Pasado el susto del supuesto quebranto del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), hoy me tomaré una cerveza bien fría, ya jugué algunas partidas ajedrez, Go y Gomoku en el internet, escuchando a Juan Carlos Baglietto, cuya música, junto con la del grupo mexicano Bolina sin Parné, me acompañaron ayer, en las horas difíciles de saberme un paria de la noche a la mañana a causa de un mal gobierno. Quizá mañana me tome un par de aspirinas para quitarme el dolor de cabeza y reemprender con nuevos brios el proyecto "Tropical", que esta semana sufrió un grave retraso a causa de este conflicto legal. Afortunadamente, todo fue una breve pesadilla con final feliz.
Me asustaba más el quebranto de la institución que el saberme un desposeído: si el IPE estaba en quiebra, también lo estarían las finanzas del Estado de Veracruz, el tercer estado más rico de nuestro país México; porque, si bien me he preparado para cualquier contingencia de la vida (pues además de ser compositor, soy abogado y tengo dos Maestrías en Mercadotecnia), se perfectamente que en un país en quiebra no son de mucha ayuda esas carreras. Tendría mucha demanda como abogado, pero de otros desposeídos "sin parné" para pagarle al abogado. Y, como mercadólogo ¿A quién venderle cuando la gente no tiene dinero ni trabajo? Afortunadamente, todo quedó en algo así como "un error de cálculo o de comunicación" entre x,y o z autoridades. Ojalá. Y ojalá no se vuelva a repetir, pues ya tiene al menos un par de años que esto ocurre.
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