Hypatia - Revista de Divulgación Científico - Tecnológica del Estado de Morelos.
¿A qué se debe que algunos desarrollemos la misma enfermedad de manera
diferente?
¿A qué se debe que algunos desarrollemos la misma enfermedad de manera diferente?: La memoria inmunológica
Archivo: Salud
Dra. Judith González Christen / judith.gonzalez@uaem.mx
Facultad de Farmacia de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
El dengue es una seria causa de morbilidad y mortalidad en la mayoría de las áreas tropicales y subtropicales del mundo; es una enfermedad viral, que puede ser asintomática o manifestarse clínicamente como fiebre dengue (FD) o fiebre hemorrágica por dengue (FHD), la cual es la forma más severa y puede ser fatal para el individuo.
Es causado por el virus dengue (DENV) del cual se conocen 4 variantes, llamadas DENV-1, DENV-2, DENV-3, DENV- 4. Este virus es transmitido al hombre por mosquitos vectores, principalmente Aedes aegypti, cualquiera puede provocar las diferentes manifestaciones de la enfermedad.
Esta enfermedad puede llegar a afectar a más de 100 millones de personas en el mundo. En nuestro país, en los últimos 5 años, se ha incrementado el número de casos, por lo que se ha convertido en un problema de salud. De acuerdo con lo reportado por la Secretaria de Salud, hasta diciembre de 2010 se presentaron 22 mil 352 casos de FD y 6 mil 336 casos de FHD, dando un total de casos de dengue de 28 mil 688 y 56 defunciones por FHD. Hasta enero de 2011 ha habido 120 casos de FD y 42 casos de FHD. En el estado de Morelos en 2010 se reportaron mil 502 casos de dengue y hasta enero de 2011 ha habido 12 casos confirmados de dengue. Como se puede observar, entre el 80 al 90% de los casos corresponden a las manifestaciones menos severas, mientras que sólo el 20% desarrolla un cuadro clínico más severo. Hasta el momento se desconocen cuáles son los factores que predisponen a un individuo a desarrollar una enfermedad leve o severa. Algunas propuestas sugieren que el sistema inmune tiene un papel importante en este proceso, particularmente la memoria inmunológica.
¿Pero qué es el sistema inmune? también conocido como sistema inmunitario, el sistema inmune, es el conjunto de estructuras y procesos biológicos en el interior de nuestro organismo que nos va a proteger contra enfermedades, ya sea identificando y matando células patógenas, así como células cancerosas, además de promover la reparación de los tejidos dañados. Tiene la capacidad de detectar una amplia variedad de agentes tóxicos desde virus, toxinas, bacterias hasta parásitos intestinales. El sistema inmune, que se compone de órganos, tejidos, células y proteínas particulares, a diario va a proteger a las personas de los gérmenes y agentes tóxicos. En la mayoría de los casos va a realizar su trabajo con asombrosa eficacia para mantenernos saludables y prevenirnos de infecciones. Mediante una serie de pasos llamados "respuesta inmune", el sistema inmune ataca a los organismos y las sustancias que invaden nuestro cuerpo y causan las enfermedades, sin embargo, en algunas ocasiones, también puede producir enfermedades o responder de manera nociva y perjudicar a nuestra salud.
Entre las células del sistema inmune están los leucocitos o glóbulos blancos, que se encargan de destruir las sustancias u organismos que causan las enfermedades, se producen o almacenan en varios lugares del cuerpo, que incluyen la médula ósea, el timo, el bazo, las amígdalas y los ganglios. En el cuerpo, los leucocitos circulan desde y hacia los órganos y los ganglios por medio de vasos linfáticos y vasos sanguíneos. De esta manera, el sistema inmune funciona de forma coordinada para controlar el cuerpo en busca de gérmenes o sustancias que puedan ocasionar problemas. Los dos tipos de leucocitos son: los fagocitos, que son células que ingieren y destruyen a los organismos invasores y los linfocitos, que son células que producen anticuerpos y otras moléculas que permiten destruir a los invasores, o bien hacer más eficiente a las otras células del sistema inmune para su acción protectora.
