QUIERO escribir los versos más alegres esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y salgo a pasear, veo mi casa a lo lejos".
El granizo de la tarde no acabó con mi huerta.
Quiero escribir los versos más alegres esta noche.
Yo quise salir, y a veces la cuarentena me metió a la casa.
En las noches como ésta me salvé del COVID.
Le temí tantas veces bajo el cielo infinito.
El maldito virus me quiso, tanto como yo lo odiaba.
Cómo no haber odiado las extensiones de su núcleo.
Quiero escribir los versos más alegres esta noche.
Pensar que no lo tengo. Sentir que me hizo los mandados.
Pasear por la noche inmensa, más inmensa sin la cuarentena.
Y la cerveza cae al estómago como al pasto el rocío.
Qué importa quedarme en mi casa toda la vida.
La noche está estrellada y yo estoy encerrado.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma con saber que lo hace fuera de su casita.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella está en su casa.
La noche del miércoles se parece a la del domingo.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no quiero salir, es cierto, pero cuánto lo quise.
Mi voz buscaba el viento para ir al cine.
De mañana. Será dentro de noventa días. Como antes de la
pandemia.
Sus extensiones, su
núcleo. Su forma de corona.
Ya no quiero salir, es cierto, pero tal vez todavía quiero
salir.
Es tan corta la vida, y es tan largo el encierro.
Porque en noches como ésta pude salir de parranda,
Parranda y pachanga, todo se ha perdido.
Aunque éste sea el último dolor que el virus me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
(Parodiando a Neruda)
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