Translate

Vistas de página en total

viernes, 25 de octubre de 2013

Lunas de octubre, mañana 27 de octubre


Mañana domingo, en la Sala Dagoberto Guillaumín (también conocida como la sala “chica” del Teatro del Estado) se presentará por fin Lunas de octubre, tras de un cambio sorpresivo de escenario y fecha. Se trata de un espectáculo multidisiciplinario a base de música en vivo: voz y cuarteto de cuerdas, en contrapunto con un grupo de danza contemporánea e imágenes visuales proyectadas desde algún punto. El valor de este evento deriva de su naturaleza única, irrepetible, como la de todos los espectáculos en vivo. Como valor agregado tiene el haber ser producido en nuestra ciudad, por artistas mexicanos y tener casi todas las canciones en español. Las únicas excepciones son el primer movimiento de la sonata Claro de Luna de Beethoven, cuyo primer movimiento se escuchará vibrando en las cuerdas del cuarteto Plenilunio y las canciones de Ángela Peralta, que están en Francés e italiano. La organización Katarsis Gestores y Creadores Artísticos, con este evento, ofrecerá un muestrario de creaciones locales, nacionales e internacionales, con énfasis en los productores artísticos mexicanos. La globalización y la industrialización de la cultura llevan a infravalorar lo local y a sobrevalorar lo industrial, poniendo las cosas al revés: el café orgánico producido en una pequeña finca de la región Xalapa-Coatepec puede ser de mucha mejor calidad que un café soluble colombiano o de cualquier marca extranjera distribuido por una trasnacional norteamericana. Pero mucha gente no lo sabe y prefiere el artículo industrial y cree, además que el producto local es muy caro y malo. Durante mucho tiempo se ha menospreciado a los vinos y a las películas hechas en México, cuando, en verdad, algunos de ellos han ganado premios internacionales o, simplemente, se destacan por su calidad. Los mexicanos descartan sistemáticamente lo nacional, consumen nada más lo extranjero y luego se enojan cuando pierden sus empleos. Las cosas no son buenas ni malas por ser inglesas, españolas, japonesas, chinas o mexicanas. Lo son debido a su proceso de preparación y a las materias primas con las que se elaboran. La organización Katarsis está consciente de esta situación y preparó este evento con mucha anticipación, negándose incluso a presentarlo en situaciones que podrían dañar su calidad, aunque esto implicara un esfuerzo físico y económico de mayores proporciones. La organización Katarsis es una empresa cultural y artística independiente que se arriesga a producir obras artísticas sin contar con un subsidio gubernamental, a cambio de ofrecer a su público eventos más libres y creativos que los que haría si estuviera sometida a una estructura vertical y burocratizada.
Sin duda, el Teatro del Estado sigue siendo un referente a nivel local. Y, con mayor razón, toda vez que al cumplir su 50 aniversario, está renovado y sigue siendo el mejor sitio para presentar artes escénicas en Xalapa. El cuarteto Plenilunio y el grupo Katarsis, Danza unieron sus fuerzas para realizar este sueño y, de pasadita, celebrar sus trece años de existencia.
El proceso pasó por un largo periodo de gestación musical que significó el preparar todas las piezas musicales para cuarteto de cuerdas, pues la mayoría no eran originales para esta instrumentación: fueron arregladas por Francisco González Christen, tres veces creador con trayectoria por el IVEC. Por esta razón, piezas como el primer movimiento de la Claro de Luna de Beethoven, Loin de Toi y Les Larmes de Ángela Peralta, Noche Criolla de Agustín Lara y Noche de Luna en Xalapa fueron reorquestadas, pues la mayoría de ellas eran originales para voz y piano o para instrumentación abierta. Francisco también reorquestó varias de sus propias composiciones: Acaso un día, Quetzalli y Sabrás muy pronto. Cada pieza musical tiene una historia que contar y, además, tiene su propia historia. Por esta razón, Lunas de octubre se trata de una serie de relatos que ocurren bajo la luz de la luna, desde lo que ocurre en una mente criminal, hasta un cántico de paz y esperanza para la humanidad, “libre del odio”, como dice la letra de Acaso un día. Son historias de amor, desengaños, reconciliaciones, un poco de erotismo, alegría embriagadora e ingenua e incluso de alejarse del mundo y verlo desde arriba, como un ser que observa la locura de los seres humanos.
