Mientras encuentro la "Defensa Siciliana" oculta en la Ley de Seguridad Interior, pues hay gente muy autorizada que dice que dentro de su ambigüedad se esconden las bases para un golpe de estado ante la inminente derrota del partido en el poder, me dirijo a Ustedes, amables lectores, en primer lugar, para desearles un feliz año nuevo y que tengan todo lo mejor, lo cual incluye a la paz, la salud, la prosperidad y el amor.
En segundo lugar, para compartirles los más recientes resultados de los ejercicios para la adquisición del difícil arte de la poesía, donde trato, como verán, sacar de la falta de inspiración al menos una confesión con sentido del humor y apego a las formas, con tres cuasi poemas de mi autoría:
EL COPIÓN UNTUOSO
Quevedo, Francisco, es el modelo
Que para a Luis de Góngora imitar,
Pronto te hará parecer como un lelo
Y mostrar de tu cerebro la tara,
Pues piensas sólo con el cerebelo
Y pura tontería vas a anotar:
Infame producto de tu ignorancia,
Tosco y feo fruto de tu arrogancia.
No porque Quevedo escribiese mal,
Sino por ser Góngora un gran barroco,
Donde no cabe tu verso inmoral
De querer echar a Galatea el moco
Perpetrando un formidable tamal
Que vuela sin orden fuera de foco,
Como de Polifemo los cabellos,
Horrendos, untuosos y nada bellos.
CON LA MENTE VACÍA
Y era de temerse
Que el falso poeta tropezara,
Despojado de la forma y de la rima,
Sin nada que decir,
Salvo obscenidades y corrupción
De retorcida mente
Y de una clase política demente
Que la estima lastima con lástima,
Desilusión, y un mar de decepción.
Con la mente vacía,
Ávido de aventuras y de ideas,
Abogado que a la ñapa se arrima,
Hipócrita amanuense,
Extranjero en Sión,
Sordo a su algazara
Y de la mediocridad Gran Visir,
Tonto vierteaguas que al truco se arrima,
De metáforas bellas invidente,
Trata de la poesía ser un ente,
Aunque sea por cumplir
Con una tarea que lo supera:
Es lento, impreciso e insuficiente.
SONETO
Cayendo una y otra vez en la gran liviandad,
Convencido de que aunque todo mi ser lo intente,
Hacer algo bien no puede mi estúpida mente:
Sufro haciendo estudios de gran verdad.
Los maestros me dicen “la gran lucha entablad”
Yo me devano los sesos estúpidamente
Pues es tupida mente la de un genio vehemente
Y no triste y rala de la escasez entidad.
Soy como el más frágil y corriente de los vidrios
Que se quiebra indefenso al chocar contra algo duro
Como los versos que escribiendo estoy ahora.
Porque son de atormentada mente mis delirios,
Disparates de orate que rápido apresuro
Para deleitar y complacer a gran señora.
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