Los fascistas de hotmail cerraron mi cuenta, al más puro estilo de Goebbels y Hitler, por haber anunciado masivamente mis cuentos "Escritos dispersos". Es lógico, como ellos son parte del establishment, no pueden permitir que un cuento critique al horario de verano y a los grandes capitalistas, aunque sea por la vía del humor y con cosas increíbles. Tampoco pueden permitir que "en el pianista suicida" se diga que contra un mal gobernante no hay antídoto, aunque sea un gobernador de ficción, pues en mi cuento no se dice que tal gobernante es Rick Perry o Fidel Herrera Beltrán. De hecho la acción se desarrolla en 1937. Pero les vino el saco.
Les comunico ésto porque, al parecer, ya me quedé sin la cuenta fgchristen363@hotmail.com por el delito de promover la literatura creada por mí. No estoy bromeando ni valiéndome de un truco para conseguir audiencia. Con razón el mundo está lleno de indignados.
Lo más grave del asunto es que esa cuenta estaba ligada a mi cuenta paypal, con lo cual el asunto ya alcanza proporciones de fraude cibernético, el cual denuncio ahora mismo, a pesar de que sé de la inutilidad y complicidad de las autoridades mexicanas. Al quitarme mi correo, me impiden acceder a mi cuenta de papyal, con lo cual no podré cobrar mis regalías y ya tengo algunos libros vendidos en España y Guatemala. Y perderé además el dinero que invertí en adquirir el plan profesional en soopbook.es
Sirva este documento como denuncia penal, a reserva de confirmarla en tribunales mexicanos e internacionales.
Por otra parte, me ví forzado a enviar correos masivos por hotmail, toda vez que compré publicidad para anunciar mis cuentos en linked in -otro cómplice de esta red fraudulenta- y se negaron a publicar mi anuncio "porque no estaba en inglés" a pesar de que yo había señalado como puntos de venta España, Argentina y México, así como los Estados Unidos, que tienen fuerte presencia de hispanohablantes.
Estoy muy enojado y voy a llegar hasta las últimas consecuencias. Por lo pronto se cometieron contra mí: fraude y coartación de mi libertad de expresión. En mis cuentos no se ofenden los derechos de tercero, porque todo es ficción.
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