Acabo de ver en la televisión a Josefina Vázquez Mota gritando como desaforada que su rival Andrés Manuel López Obrador "es un peligro para México" entre otras cosas, porque quiere rebajar los sueldos. La verdad es que Josefina no miente, sólo está diciendo una verdad a medias, deslizando un subtexto perverso. Pues yo no sólo vi el debate, sino que lo grabé. Y Andrés Manuel, efectivamente propuso un gobierno de austeridad republicana, donde se rebajaría él mismo su sueldo de presidente (en caso de resultar electo y que no le roben la presidencia), y se lo rebajaría a los diputados y demás funcionarios de alto nivel. Esta medida no se aplicaría a los empleados y demás seres humanos que ganan sueldos medianos o bajos. Afectaría exclusivamente a aquellos que ganan sueldos de 180 000 pesos mensuales para arriba (más prestaciones: aguinaldo, vacaciones, gastos de representación, etc., etc., con lo cual esos sueldos fácil llegan a 600 000 mensuales).
Si gana la presidencia AMLO, Josefina regresará a sus labores legislativas y verá mermado su "escaso" (?!) sueldo. De ahí que lo considere "un peligro para México" y se lance como una fiera malherida contra él.
La verdad es que eso no es lo que más le quita el sueño a Josefina y sus correligionarios. Lo que realmente les asusta es la similaridad del pensamiento de AMLO con el de Carlos Marx.
Carlos Marx, hace más de 100 años propuso la tesis de que "el factor económico es determinante en última instancia". Desgraciadamente, Carlos Marx escribió para que la gente sencilla, como son los obreros, los campesinos, las amas de casa, los clasemedieros, etc., etc., aprendieran a defenderse mejor de los tiburones del Gran Capital. Hizo uno de los mejores análisis que se han hecho sobre el capitalismo. Pero su obra es extensa y difícil de leer. ("El Capital" tiene de tres a cinco gruesos tomos, según la editorial que lo publique). Cada párrafo de "El Capital" está saturado de información, hay que leerlo despacio y varias veces. Y los casos concretos que él analiza ahí son del siglo XIX para atrás. Por muy "mesiánico" (como le dicen sus enemigos) y clarividente que fuera, no podía escribir sobre lo que no había vivido. No era Nostradamus o San Juan para adivinar el futuro. Era un economista del siglo XIX con una gran sabiduría, pues también era un erudito en Filosofía, Derecho y hasta podía opinar con bastante autoridad en materia de Arte, ya que en su juventud practicó la poesía. Al igual que AMLO, tenía inquietudes artísticas en su juventud, otra similaridad.
La formación jurídica de Carlos Marx le llevó a emplear el término "en última instancia". En México, el juicio de "última instancia" es el del Amparo definitivo, cuando se habla de "la cosa juzgada". Una sentencia de la Suprema Corte de Justicia no admite apelación ni fallo en contrario cuando "es cosa juzgada", cuando el juez de la SCJN dice "dése este asunto como concluido y archívese".
Claro que los teóricos "burgueses" (como los llamarían los seguidores soviéticos de Marx) se lanzaron a buscarle errores a Marx. Era una lucha desigual: un montón de investigadores modernos de todo el mundo contra un pensador que ya no estaba físicamente presente entre nosotros. Evadí con intención la palabra "muerto", porque, si bien el cuerpo físico de Carlos Marx es un cadáver, su obra no lo es. Su pensamiento sigue afectando para bien y para mal nuestras vidas, pues su aportación fue impresionante.
A lo que voy es a lo siguiente: interpretar mal la palabra "en última instancia" les pareció a los críticos de Marx que lo llevaba a juzgar las cosas de manera mecánica, al hacer depender la política, la religión, la ciencia y el arte, entre otras cosas, del factor económico. ¿Y a poco no? ¿Porqué grita Josefina como desaforada ante el temor de que le rebajen el sueldo?