Cuando se detectan sustancias extrañas que invaden el cuerpo, a lo que llamamos antígenos (en este ejemplo todo el virus dengue sería un antígeno), varios tipos de células trabajan de forma conjunta para reconocerlos y responder a la amenaza. Estas células inducen a los linfocitos B a producir anticuerpos, proteínas especializadas que atrapan antígenos determinados, una vez fabricados. Una vez que se ha recuperado el paciente, estos linfocitos B que reconocen al dengue, permanecen en el cuerpo de la persona, de modo que, si el mismo virus lo vuelve a infectar, el sistema inmunitario ya cuenta con las células productoras de los anticuerpos para atacarlo y no se enferma. Por lo tanto, si una persona se enferma de un virus, por ejemplo, de varicela, generalmente no volverá a contraer la enfermedad. La generación de linfocitos B productores de anticuerpos requiere de la función correcta de los linfocitos T.
Los anticuerpos en la infección por dengue median la eliminación del virus. Los linfocitos B producen anticuerpos que se unen al virus e impiden que se introduzcan a las células, evitando que se genere el daño. Como se puede ver en la
figura 1, mientras el paciente infectado no empieza a producir anticuerpos (llamados IgM o IgG), el virus va a provocar el
¿A qué se debe que algunos desarrollemos la misma enfermedad de manera diferente?: La memoria inmunológica
Archivo: Salud
Dra. Judith González Christen / judith.gonzalez@uaem.mx
Facultad de Farmacia de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
El dengue es una seria causa de morbilidad y mortalidad en la mayoría de las áreas tropicales y subtropicales del mundo; es una enfermedad viral, que puede ser asintomática o manifestarse clínicamente como fiebre dengue (FD) o fiebre hemorrágica por dengue (FHD), la cual es la forma más severa y puede ser fatal para el individuo.
Es causado por el virus dengue (DENV) del cual se conocen 4 variantes, llamadas DENV-1, DENV-2, DENV-3, DENV- 4. Este virus es transmitido al hombre por mosquitos vectores, principalmente Aedes aegypti, cualquiera puede provocar las diferentes manifestaciones de la enfermedad.
Esta enfermedad puede llegar a afectar a más de 100 millones de personas en el mundo. En nuestro país, en los últimos 5 años, se ha incrementado el número de casos, por lo que se ha convertido en un problema de salud. De acuerdo con lo reportado por la Secretaria de Salud, hasta diciembre de 2010 se presentaron 22 mil 352 casos de FD y 6 mil 336 casos de FHD, dando un total de casos de dengue de 28 mil 688 y 56 defunciones por FHD. Hasta enero de 2011 ha habido 120 casos de FD y 42 casos de FHD. En el estado de Morelos en 2010 se reportaron mil 502 casos de dengue y hasta enero de 2011 ha habido 12 casos confirmados de dengue. Como se puede observar, entre el 80 al 90% de los casos corresponden a las manifestaciones menos severas, mientras que sólo el 20% desarrolla un cuadro clínico más severo. Hasta el momento se desconocen cuáles son los factores que predisponen a un individuo a desarrollar una enfermedad leve o severa. Algunas propuestas sugieren que el sistema inmune tiene un papel importante en este proceso, particularmente la memoria inmunológica.
¿Pero qué es el sistema inmune? también conocido como sistema inmunitario, el sistema inmune, es el conjunto de estructuras y procesos biológicos en el interior de nuestro organismo que nos va a proteger contra enfermedades, ya sea identificando y matando células patógenas, así como células cancerosas, además de promover la reparación de los tejidos dañados. Tiene la capacidad de detectar una amplia variedad de agentes tóxicos desde virus, toxinas, bacterias hasta parásitos intestinales. El sistema inmune, que se compone de órganos, tejidos, células y proteínas particulares, a diario va a proteger a las personas de los gérmenes y agentes tóxicos. En la mayoría de los casos va a realizar su trabajo con asombrosa eficacia para mantenernos saludables y prevenirnos de infecciones. Mediante una serie de pasos llamados "respuesta inmune", el sistema inmune ataca a los organismos y las sustancias que invaden nuestro cuerpo y causan las enfermedades, sin embargo, en algunas ocasiones, también puede producir enfermedades o responder de manera nociva y perjudicar a nuestra salud.
Entre las células del sistema inmune están los leucocitos o glóbulos blancos, que se encargan de destruir las sustancias u organismos que causan las enfermedades, se producen o almacenan en varios lugares del cuerpo, que incluyen la médula ósea, el timo, el bazo, las amígdalas y los ganglios. En el cuerpo, los leucocitos circulan desde y hacia los órganos y los ganglios por medio de vasos linfáticos y vasos sanguíneos. De esta manera, el sistema inmune funciona de forma coordinada para controlar el cuerpo en busca de gérmenes o sustancias que puedan ocasionar problemas. Los dos tipos de leucocitos son: los fagocitos, que son células que ingieren y destruyen a los organismos invasores y los linfocitos, que son células que producen anticuerpos y otras moléculas que permiten destruir a los invasores, o bien hacer más eficiente a las otras células del sistema inmune para su acción protectora.
