Cuando éramos trabajadores en activo, se nos pagaba el mes de diciembre, el aguinaldo y otras prestaciones, los días 14, 15 y 16 de diciembre. Cuando mucho hasta el 17. Pero ahora que somos jubilados o pensionados del Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz (por sus siglas, el IPE), llegó el día 18 y pese a la manifestación de protesta que hicieron mis compañeros de lucha (de la cual me enteré de manera tardía), pasaron los días; y, hasta el día de ayer, no nos habían pagado. Supongo que el día de hoy tampoco, pues me llegó un comunicado de un amigo "que de buena fuente" me dijo "que no me desesperara, que mi pago llegaría el lunes 21, después de las 14 horas".
Sacando cuentas, la Secretaría de Finanzas y Planeación del Estado de Veracruz (la SEFIPLAN) o no sé qué organismo o funcionario, planearon jodernos las posadas; y, hasta el momento, ya han logrado un 40% de avance en el logro de tan nefasto plan: cinco días de ocho, con la amenaza de que sean cinco días y medio; y, con suerte, la Navidad, el Año Nuevo y Los Reyes.
No somos nada más 28000 pensionados y jubilados los que dejaremos de acudir a los restaurantes, a los hoteles, a las tiendas departamentales, a los talleres mecánicos, a los autobuses foráneos, a las gasolineras, a las casetas de cobro en las carreteras y demás servicios relacionados con el turismo y las festividades decembrinas: también lo harán las personas que dependen de nosotros o las personas que se tienen que hacer cargo de nosotros. Eso afectará a la economía global, generando pérdidas económicas que se convertirán en despidos, los cuales generarán nuevas pérdidas económicas que a su vez generarán más despidos. Mientras, el PRI se prepara para arrasar con la oposición en las próximas votaciones, aunque ni falta le hace, pues aunque la gente no acuda a las urnas a votar, de todas maneras ganarán, pues así están diseñadas las leyes electorales mexicanas.
Desde hace años corre el rumor de que el IPE ha sido la caja chica de los gobernadores, pese a que las leyes 5, 20 y la nefasta Ley Duarte tienen artículos que prohíben que los gobernadores o algún otro funcionario dispongan de los recursos para fines diferentes a los que prescriben estas leyes, que son el pago a jubilados y pensionados. Es especialmente difundido el rumor que dice que se desvía para fines electorales; pues una vez ganada la elección, el candidato del PRI, quien normalmente era el vencedor, devolvía el dinero. El problema fue cuando Labastida perdió las elecciones presidenciales en el 2000 y Fox, el ganador, no hizo nada para mejorar el rumbo del país. Desde entonces, los rumores dicen que hay un gran quebranto, que las arcas del IPE están vacías y que los pagos los están haciendo con dinero prestado, el cual cada día se tardan más en conseguir.
Otros rumores dicen que este dinero se ha desviado para infinidad de asuntos diferentes a los prescritos por ley, o que los están "jineteando". Jinetear significa depositar el dinero ajeno en un banco o jugar en la bolsa, a fin de cobrar los intereses y quedarse con este plus, pues el aguinaldo superior a los $400000 pesos mexicanos no les alcanza. Son muy católicos, pero no creen que el pecado de la codicia (avaricia) sea un pecado grave.
Por lo pronto, jubilados y pensionados, quienes ya se han tenido que manifestar el día 30 de noviembre y el 18 de diciembre, se verán en la penosa necesidad de manifestarse otra vez hoy, a las once de la mañana en punto, pues la promesa es que empezarán a pagar después de las 14 horas. Promesa emitida por una voz que ya no tiene credibilidad pero que ojalá y ahora sí diga la verdad. Que dios nos agarre confesados.
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