El primer debate presidencial

Les cuadre o no les cuadre, en mi humilde opinión el verdadero ganador del primer debate presidencial para las elecciones del 2012 fue Quadri, pese a todo lo que digan sesudos analistas políticos de la talla de Lorenzo Meyer y otros, a los cuales respeto mucho pero no comparto su opinión.
En primer lugar, debo aclarar que un político privatizador de entrada no me inspira confianza. Y a Quadri sólo le ha faltado anunciar que va a privatizar a las prostitutas (debido a su calidad de mujeres públicas). Tal vez es que no se la había ocurrido y ahora que me lea, seguramente saldrá con una propuesta ágil del cómo y porque va a proceder así, en el remoto caso de que el voto popular lo favorezca.
Incluso, yo estaba preparando una adivinanza a costillas de él: "¿Sabían que Quadri es marxista? Noo ¿cómo? Síi, se escapó de una película de los hermanos Marx".
Ya hablando en serio, todos los candidatos tuvieron sus muletillas: Peña Nieto insistiendo en sus compromisos y en que le faltaba tiempo para defenderse de los ataques, López Obrador en su idea de combatir la corrupción y Josefina a punto de quedar como "yo soy la Zoyla".
La verdad es que el único que se la pasó haciendo propuestas y diciendo cómo y porqué, sin que se le quedara la idea en el micrófono por falta de tiempo, fue Quadri. Incluso me pareció que cada vez que Quadri hablaba Peña Nieto pensaba "gracias a Dios que hablaste", pues en seguida le robaba la idea, con la cual a menudo contestó a los agudos ataques de AMLO y Josefina.
AMLO, en cambio, se me hizo un poco lento en el debate, por un momento me pareció que se encaprichó en el ataque personal a Peña Nieto y perdió el control de sus nervios cuando EPN le reviró con lo del caso Bejarano.
Josefina también dedicó un buen de tiempo en darle sus raspones a Peña Nieto, quien a su vez le reviró y se volvió reiterativo con lo del asunto de la falta de asistencia a las sesiones de la cámara de diputados, donde acusó a Vazquez Mota cobrar un cheque por no asistir a unas sesiones donde debía estar presente. Y Doña Josefina se vio perversamente cínica eludiendo la respuesta.
Estoy de acuerdo con los grandes analistas televisivos de que Peña Nieto no se mostró sobresaliente en el debate, como debería serlo dada su condición de superlíder en las encuestas.
En un momento, hasta Josefina "se colgó" de las propuestas de Quadri. De ahí que el profesor marxista (línea Groucho) agradeciera a sus opositores "copiarle sus ideas".
El que menos participó en la guerra de lodo fue Quadri, quien se colgó de la guerra que hacían los otros despachándolos rápidamente como "los políticos" (a quienes les importaban un bledo los problemas del país, encharcándose en una guerra sucia). Al despacharlos así de rápido, le quedaba tiempo para exponer sus propuestas, basadas en cifras, cómos y porqués.
Si bien mis gallos eran AMLO y EPN, creo que ambos fueron los grandes perdedores de este debate y, contra lo que muchos creen, Doña Josefina quedó en segundo lugar. La Doña se vió ecuánime, ágil, con buen sentido del tiempo, administrando una parte para proponer, otra para atacar a EPN y otra para defenderse de él, eludiendo la respuesta de fondo.
Le cupo toda la razón a AMLO cuando señaló que los medios de comunicación evitaron darle mayor cobertura a un evento de una naturaleza tan importante para la nación como éste, toda vez que el gran favorito de las televisoras es EPN y, como se veía venir, la facilidad de palabra no es uno de sus dones. Incluso incurrió en un grave lapsus cuando dijo que "el combate a la pobreza es mi pobreza".
En mi opinión, la gran falla de AMLO fue en irse contra la yugular de Peña Nieto y olvidarse de hacer propuestas. Y, cuando hacía propuestas, al hablar de cómo lo haría se limitaba a decir "combatiendo a la corrupción, a los monopolios", etc. y tampoco decía cómo los iba a combatir, aunque por momentos si explicó el porqué. Debo aclarar que estoy completamente de acuerdo con él en que hay que combatir frontalmente la pobreza, la corrupción y redistribuir la riqueza nacional de manera más justa y con una mayor cobertura. Sin embargo, creo que todos, a su manera, propusieron algo al respecto.
Mi abuelo decía, pensando en el proceder de los políticos "prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila". De modo que la estrategia del político (incluido Quadri) es prometer la entrega de las perlas de la virgen, en caso de ser necesario, pero ya en el poder se vuelven sumamente lentos para cumplir y, cuando lo hacen, a menudo es porque están forzados por las circunstancias.
Otra ventaja a favor de Quadri era que, como nadie lo conocía, no tenía mayor cola que le pisaran. Y a nadie se le ocurrió hablar de sus nexos con La Profesora. Pues a los otros tres (incluido AMLO) les sacaron a relucir sus trapitos al sol y ni las manos metieron. Bueno, sí, Peña Nieto sí se la pasó defendiéndose. No le quedaba de otra, pues no sentía tanto lo duro como lo tupido. Es lo malo de representar al dinosaurio. Sin embargo, eran interesantes sus propuestas (o, más bien, las de Quadri).
Disfruten el posdebate y que gane la presidencia el mejor.