Cuando se detectan sustancias extrañas que invaden el cuerpo, a lo que llamamos antígenos (en este ejemplo todo el virus dengue sería un antígeno), varios tipos de células trabajan de forma conjunta para reconocerlos y responder a la amenaza. Estas células inducen a los linfocitos B a producir anticuerpos, proteínas especializadas que atrapan antígenos determinados, una vez fabricados. Una vez que se ha recuperado el paciente, estos linfocitos B que reconocen al dengue, permanecen en el cuerpo de la persona, de modo que, si el mismo virus lo vuelve a infectar, el sistema inmunitario ya cuenta con las células productoras de los anticuerpos para atacarlo y no se enferma. Por lo tanto, si una persona se enferma de un virus, por ejemplo, de varicela, generalmente no volverá a contraer la enfermedad. La generación de linfocitos B productores de anticuerpos requiere de la función correcta de los linfocitos T.
Los anticuerpos en la infección por dengue median la eliminación del virus. Los linfocitos B producen anticuerpos que se unen al virus e impiden que se introduzcan a las células, evitando que se genere el daño. Como se puede ver en la
figura 1, mientras el paciente infectado no empieza a producir anticuerpos (llamados IgM o IgG), el virus va a provocar el
http://hypatia.morelos.gob.mx Potenciado por Joomla! Generado: 21 November, 2012, 11:08
Hypatia - Revista de Divulgación Científico - Tecnológica del Estado de Morelos.
estado febril que caracteriza a esta enfermedad. En cuanto hay en circulación estos anticuerpos, pueden atacar al virus y
entonces el paciente empieza a mejorar, disminuyendo la fiebre y los otros síntomas.
También los linfocitos T son necesarios para evitar que el virus dengue mate al paciente. Estos linfocitos tienen dos formas de controlar la infección, por un lado, los llamados CD8, reconocen las células que han sido infectadas por el virus y las destruyen, impidiendo así que el virus se reproduzca e infecte nuevas células. Por otro lado, los llamados CD4 van a secretar una variedad de proteínas que van a favorecer que los linfocitos B produzcan anticuerpos, así como la regulación de otros mecanismos inmunológicos que favorecen el control de las enfermedades, por ejemplo secretando IL-1 e Interferones, que inducen un proceso inflamatorio benéfico para la eliminación del virus.
Entonces el sistema inmune controla la infección y genera memoria, de manera tal que el individuo queda protegido para toda su vida si vuelve a ser infectado por el mismo virus. Sin embargo, tiene el problema de que su sistema inmune no
lo protege si el virus es diferente, debido a las diferencias que existen entre ellos. Como mencionamos, hay 4 tipos de
virus dengue, por lo que un individuo puede enfermarse por dengue cuatro veces a lo largo de su vida, si se llega a
infectar con las 4 variantes.
Sin embargo, aún no se entiende por qué algunos individuos además del cuadro febril, presentan manifestaciones más graves, como son la destrucción de plaquetas, pérdida de líquido vascular, entre otros muchos aspectos, que pueden llegar incluso a provocar la muerte. Una propuesta que se ha hecho desde hace varias décadas es que el sistema inmune en los pacientes con FHD no sólo no los está protegiendo, sino que además les está provocando daño.
Algunas evidencias que apoyan esta hipótesis son que en general esto se observa cuando el paciente se ha infectado por más de una variante de virus. Se ha propuesto, y hay evidencia con estudios experimentales en laboratorio, que los anticuerpos que se produjeron contra la primera variante que infectó, reconocen a la segunda variante pero no son capaces de impedir de que el virus entre a la célula, sino que al contrario, puede favorecer que haya una mayor infección (Ver figura 2). Otra propuesta es que se favorece una mayor producción de IL-1 e Interferón, por lo que la respuesta inflamatoria es excesiva.
En el laboratorio de Inmunidad Innata de la Facultad de Farmacia, de la UAEM, estamos estudiando el papel de los anticuerpos en esta enfermedad, particularmente como están involucrados en el desarrollo de las manifestaciones de FHD. Hemos observado que los pacientes con las manifestaciones más severas producen una mayor cantidad de un tipo de anticuerpo y que esto también está asociado a una mayor liberación de IL-1. Continuamos analizando este tipo de asociaciones, con el fin de poder establecer parámetros que le sirvan al médico para predecir si el paciente va a desarrollar una enfermedad leve o severa, así como para proponer a futuro tratamientos que permitan controlar la enfermedad.
