Mañana domingo, en la Sala Dagoberto Guillaumín (también
conocida como la sala “chica” del Teatro del Estado) se presentará por fin Lunas de octubre, tras de un cambio
sorpresivo de escenario y fecha. Se trata de un espectáculo multidisiciplinario
a base de música en vivo: voz y cuarteto de cuerdas, en contrapunto con un
grupo de danza contemporánea e imágenes visuales proyectadas desde algún punto.
El valor de este evento deriva de su naturaleza única, irrepetible, como la de todos
los espectáculos en vivo. Como valor agregado tiene el haber ser producido en
nuestra ciudad, por artistas mexicanos y tener casi todas las canciones en
español. Las únicas excepciones son el primer movimiento de la sonata Claro de Luna de Beethoven, cuyo primer
movimiento se escuchará vibrando en las cuerdas del cuarteto Plenilunio y las canciones de Ángela
Peralta, que están en Francés e italiano. La organización Katarsis Gestores y Creadores Artísticos, con este evento, ofrecerá
un muestrario de creaciones locales, nacionales e internacionales, con énfasis
en los productores artísticos mexicanos. La globalización y la
industrialización de la cultura llevan a infravalorar lo local y a sobrevalorar
lo industrial, poniendo las cosas al revés: el café orgánico producido en una
pequeña finca de la región Xalapa-Coatepec puede ser de mucha mejor calidad que
un café soluble colombiano o de cualquier marca extranjera distribuido por una
trasnacional norteamericana. Pero mucha gente no lo sabe y prefiere el artículo
industrial y cree, además que el producto local es muy caro y malo. Durante
mucho tiempo se ha menospreciado a los vinos y a las películas hechas en
México, cuando, en verdad, algunos de ellos han ganado premios internacionales
o, simplemente, se destacan por su calidad. Los mexicanos descartan
sistemáticamente lo nacional, consumen nada más lo extranjero y luego se enojan
cuando pierden sus empleos. Las cosas no son buenas ni malas por ser inglesas, españolas,
japonesas, chinas o mexicanas. Lo son debido a su proceso de preparación y a
las materias primas con las que se elaboran. La organización Katarsis está
consciente de esta situación y preparó este evento con mucha anticipación,
negándose incluso a presentarlo en situaciones que podrían dañar su calidad,
aunque esto implicara un esfuerzo físico y económico de mayores proporciones.
La organización Katarsis es una empresa cultural y artística independiente que
se arriesga a producir obras artísticas sin contar con un subsidio
gubernamental, a cambio de ofrecer a su público eventos más libres y creativos
que los que haría si estuviera sometida a una estructura vertical y
burocratizada.
Sin duda, el Teatro del Estado sigue siendo un referente a
nivel local. Y, con mayor razón, toda vez que al cumplir su 50 aniversario,
está renovado y sigue siendo el mejor sitio para presentar artes escénicas en
Xalapa. El cuarteto Plenilunio y el
grupo Katarsis, Danza unieron sus
fuerzas para realizar este sueño y, de pasadita, celebrar sus trece años de
existencia.
El proceso pasó por un largo periodo de gestación musical
que significó el preparar todas las piezas musicales para cuarteto de cuerdas,
pues la mayoría no eran originales para esta instrumentación: fueron arregladas
por Francisco González Christen, tres veces creador con trayectoria por el
IVEC. Por esta razón, piezas como el primer movimiento de la Claro de Luna de Beethoven, Loin de Toi y Les Larmes de Ángela Peralta, Noche
Criolla de Agustín Lara y Noche de
Luna en Xalapa fueron reorquestadas, pues la mayoría de ellas eran
originales para voz y piano o para instrumentación abierta. Francisco también
reorquestó varias de sus propias composiciones: Acaso un día, Quetzalli y
Sabrás muy pronto. Cada pieza musical
tiene una historia que contar y, además, tiene su propia historia. Por esta
razón, Lunas de octubre se trata de
una serie de relatos que ocurren bajo la luz de la luna, desde lo que ocurre en
una mente criminal, hasta un cántico de paz y esperanza para la humanidad,
“libre del odio”, como dice la letra de Acaso
un día. Son historias de amor, desengaños, reconciliaciones, un poco de erotismo,
alegría embriagadora e ingenua e incluso de alejarse del mundo y verlo desde
arriba, como un ser que observa la locura de los seres humanos.
