Debo aclarar que una vez que inicié mi campaña para denunciar los probables delitos contra la libertad de expresión y fraude comteidos en mi contra, logré restablecer la contraseña de hotmail. Es probable que se me haya disparado la paranoia y haya pecado contra inocentes, como tal vez es el caso de paypal y soopbook.
Para restablecer mi cuenta, tuve que hacer un trámite engorroso con los nervios al borde del colapso. No se vale ¿para qué me dejan tener tantos contactos si a la hora de tratar de contactar al 10% me imponen límites absurdos y me andan cerrando la cuenta? , los de linked in a la vez, no me permitieron comprar publicidad porque no la escribí en inglés. ¡Cómo voy a promover mi libro si no se me autoriza comprar publicidad ni enviar correos masivos!
Agradezco a todas las personas de facebook que me permitieron compartir el anuncio en sus muros. Mis muros, en reciprocidad, están abiertos para ellos. A los que no, ya los he marcado como "unfriend". Arrieros somos y en el camino andamos. No se vale que cuelguen toda clase de babosadas en mi muro y a mí no me permitan anunciar una colección de cuentos en el suyo.
Sirva este caso mío para averiguar la verdad sobre las redes sociales, a ver si es cierto que son tan democráticas y librepensadoras.
Por lo pronto, no son el tipo de empresario del que habla Stephan Covey que piensa en "ganar-ganar", es decir, en "yo gano, tu ganas, todos ganamos", sino del tipo "yo gano y tu pierdes, y, con tal de que no ganes, prefiero perder y llevarme a otros entre las patas". Estos últimos son los capitalistas modernos que tienen al mundo de cabeza y, desgraciadamente, son demasiados. Por eso está la crisis actual del tamaño que tiene ahora.
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