Dra. Judith González Christen es bióloga experimental por la UAM, maestra en investigación biomédica básica por la UNAM y doctora en ciencias de la vida, por la Universidad Paul Sabatier en Francia. Actualmente es profesor- investigador en la Facultad de Farmacia de la UAEM, en donde dirige el laboratorio de Inmunidad Innata, con la línea de investigación “Mecanismos de infección y patogenicidad del virus Dengue”. En este proyecto participa la L.F Karina R. Flores Avila, licenciada en farmacia y actualmente estudiante de la maestría en farmacia en la Facultad de Farmacia de la UAEM. Su trabajo de tesis es el papel de los anticuerpos en la infección por dengue y sus resultados se han presentado en varios congresos.
También los linfocitos T son necesarios para evitar que el virus dengue mate al paciente. Estos linfocitos tienen dos formas de controlar la infección, por un lado, los llamados CD8, reconocen las células que han sido infectadas por el virus y las destruyen, impidiendo así que el virus se reproduzca e infecte nuevas células. Por otro lado, los llamados CD4 van a secretar una variedad de proteínas que van a favorecer que los linfocitos B produzcan anticuerpos, así como la regulación de otros mecanismos inmunológicos que favorecen el control de las enfermedades, por ejemplo secretando IL-1 e Interferones, que inducen un proceso inflamatorio benéfico para la eliminación del virus.
Entonces el sistema inmune controla la infección y genera memoria, de manera tal que el individuo queda protegido para toda su vida si vuelve a ser infectado por el mismo virus. Sin embargo, tiene el problema de que su sistema inmune no
lo protege si el virus es diferente, debido a las diferencias que existen entre ellos. Como mencionamos, hay 4 tipos de
virus dengue, por lo que un individuo puede enfermarse por dengue cuatro veces a lo largo de su vida, si se llega a
infectar con las 4 variantes.
Sin embargo, aún no se entiende por qué algunos individuos además del cuadro febril, presentan manifestaciones más graves, como son la destrucción de plaquetas, pérdida de líquido vascular, entre otros muchos aspectos, que pueden llegar incluso a provocar la muerte. Una propuesta que se ha hecho desde hace varias décadas es que el sistema inmune en los pacientes con FHD no sólo no los está protegiendo, sino que además les está provocando daño.
Algunas evidencias que apoyan esta hipótesis son que en general esto se observa cuando el paciente se ha infectado por más de una variante de virus. Se ha propuesto, y hay evidencia con estudios experimentales en laboratorio, que los anticuerpos que se produjeron contra la primera variante que infectó, reconocen a la segunda variante pero no son capaces de impedir de que el virus entre a la célula, sino que al contrario, puede favorecer que haya una mayor infección (Ver figura 2). Otra propuesta es que se favorece una mayor producción de IL-1 e Interferón, por lo que la respuesta inflamatoria es excesiva.
En el laboratorio de Inmunidad Innata de la Facultad de Farmacia, de la UAEM, estamos estudiando el papel de los anticuerpos en esta enfermedad, particularmente como están involucrados en el desarrollo de las manifestaciones de FHD. Hemos observado que los pacientes con las manifestaciones más severas producen una mayor cantidad de un tipo de anticuerpo y que esto también está asociado a una mayor liberación de IL-1. Continuamos analizando este tipo de asociaciones, con el fin de poder establecer parámetros que le sirvan al médico para predecir si el paciente va a desarrollar una enfermedad leve o severa, así como para proponer a futuro tratamientos que permitan controlar la enfermedad.
Dra. Judith González Christen es bióloga experimental por la UAM, maestra en investigación biomédica básica por la UNAM y doctora en ciencias de la vida, por la Universidad Paul Sabatier en Francia. Actualmente es profesor- investigador en la Facultad de Farmacia de la UAEM, en donde dirige el laboratorio de Inmunidad Innata, con la línea de investigación “Mecanismos de infección y patogenicidad del virus Dengue”. En este proyecto participa la L.F Karina R. Flores Avila, licenciada en farmacia y actualmente estudiante de la maestría en farmacia en la Facultad de Farmacia de la UAEM. Su trabajo de tesis es el papel de los anticuerpos en la infección por dengue y sus resultados se han presentado en varios congresos.
http://hypatia.morelos.gob.mx Potenciado por Joomla! Generado: 21 November, 2012, 11:08
No hay comentarios:
Publicar un comentario