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domingo, 23 de junio de 2013

Comparto con Ustedes un momento de alegría.

Afortunadamente, en la vida, no todo es contiendas entre políticos, ni amigos en la cárcel o crisis económicas. Rara vez, pero muy requete rara, alguna orquesta sinfónica ha tenido la amabilidad de estrenar públicamente una composición mía. Uno de lo momentos que recuerdo con más alegría fue cuando la Orquesta Filarmónica de Querétaro estrenó "Cuando el Tajín se desata", el 2 de noviembre de 1992, bajo la dirección del gran Sergio Cárdenas, a quien aprovecho para enviarle un cordial saludo, donde quiera que se encuentre.
Esta composición fue un encargo de Manuel Enríquez. Tras una conferencia que dieron él y Blas Galindo en Xalapa, a principios de los noventa, decidí hacer las paces con Manuel. Nos habíamos distanciado cuando lo nombraron director del Taller de Composición del INBAL, donde yo estudiaba. Uno de sus primeros actos de gobierno fue informarnos que, como lo que nuestros profesores Mario Lavista, Héctor Quintanar y Joaquín Gutiérrez Heras (QEPD) nos habían enseñado sólo serviría para que en Europa se rieran de nosotros, nos iba a regresar a primer nivel. Así, "a la punk", como diría un ex alumno mío. ¿Y nuestras garantías individuales? Estábamos de acuerdo en realizar cursos de postgrado, pero que de la noche a la mañana se nos quitara nuestro nivel académico por cuestiones relativas a un gusto musical de países extranjeros, nos pareció un abuso. De modo que organizamos una protesta y, para variar, fue su servidor quien puso la cara por los demás. Y, no sólo eso, sino que fue quien se encargó de ser el que habló y discutió con el aguerrido maestro Enríquez. No les digo el nombre de los compañeros que estábamos en esa reunión, porque ahora los medios de comunicación (radio bemba incluido) dirán que me he inventado esta historia para desprestigiar a mis compañeros, en especial a uno, quién es un compositor muy exitoso y afamado. Pero me dejaron sólo. Nadie más que yo abrió la boca, aunque todos estábamos presentes. En pocas palabras, me aventaron al matadero y me dieron la espalda a la hora de las dificultades. El resultado es que el maestro Enríquez me tomó "ojeriza" y tuve que retirarme del taller, justo cuando él quedó al frente del CENIDIM y su carrera musical tomó un gran vuelo. No así la mía, aunque sí alcancé a organizarle una rechifla a alguno de sus conciertos. No lo pude evitar, estaba muy enojado con él.
La verdad es que no hice lo correcto, pues en aquella época no sabía leyes ni me imaginaba que acabaría estudiándolas. Lo cierto es que, de haberlas sabido, el maestro Enríquez se las habría visto negras con su disposición, pues estaba violando ni más ni menos la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la que establece que "a nadie podrá aplicársele una ley de reciente creación, en su perjuicio". Lo correcto era intentar una demanda de amparo y no estar organizando rechiflas, pues éstas dañaban a los intérpretes, quienes ni la debían ni la temían y tampoco entendían el porqué del asunto.
De modo que, algunos años después, me armé de valor y abordé al maestro Enríquez, tras finalizar la conferencia que dio en el salón de un periódico xalapeño. Pues él mismo estaba hablando de una situación catastrófica para los creadores mexicanos y de la posibilidad de establecer alianzas.
-¿Y tienes composiciones? -me dijo, cuando le planteé la cuestión.
-¡Claro! -respondí.
El caso es que un día, mientras leía un libro de superación motivacional, me llegó una llamada de larga distancia.
-¿Podrás componer algo nuevo para el mes de julio?
Y así fue como inició la historia de "Cuando el Tajín se desata". ¿La inspiración? Mi esposa estaba involucrada en un proyecto coreográfico de titulación, donde abordaron la leyenda totonaca del Tajín. Y, aunque yo no estaba en el proyecto, me inspiró. Coincidió todo aquello con la conjunción de mis biorritmos: todos estaban en nivel alto. Los resultados, son lo que comparto, menos la creación del vídeo, la cual terminé hoy a las cuatro de la madrugada. Les pido disculpas por no haber compartido así mi música. En primer lugar, no se me había ocurrido. En segundo lugar, tengo más de sesenta y apenas le estoy "mongoloentendiendo" (neologismo acuñado por Joaquín Gutiérrez Heras) a estas cosas de la cibernética. Aquí está el vídeo y el link, para que Usted entre a él como más les agrade. Por cierto que, según los totonacas, hoy es el día de cumpleaños de "El Tajín", la deidad del trueno y del rayo.
http://www.youtube.com/watch?v=x8MVupCWTLA&feature=player_detailpage



Otro dato curioso es que yo fui pionero del festival de música nueva Manuel Enríquez: en el primer festival, se estrenó mundialmente mi obra "Onírica", en 1978. Y, tras hacer las paces con el maestro, también mostré al mundo "Fantasía sobre un villancico mexicano" en el festival de 1990 y "Chacona sobre una serie de Anton Webern", en de 1992. Muerto Enríquez y elegidos presidentes de la república dos miembros del PAN, quedé poscrito de dicho festival. En la actualidad, ya ni siquiera envío propuestas. Que con su pan se lo coman. Y que les aproveche.

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