Salgo a manifestarme. Que Dios nos proteja.

En estos momentos, en vez de estar durmiendo tranquilamente, junto a mi mujer amada, acopiando fuerzas para hacer las tareas importantes que son necesarias para representar de nueva cuenta mi ópera "Tropical", patrimonio cultural del pueblo de Veracruz, tengo que estar despierto y en camino hacia una manifestación para exigir mis derechos; es decir, tengo que arriesgar mi integridad física e incluso mi vida para exigir el cumplimiento de un derecho que me gané a lo largo de toda mi vida laboral, engañado con la promesa de que al final de treinta años de enajenar mi creatividad, tendría una pensión que me permitiría desarrollarla libremente. No soy amigo de andar en manifestaciones, porque se que el gobierno de Duarte es capaz de mandar a macanear ancianas y bebés, como ya lo ha hecho. Cuanto y más a un hombre como yo. Pero mi conciencia me impide estar sentado en mi casa, esperando que otros arriesguen su integridad física para resolver el problema que a todos nos aqueja. Si no regreso a mi casa, ya saber a quien culpar. Y no dejen de asistir a mi ópera "Tropical", la cual confío en que se llevará a cabo conmigo o sin mí.