Veamos unos cuantos ejemplos: Mozart murió prematuramente a causa de estar trabajando como un enajenado para ganar unas cuantas monedas, estando ya gravemente enfermo. En la India, las viudas son asesinadas (las entierran vivas junto al cadáver de su marido, o las incineran junto a él) cuando muere su esposo o las recluyen en un asilo que es una verdadera prisión de muy mala calidad. Y el fondo de todas esas creencias religiosas, no es más que un asunto de gran mezquindad. Igual se puede decir del voto de castidad de los sacerdotes católicos: el verdadero trasfondo es evitar que los curas católicos se casen, tengan hijos, y su familia herede las propiedades de la Iglesia: los templos, las obras de arte que los decoran, etc. etc. Pero la castidad a menudo le juega malas pasadas a los sacerdotes católicos, lo cual está documentado al menos desde "El Decamerón" de Boccaccio en el siglo XIV. Eso explica la frecuencia de la pederastía, la pedofilia y los abusos eróticos infantiles, en que incurren dichos sacerdotes, para mayor sufrimiento de los abogados defensores de dicho culto religioso.
Ya que toqué el caso de los abusos eróticos infantiles, me viene a la memoria el caso de mi infortunado amigo Jaime Bretón: ganaba menos de $700 pesos al mes cuando su segunda esposa lo abandonó. Poco después, fue nombrado Presidente de la Asociación Estatal de Ajedrez a principios del gobierno de Fidel Herrera Beltrán. Jaime empezó a solicitar apoyos económicos para echar a andar la maquinaria ajedrecística veracruzana. Con poco éxito. A los seis meses, en vez de obtener dicho apoyo, le viene un mini golpe de Estado donde lo destituyen a la mala. Jaime se inconforma repartiendo denuncias por doquier. Pierde una y otra vez. Él habla de que siete millones o más de pesos andan volando. Para 2009 la suerte le empieza a sonreir un poco: los jueces de amparo le empiezan a conceder razón. A finales del 2009, una señora emparentada políticamente con él, la ex esposa de su medio hermano, le pide a su madre que le cuide a sus hijos, entre otros, una niña menor de 8 años de edad. Para esas fechas, la madre de Jaime, ha hipotecado su grande y céntrica casa. Jaime, por su parte está a punto de pagar otra hipoteca de una casa adquirida en INFONAVIT. Tanto la madre de la niña, como Jaime y Conchita, su madre, están que rascan por dinero. La madre de la niña la encomienda porque anda buscando trabajo. Jaime lucha desesperadamente por recuperar su cargo como presidente de la Asociación y perseguir los siete millones y medio que reclama al gobierno. Jaime gana el amparo, exige cuentas por aquí y por allá, pero al mes le resulta que ha cometido un delito muy grave: abusa eróticamente (o al menos de eso lo acusaron) de la hija de la ex esposa de su medio hermano. La señora Conchita, comete el error de tratar de sacar a su hijo por la vía de los sobornos, en vez de exigir a su abogado que desvirtúe las acusaciones. Jaime pierde hasta el juicio de amparo. Conchita no sólo no paga la hipoteca de la casa céntrica, sino que vende la casa del INFONAVIT de Jaime. Hace unos meses, Conchita, que es diabética y padece insuficiencia renal, a pesar de ser terapeuta, tiene un problema con sus riñones, ingresa al CEM y a los ocho días muere.