La cantante Rosaura González Ramírez verá realizado su sueño
de cantar las canciones de Ángela Peralta que venía ofreciendo desde recitales
anteriores, pero que la fuerza del destino le impidió hacerlo. Quizá por esta
razón el espíritu de Beethoven está presente en varios puntos de Lunas de octubre: vencedor en la lucha
contra el destino, servirá de modelo a la organización Katarsis para realizar
este evento con éxito. Éxito que se medirá más por la calidad artística que por
otra cosa.
Francisco González Christen, el instigador de todo esto,
acaba de graduarse en la Maestría de Comunicación Corporativa y Mercadotecnia en
la Universidad Anáhuac de Xalapa y está cursando la Maestría en Marketing y
Producción Artística y Cultural en el Instituto Realia. Muchas de las ideas de Lunas de Octubre se gestaron durante las
sesiones de ambas Maestrías. Julia Tapia, la bailarina intérprete de Iter Criminis, alterna sus sesiones de
estudio en la Maestría en Educación de la Universidad Eurohispanoamericana con
los ensayos de Lunas de octubre.
Julia tiene un amplio conocimiento de la corporalidad: ha sido bailarina de
Katarsis desde el año 2001 y, de un tiempo acá, está comprometida a fondo con
la disciplina del Capoeira, a tal grado de ser la fundadora y directora del Centro Cultural Yanga Capoeira, una de
las sedes donde se ensayó este evento multidiscipliario. Rafael Domínguez, el
único bailarín varón que se presentará en esta ocasión, también es un asiduo conocedor
de la corporalidad humana: ha sido bailarín de Katarsis desde el año 2002, y, actualmente, se desempeña como
profesor de diversas disciplinas en el gimnasio Egrus de esta ciudad, sitio reconocido por su calidad. Es el
coreógrafo de Sabrás muy pronto, a
ritmo de tango. Nicté Méndez es la bailarina más antigua de Katarsis. Egresada
de la Facultad de Danza de la U.V., también es una mujer emprendedora: fue
fundadora del grupo Compos Sui y, en
la sexta edición del concurso internacional de danza Guillermina Bravo, obtuvo
el primer lugar a la mejor coreografía. El grupo Katarsis, Danza obtuvo en 2003
una beca del IVEC, que los llevó a dar a conocer su arte a varias poblaciones
de nuestro Estado. Más adelante siguió participando en diversos foros de la
ciudad, participando en el festival Junio Musical
Rosaura González Ramírez se graduó con promedio superior a 9
y con los máximos honores de la Facultad de Música de la U.V. En 2007 ganó por
concurso el primer lugar para asistir al programa Inter singers de Monterrey, donde recibió clases magistrales de
Marvin Kingsey, mentor del Metropolitan de Nueva York. Posteriormente, tomó
clases magistrales con Francesca Roix, en la Academia de Victoria de los
Ángeles, en Barcelona, España. En 2007 y 2008 tuvo el papel protagónico en la
ópera Tropical. Los integrantes del
cuarteto Plenilunio, Celia Gómez
Reyna, Ricardo Elías y Antonio Graciano, egresados todos de la Facultad de
Música, han tocado en varias orquestas de renombre, como son la OUMP, entre
otras. Su director, Arturo Castillo, obtuvo su licenciatura como Director de
Orquesta en España. Actualmente es el asistente de dirección de la OUMP. El
cuarteto Plenilunio estuvo presente
en el Festival Cervantino, y en varias ediciones del Festival Internacional
Junio Musical. Angélica Ramírez, coreógrafa con más de treinta años de
trayectoria, es egresada de la Facultad de Danza de la U.V. En 2002 obtuvo un
Estímulo para Creadores con Trayectoria por parte del IVEC, con el que realizó
el proyecto Mariposa de Sueños, el
cual fue estrenado por el grupo Katarsis,
Danza. La maestra Ramírez fue profesora de la Facultad de Danza hasta que
se jubiló. Es la autora de las coreografías Nada
es para siempre, Homo novum, Primero fue Diosa, y Quetzalli, entre otras. Esta última y Reencuentro cuentan ya con al menos
treinta años de haber sido estrenadas mundialmente. Claudia Olvera es la
artista a cargo de las proyecciones, la iluminación y la escenografía. Y
también de agudas observaciones que mejoraron el desempeño escénico de los
demás artistas, pues ella misma es bailarina. Su especialidad es la danza Odissi de la India. Sin temor a
equivocarnos, éstas son algunas de las razones por las que Usted debe asistir a
este evento, mañana 27 de octubre, a las 19 horas. En la Sala Chica del Teatro
del Estado.