaxias, en tanto que el Alpha Zero, quien tiene algoritmos para autoenseñarse a jugar ajedrez a base de prueba y error, combinados con una red neuronal, sería más bien como "Arturito", el que piensa y resuelve los problemas. Yo creo que Donald Trump se está asesorando con la Inteligencia Artificial gratuita: la crisis económica le impide tener uno de paga con los algoritmos "Alpha". Por eso es que anda cambiando ilegalmente el nombre al Golfo de México, se quiere anexar Groenlandia, Canadá, el Norte de México, el Canal de Panamá y las tierras raras que ahora pertenecen a Rusia. Es probable que algún asesor de Mr. Trump o él mismo haya leído con anterioridad mi blog, pues recordarán que en un relato mío sobre el calentamiento global, yo hablaba del derretimiento de los casquetes polares que sería aprovechado por los magnates de Wall Street como un área de oportunidad para hacer nuevos negocios. 

    ¿Y esto qué tiene que ver con el IMSS? Recuerdo una conción trovadoresca que decía "No podía ir tan mal, y mira, mira, mira como va". El IMSS era orgullo de México entre 1965 y 1975, aunque a veces se reportaban casos de negligencia médica. Cantinflas protagonizó a un médico de esta institución en su película "Señor Doctor". Desde que me afilié entre 1975 y 1976 me pareció que ir al IMSS era invertir 8 horas para ser atendido y encontrarse con que no había medicinas en la farmacia. Conozco al menos tres médicos que trabajaron para esta institución en esa época y les fue muy bien socialmente: mi tio Christen, mi cuñado el Dr. Lobaco y el padre de mi ex-compañero de escuela Francisco Herrera (QEPD padre e hijo). Todos con casa propia de mamposteria, de grandes dimensiones, muchas habitaciones y dos patios. Precisamente el padre de Paco Herrera se quejaba de que dentro de poco los médicos del IMSS ya no estarían bien pagados y el servicio decaería por esa razón. El edificio de la Clínica 11 de Xalapa aún es enorme. Alguna vez fui a aprender natación en sus albercas o a ver cómo Paco Herrera y Carlos Gómez Vignola quedaban en primer y segundo lugar en un torneo de Judo en uno de sus gimnasios. De lujo las instalaciones, de primer mundo. La Xalapa de 1966 tenía 131000 habitantes. Hacia el 2020, 443063 y hoy es probable que esa cifra haya crecido. ¿A qué voy con esto? A que estas instalaciones, orgullo de los mexicanos en 1966, hoy en día son insuficientes, están desbordadas. Estoy agradecido con el IMSS porque ahí nacieron mis tres hijos, porque en la CDMX me retiraron un condroma o iba a nadar y jugar futbolito con mi primo y tio Christen a un deportivo, etc., pero estoy con malos recuerdos de cada vez que tuve que hacer colas de 6 u 8 horas para ser atendido y encima no obtener los medicamentos. Particularmente doloroso fue el haber perdido el tiempo tratando de obtener un pase para que un retinólogo me operase. Todos los médicos, incluidos dos del IMSS, decían que mi caso era urgente. Pero no me podían dar el pase a quirófano porque no me había atendido mi médico familiar. Que tenía que ir a hacer cola a las tres de la madrugada porque para los médicos familiares sólo había cuatro pases para una población de 20 000 pacientes diarios.

    También tengo malos recuerdos como patrón: por un descuido, no pagué la última aportación patronal de los albañiles que construyeron mi domicilio actual y por casualidad me enteré que por quinientos pesos de deuda ya me estaban embargando la otra casa.  Sólo he tenido dos trabajadoras afiliadas al IMSS. Recuerdo que los trámites para afiliarlas fueron una verdadera Odisea. Estas mujeres, cuando requirieron el servicio del IMSS pasaron por el mismo viacrucis que todo mundo pasa para ser atendidos. Pensaron que era mala onda mía y me botaron la chamba. Ante eso, las tuve que dar de baja. Si para darlas de alta fue un problema, para darlas de baja los trámites eran aún más barrocos y retorcidos. Incluso podía yo acabar con una demanda legal en algún tribunal.

    El fin de semana anterior tuve que llevar a mi esposa a urgencias. Era entre un piquete de araña violinista o un trombo que andaba dando lata. Los trámites para ingresarla, pese a ser de urgencias, fueron lentos y barrocos. Como dice mi esposa, "están para la muerte". El médico general que la revisó determinó que no era un piquete, que no se veían las huellas de la mordedura. Por lo tanto, había que descartar que no fuese un trombo. Pero para eso, tenía que revisarla el único angiólogo que tenían. Este señor, no tiene un horario fijo de entrada, pues antes atiende en su consultorio particular. Lo tiene que hacer, porque los sueldos del 2025 no tienen el mismo poder adquisitivo que los del 1966 ¿O me equivoco?