Y ya que mencioné los nombres "Veracruz" y "Fidel Herrera Beltrán", ahí les va otro análisis: Fidel Herrera Beltrán distribuye una enorme cantidad de placas de taxi a lo largo de todo el Estado de Veracruz. Pero Xalapa ya es una ciudad con graves problemas de congestionamiento vehicular cuando él las otorga. Dicen las malas lenguas que él, a su vez, compra unos mil taxis, no sé si por ciudad o en todo el Estado. Con esto pretende crear nuevas fuentes de empleo y mejorar su economía personal, pues está a punto de dejar el cargo de gobernador y no sabe si volverá a tener otro puesto en la administración pública. El caso es que como resultado, el exceso de taxis congestiona aún más las calles y avenidas de Xalapa. Lo que lleva a los conductores de toda clase de vehículos a la desesperación y el enojo. La ira es mala consejera. Desesperados, los conductores toman decisiones imprudentes y a menudo provocan accidentes (los cuales siempre tienen consecuencias económicas). Todos los días, en la nota roja del periódico, la mayor parte de las notas es de accidentes automovilísticos. Por ejemplo hoy, en "Justicia" del Diario Az: "Muere golpeado en percance vial". Es el encabezado de una nota de un tipo que choca contra una camioneta estacionada, se da a la fuga (para no pagar las consecuencias económicas) y, en su loca carrera, choca contra otro. Como, evidentemente, no le quiere pagar los daños y el otro no quiere pagar un daño que se le ha aplicado injustamente, se lía a golpes con el primero y lo mata. Siendo inocente, acaba convertido en homicida. Y de ahí su familia va a pasar un calvario parecido al de la madre de Jaime Bretón: honorarios de abogados, peritos, multas, reparación del daño y, si se deja engañar (como se dejó engañar Conchita) sobornos de $50 000 para arriba a cambio de una libertad que nunca llegará. Pero que se exigirán cada semana, cada quince días. Otros encabezados: "En Rafael Delgado, aparatosa volcadura deja 15 lesionados". Tal vez el conductor no tuvo dinero suficiente para hacer una revisión mecánica de su vehículo. "Sobre la Avenida Xalapa, intenta ganarle el paso a autobús; dos heridos". "Embisten a motociclista". Por cierto que ayer o antier, otro motociclista tuvo un altercado con un chofer del servicio urbano y, en un arrebato de ira, lanzó su casco contra el parabrisas del camión, haciéndolo estallar e incrustándoles los cristales en la cara al conductor. Una de cal por las que van de arena en el combate diario entre motociclistas y camioneros. Normalmente los motociclistas acaban prensados por los autobuses.
Doy la vuelta a la página. "En la Colonia Obrero Campesina impactan contra camioneta de la Sedarpa". Nótese que el nombre de dicha colonia suena a marxismo-leninismo. "Camión de Pemex atropella a anciano" El anciano perdió irremediablemente la vida.
Siempre que alguien comete un fraude o un robo, lo hace por motivos económicos. Veamos un caso que impactó al país, pues al parecer tenía una enorme trascendencia política: "Se quedan en Pacho homicidas de Catedrático". La nota hace referencia al catedrático de la U.V. Jose Luis Blanco, quien a su vez encabezaba una lucha para esclarecer el crimen de una periodista veracruzana corresponsal de la afamada revista "Proceso". Uno de sus probables homicidas es Mahonri Murian Cumer Hernández Aldana, El Munra, de 18 años y sin ocupación alguna. Es decir, desempleado, como tantos de millones de jóvenes mexicanos (y de griegos, españoles, chilenos, estadounidenses, árabes, ingleses, etc., etc.). ¿Porqué robó si el gobierno de Calderón (junto con el de sus predecesores Ernesto Zedillo y Vicente Fox) le han asegurado un futuro laboral que ni un país en jauja puede igualar? ¿Qué no se enteró que después de Foxilandia pasamos a Calderolandia? Por eso tenemos que votar por Josefina, para asegurarnos de que el país Calderolandia goce de buena salud y continúe existiendo por muchos sexenios más. El otro presunto criminal es un empleado de una gasolinera de 21 años de edad. ¿Pues qué su sueldo no le daba para vivir bien y se tenía que dedicar a robar y a matar? La verdad es que ambos presuntos criminales ya resolvieron su situación económica por varias décadas: el Estado los va a mantener por lo menos durante treinta años en la cárcel, proporcionándoles habitación y comida en un centro vacacional llamado La Cárcel, el cual, si no me equivoco, está subsidiado con dinero del pueblo vía impuestos o algún otro procedimiento. Confieso mi ignorancia, pero de algún lado tiene que salir el dinero para mantener a los prisioneros, al edificio, a los custodios, al personal administrativo, a los jueces, a los secretarios, al personal de limpieza, etc., etc.
