Estimado Señor Abel Cuevas Melo. Recibí una carta de Usted donde se me invita a cambiar la historia, "más allá de partidos o ideologías". Mucho le agradezco que se haya tomado la molestia de escribir este documento y firmarlo personalmente. He visto su propaganda en anuncios espectaculares impresos y, en efecto, tengo entendido que es Usted uno de los candidatos que contienden para la Alcaldía de Xalapa. No tengo el gusto de conocerlo en persona y, como soy bastante ajeno a la política, tampoco tengo idea de su trayectoria, si bien, en la carta nos hace notar que ha sido Diputado y Delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, donde trabajó para el padrón de programas como "70 y más", el cual, debido a mi ignorancia en materia política, confieso que no lo conozco. Por consiguiente, no lo puedo juzgar ni para bien ni para mal. Y, aclaro, que no tengo nada personal contra Usted.
El único problema grave que le veo a su candidatura es que Usted es candidato del PAN. Ese partido que le hizo la guerra a la pequeña empresa cultural "Katarsis, música y danza"desde las regidurias municipales cerrándonos no ya apoyos, sino incluso negándonos permisos que estaba por ley obligado a dar. Y todo esto de manera irracional y sistemática. Pues su servidor es gestor cultural y, junto con otros miembros de mi familia, tenemos dicha empresa. También vimos el efecto nefasto que la administración Fox-Bermúdez tuvo en el ambiente cultural, así como en otros rubros, como el de seguridad social y seguridad pública. Además de casi desmantelar al Estado mexicano, en la era Fox el narcotráfico creció como nunca antes se había visto, aunque siempre había estado presente. Y, durante el mandato del presidente (con minúscula) Felipe Calderón, se trató de corregir dicha situación para legitimar un resultado electoral poco convincente. El nefasto plan del presidente Calderón todos lo conocemos: fue una guerra de carácter casi personal que le costó al país más de 70000 muertos, un sexenio que gobernó a través del miedo: miedo al "crimen organizado", miedo a la influenza Ah1n1, a la gripe aviar y a "un catarrito" cuyo virus se empezó a localizar en la SHCP cuando la dirigía Agustín Carstens. Y qué decir de las propuestas de otro panista de apellido Cordero, las cuales, además de nocivas y alejadas de la realidad, ofendían la inteligencia de los mexicanos. Y, en materia de cultura, desde la ciencia hasta las artes y el entretenimiento, el sexenio del presidente calderón fue de vacas flacas.
Hay quien me está invitando a votar por un personaje que se llama "el candigato". Yo no lo voy a hacer así. Yo no voy a desperdiciar mi voto. Lo único que le digo es que, para que yo vote por Usted, deberá estar postulado por otro partido. Incluso por el PRI. No le revelaré por quién voy a votar, porque es mi derecho. Pero sí le puedo adelantar por quien no voy a votar el resto de mis días: por ningún candidato del PAN. No me lo tome a mal, pero los corajes y las angustias, así como el deterioro de mi situación económica que padecí de 2000 a 2012 me dejaron bastante traumado.
A menudo el pueblo mexicano olvida su historia y es probable que este 7 de julio la vuelva a olvidar y vote por Usted. Si eso llegara a suceder, aunque no voy a votar por su partido, reconoceré y respetaré su mandato, y actuaré como un ciudadano responsable. Y, ya que estamos hablando de mejorar nuestra ciudad, ojalá que Usted sea un promotor del cambio correcto. Pues no se trata de cambiar por cambiar: Se trata de cambiar para mejorar; ya tuvimos bastante con el "sexenio del cambio". Por parte de nosotros, Usted, en caso de que el voto popular lo favorezca, tendrá un aliado siempre que se trate de lograr el bienestar colectivo: la cultura es un auxiliar (si bien no hace milagros) para prevenir la violencia y mejorar la calidad de vida.
Me despido cordialmente. ATTE. Francisco S.E. González Christen.
Gracias.
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