    El caso es que mi pobre mujer tuvo que estar sentada en una silla metálica más de 24 horas, con una batita, en invierno. Ni siquiera le dejaron tomar a tiempo su medicamento para la tiroides . Un par de policías impedía su introducción. La idea es que el señor angiólogo la revisaría en la mañana del lunes y a las 12 nos darían el informe. Luego, que el señor vendría a las tres y el resultado estaría a las seis. A las seis, pues lo que dijeron es que el angiólogo no tenía horario fijo y lo mismo podía llegar a las 3 que a las 22 horas. Empezamos a pensar que lo mejor era tramitar un alta voluntaria y llevarla con un angiólogo particular. Después de todo, el urgenciólogo nos había dicho que el caso no era tan grave: en caso de ser un trombo, era en una vena. Los peligrosos son los de las arterias; sin embargo, lo ideal sería esperar el dictamen del angiólogo, quien nunca la atendió, pues en cuanto se acercó a mi esposa, tuvo que meterse a operar a otra persona. Pensábamos que con la 4t el IMSS había mejorado, que la experiencia que tuvimos en tiempos de Peña Nieto con una trabajadora doméstica era historia. Bueno, sí es una historia: mi trabajadora se cayó en nuestro domicilió, era hipertensa y se rompió todos los huesos del tabique nasal, a causa del golpe. Ni siquiera estábamos en casa, una vecina nos llamó. La mujer estaba bañada en un charco de sangre. Afortunadamente, cuando llegamos ya la estaba atendiendo una ambulancia de la Cruz Roja que la vecina nos hizo favor de llamar. Tuvimos la mala idea de llevarla a urgencias del IMSS. Estuvo varias horas esperando a que la atendieran y ni siquiera le dieron una aspirina para el dolor o, al menos, algo que le bajara la presión arterial, la cual, a causa del accidente, seguramente se le había subido. El caso es que su yerno se enojó, pidió el alta voluntaria y la llevamos al hospital San Francisco, atendido por piadosas monjas católicas, muy ambles y eficientes. El problema es que es un sanatorio particular y tiene un costo, que tuvimos que pagar, en nuestra calidad de patrones. Sé que legalmente podríamos habernos negado y tratar de evitar esa obligación por medio de tribunales, pro nosotros no somos esa clase de patrones.

    Para lo que nos sirvió la estancia en urgencias de la clínica 11 del IMSS en Xalapa es para ver los dramas que ahí ocurren a diario: una señora quejándose que le dolía algo, dos familias llorando porque se les murió un familiar, una muchacha que al entrar ahí se desvaneció y parecía muerta, otra señora que entraba en silla de ruedas con derrame cerebral, otro señor con un aureola roja alrededor de la almohada de la camilla que lo transportaba, una señora con problemas de obesidad vomitando un líquido verde y quejándose de un dolor en el pecho, y, como mi mujer, una fila de pacientes en bata esperando su turno a ser atendidos. Los médicos y los enfermeros, atareadísimos. Son unos verdaderos héroes. Aquello parecía más bien un sanatorio en tiempos de guerra. Los burócratas, en cambio, pegados a la computadora, haciendo trámites barrocos que ralentizan el proceso. En palabras de mi esposa, aquello parecía una escena del infierno de La Divida comedia de Dante.

    Concluyo, con ánimo de sugerir una solución, la cual sé que no es fácil en estos tiempos de guerras militares, arancelarias, ideológicas etc., pero es urgente y necesaria La solución es que se tiene que ampliar la infraestructura del IMSS y otras instituciones similares: en Xalapa necesitamos cuatro clínicas del tamaño de la once, más médicos y enfermeras a quienes hay que proporcionarles mejores sueldos. La salud pública es un derecho y una inversión social. Qué bueno que con los aranceles de Trump los mexicanos dejarán de consumir Coca Cola, Pepsi Cola y otros alimentos chatarra de origen norteamericano, pues así se reducirán los casos de diabetes e hipertensión!.  No todo lo que hace Trump es malo: está acabando con la industria de alimentos chatarra de los EUA, con la CIA, con la USAID, y con la guerra de Ucrania.

    Hablando de Trump, pandemias y Seguridad Social, el hecho de que en su primera administración se dinamitara la seguridad social y a nuestro primos del norte les estallara el problema de la pandemia del COVID 19, los británicos, que son pioneros en materia de seguridad social, comentaron que "sólo en un país bárbaro se puede dejar morir a la gente por no tener dinero para acudir a un hospital". Cabe hacer notar que el Reino Unido es modelo de países capitalistas. Entonces ¿Por qué los ingleses tiene un sistema de seguridad social que protege incluso al extranjero que pone un pie en su país? ¿Acaso eso no es comunismo? Pues porque han tenido muchas experiencias negativas con todo tipo de pandemias, (el cólera, y la peste negra, por ejemplo) y saben que la seguridad es un asunto colectivo. En otras palabras ¿De qué sirve tener los mejores médicos y la mejor alimentación si los trabajadores domésticos no los tienen y van a hacer su labor enfermos de cólera, COVID o cualquier otra enfermedad contagiosa? Incluso su desempeño no será igual si están sanos o si padecen alguna enfermedad degenerativa. Es cuanto.

    PD Si bien soy casi Doctor en Creación e Investigación Literarias y este escrito ya pasó por una revisión, es probable que se me haya pasado algún error de tecleo, ortografía o redacción. Favor de no tomarlo como argumento para desacreditar el contenido. Agradeceré sus observaciones al correo fsegch@gmail.com para corregirlos en caso de ser procedentes y si les gustó este escrito y desean motivarme a que escriba más, además de compartirlo pueden hacer una donación a la tarjeta de débito BANORTE número  4189 1430 7830 2687. Es inútil hacer el donativo a mis cuentas de PAYPAL o de PATREON, donde he estado "cancelado" desde el momento en que me dí de alta en ellas. Además, son instituciones gringas y hay que pagarles con la misma moneda con la que nos están tratando. Hasta la próxima y gracias por su tiempo.

¿Escalarán la "cancelación" sin dejarme escribir de nuevo aquí? No se pierdan el próximo capítulo. Si no les llega, es que sí me acabaron de cancelar.

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