-¡A ver Flavio, ¿Quien es este tipo que anda diciendo "la multitud de formas de injusticia y de violencia que hieren cada día a la humanidad es un rio de miseria?" -Dijo el Gobernador.
-Es un tal Francisco.
-¡Otra vez este Francisco! -Lo quiero en la cárcel, ¡pero ya!
-No es posible Sr. Gobernador, no vive en el país.
-¡Pues bloqueen todas sus redes sociales!
-Tampoco es posible.
-Entonces búsquenlo y desaparézcanlo.
-No creo que sea buena idea, Señor Gobernador.
-Siémbrenle droga, maten a un par de prostitutas y mátenlo a él. Colóquenlos en el mismo departamento. Cuando las acusaciones me señalen, yo simplemente me deslindaré: no es la primera vez que me lavaré las manos en público y nadie pondrá en duda mi palabra.
-Insisto en que no es buena idea.
-¿Porqué? ¡Oye lo que dice! "Hay que vencer la violencia que crece en el mundo. Le pido al mundo que venza la indiferencia y recurra a la fuerza de la fe para abrir nuevos caminos que alcancen acuerdos a los que no llegue la política" ¡Eso es una clara incitación de rebeldía contra mi gobierno!
-No creo que lo haya dicho exclusivamente por Usted...
-¡¿Qué dices?!
-Que no lo dice por Usted
-¿¡Cómo de que no!? Oye esto:"¿Cómo es posible que perdure la opresión del hombre contra el hombre, que la arrogancia del más fuerte continúe humillando al más débil, arrinconándolo en los márgenes más miserables del mundo?" Y no contento con decir esto, continuó diciendo "¿Hasta cuando la maldad humana seguirá sembrando la tierra de violencia y odio, que provocan tantas víctimas inocentes?" ¿Porque te has tardado tanto en electrocutar a ese tal Francisco?
-Porque quiero evitarle a Usted una crisis internacional.
-¿Pues tan importante es el jubilado ése?
-¡Ejem! Es que no es un jubilado, es el Papa Francisco.
(El Gobernador y su secretario Flavio son personajes de ficción. Las palabras del Papa Francisco, son reales).
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