Una más "Arrestan a tres estudiantes por robo". Sin comentarios. Y, para finalizar: "Detenido por amenazar a comerciante". El tipo se metió a la tienda de la víctima, en estado de ebriedad, se tomó una caguama y no quiso pagar. Una vez más, parece que Marx no se equivocó. Pero los economistas neoliberales tipo Menem, Berlusconi, etc., etc., se creyeron el sofisma de que Carlos Marx había muerto hace más de 100 años y pensaron que podían transgredir el descubrimiento del padre el "socialismo científico", apoyados por la desinformación vertida por los medios de comunicación manipulada a su antojo por ellos mismos, en base a criterios económicos (pues muchos se venden al mejor postor y otros acceden por temor a represalias gubernamentales) y se dedicaron a la tarea de desmantelar el Estado, la Seguridad Social, etc., etc. Algunos no han aprendido la lección: hoy, Carlos Slim está abogando porque la edad jubilatoria suba a 70 años de edad, pero no aboga porque los jóvenes tengan una fuente de trabajo estable a partir de que adquieren la mayoría de edad. Ni el gobierno ni las empresas crean hoy en día un empleo con permanencia. De modo que los jóvenes que tienen suerte, trabajan en la economía informal, sin derecho a cotizar para su retiro cuando les llegue la hora. Claro está que el trasfondo es, de nuevo, económico: Carlos Slim, es el hombre más rico del planeta y tiene numerosos empleados. Sabe que, efectivamente, la tasa de mortalidad humana ha disminuído, a pesar de las virtudes de Calderolandia (más de 60000 muertos): la gente hoy en día vive más de 70 años. Y le pesa tener que jubilarlos no ya a los 60, sino a los 65 establecidos por Zedillo, el último presidente priísta (y, por la misma razón, el primer panista), pues tiene millones de empleados.
En resumen, la similaridad del pensamiento de AMLO con el de Marx es la siguiente: entre más pobres haya y entre mayor sea la brecha entre ricos y pobres, va a haber malestar social. Si hay malestar social, va a haber violencia. Si los jóvenes no encuentran una oferta de trabajo honesta y acorde a su perfil profesional, habrá quien los atraiga para sus negocios (delictivos). Entonces, la idea de AMLO es rebajarle el sueldo a los grandes funcionarios, establecer un gobierno de austeridad republicana, predicando con el ejemplo. Esto coordinado con un combate a la corrupción (véase el caso Bretón para medir el impacto de la corrupción en una familia) y la creación de fuentes de trabajo para los jóvenes y, en general, a toda la población en posibilidades de estar activa económicamente. Es decir, el factor económico decidirá si entramos a un estado de bienestar o nos quedamos en un estado de violencia.
Peña Nieto por su parte, propone elevar los sueldos "para que tú ganes más". Eso está bien, si tú ganas más tendrás mayor poder adquisitivo y, eso, sin duda, reactivará la economía. Pero no resuelve la situación de los que están desempleados. Y, aunque va a extender la seguridad social a todos, si no genera fuentes de trabajo para todos, el resultado va a ser un Estado asistencialista, el cual sí va a perjudicar las finanzas nacionales, lo cual es lo que Josefina y Quadri quieren enjaretarle a AMLO. Quiero señalar que Peña Nieto habla de un gobierno "incluyente", lo que hacer pensar que sí generará fuentes de trabajo para los desempleados.
Bien, sea quien sea quien gane la presidencia, deberá recoger las propuestas de AMLO y Peña Nieto, así como alguna que otra de Quadri. Quizá hasta Josefina haya propuesto algo bueno.
Mi opinión es la siguiente: el próximo presidente de México deberá reestructurar (y no conformarse con reformas cosméticas) la economía de México rebajando el sueldo a los grandes funcionarios (pero no a la gente pobre), combatiendo eficazmente a la corrupción, en vez de combatir a quien se propone mejorar las cosas, apoyándose en los medios de comunicación para convencernos, pues estamos acostumbrados a la corrupción. Además, deberá impulsar la generación de fuentes de empleo dignas, estables y duraderas no sólo para los jóvenes, sino para todo aquel que esté desempleado o subempleado. Que esta gran masa de la población tenga acceso a la seguridad social. Desde luego, subirle el sueldo a los que ya trabajan en empleos bajo una subordinación patrón-empleado. Así, al haber más gente con dinero, un dinero generado en base al trabajo y no en base a un Estado asistencialista, los productores, los comerciantes, el mismo gobierno, ganarán más dinero y estarán en posibilidades de reinvertirlo y generar más fuentes de trabajo, más riqueza. De lo contrario, lo que habrá es más delincuencia, más muertes violentas, más hacinamiento en las cárceles, más necesidad de gastar en armamento para combatir al crimen organizado y, más desesperanza, más delincuentes. Así que, estimado ciudadano, no te vayas con la finta de quienes lanzan falacias. Vota por lo que más le conviene al país.
Ejemplo de una falacia perversa pero estúpida, creyendo que la gente es mensa y se la va a tragar: que como López Obrador, en su juventud, militaba en el PRI y compuso el himno del PRI tabasqueño, AMLO es el responsable de las masacres de 1968 y del "halconazo" del 10 de junio. Lo único que prueba tan "terrible" acusación es que El Peje tenía aptitudes artísticas y que era priísta, como la mayoría de los mexicanos lo era hacia 1970. Porque el PRI era hegemónico. Por aquellas fechas, el PAN, el segundo partido mejor posicionado, apenas captaba el 5% de la votación. Josefina cree que los mexicanos somos tontos y no tenemos memoria, que vamos a olvidar que los artífices intelectuales de aquellas matanzas fueron Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría. Y este último, rectificó con su "apertura democrática". En favor de Luis Echevarría también está el de haber sido uno de los primeros presidentes en reconocer a la República Popular China como una nación independiente.
Si bien Díaz Ordaz pasó a la historia como un lamentable genocida, también hubo presidentes priístas notables como Lázaro Cárdenas, Adolfo Ruiz Cortinez y Adolfo López Mateos. Incluso Miguel Alemán padre, a pesar de su enriquecimiento inexplicable, logró modernizar al país. No me atrevo a decir que Carlos Salinas de Gortari fue un buen presidente. Pero, sin duda, fue mucho mejor que los dos presidentes panistas pues, al menos, en su mandato se lograron cosas importantes para México. Pero es difícil negar que tiene las manos manchadas de sangre.
Finalmente, en algo que no coinciden AMLO y Carlos Marx es en el uso de la violencia para lograr el cambio profundo que la sociedad requiere: AMLO sostiene que siempre luchará por la vía pacífica y democrática, en tanto que Carlos Marx dice que ese camino es inútil, pues las clases dominantes, con sus medios de comunicación y el aparato estatal, tienen recursos suficientes para evitar que esto ocurra. De modo que la que está abogando porque la nación cambie de manera violenta es Josefina, pues le está negando (de manera implícita) a la izquierda la oportunidad para gobernar llegando al poder de manera pacífica. Zigniev Breszinsky decía que el comunismo era muy popular, menos en los países donde gobernaba. Por consiguiente, la mejor manera de desacreditar al Peje es dejarlo gobernar un rato. Y si no cumple lo que promete, su movimiento quedará derrotado para siempre. Y, la verdad es que ya le toca a la izquierda mexicana su turno al bat.
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