La cantante Rosaura González Ramírez verá realizado su sueño de cantar las canciones de Ángela Peralta que venía ofreciendo desde recitales anteriores, pero que la fuerza del destino le impidió hacerlo. Quizá por esta razón el espíritu de Beethoven está presente en varios puntos de Lunas de octubre: vencedor en la lucha contra el destino, servirá de modelo a la organización Katarsis para realizar este evento con éxito. Éxito que se medirá más por la calidad artística que por otra cosa.
Francisco González Christen, el instigador de todo esto, acaba de graduarse en la Maestría de Comunicación Corporativa y Mercadotecnia en la Universidad Anáhuac de Xalapa y está cursando la Maestría en Marketing y Producción Artística y Cultural en el Instituto Realia. Muchas de las ideas de Lunas de Octubre se gestaron durante las sesiones de ambas Maestrías. Julia Tapia, la bailarina intérprete de Iter Criminis, alterna sus sesiones de estudio en la Maestría en Educación de la Universidad Eurohispanoamericana con los ensayos de Lunas de octubre. Julia tiene un amplio conocimiento de la corporalidad: ha sido bailarina de Katarsis desde el año 2001 y, de un tiempo acá, está comprometida a fondo con la disciplina del Capoeira, a tal grado de ser la fundadora y directora del Centro Cultural Yanga Capoeira, una de las sedes donde se ensayó este evento multidiscipliario. Rafael Domínguez, el único bailarín varón que se presentará en esta ocasión, también es un asiduo conocedor de la corporalidad humana: ha sido bailarín de Katarsis desde el año 2002, y, actualmente, se desempeña como profesor de diversas disciplinas en el gimnasio Egrus de esta ciudad, sitio reconocido por su calidad. Es el coreógrafo de Sabrás muy pronto, a ritmo de tango. Nicté Méndez es la bailarina más antigua de Katarsis. Egresada de la Facultad de Danza de la U.V., también es una mujer emprendedora: fue fundadora del grupo Compos Sui y, en la sexta edición del concurso internacional de danza Guillermina Bravo, obtuvo el primer lugar a la mejor coreografía. El grupo Katarsis, Danza obtuvo en 2003 una beca del IVEC, que los llevó a dar a conocer su arte a varias poblaciones de nuestro Estado. Más adelante siguió participando en diversos foros de la ciudad, participando en el festival Junio Musical
Rosaura González Ramírez se graduó con promedio superior a 9 y con los máximos honores de la Facultad de Música de la U.V. En 2007 ganó por concurso el primer lugar para asistir al programa Inter singers de Monterrey, donde recibió clases magistrales de Marvin Kingsey, mentor del Metropolitan de Nueva York. Posteriormente, tomó clases magistrales con Francesca Roix, en la Academia de Victoria de los Ángeles, en Barcelona, España. En 2007 y 2008 tuvo el papel protagónico en la ópera Tropical. Los integrantes del cuarteto Plenilunio, Celia Gómez Reyna, Ricardo Elías y Antonio Graciano, egresados todos de la Facultad de Música, han tocado en varias orquestas de renombre, como son la OUMP, entre otras. Su director, Arturo Castillo, obtuvo su licenciatura como Director de Orquesta en España. Actualmente es el asistente de dirección de la OUMP. El cuarteto Plenilunio estuvo presente en el Festival Cervantino, y en varias ediciones del Festival Internacional Junio Musical. Angélica Ramírez, coreógrafa con más de treinta años de trayectoria, es egresada de la Facultad de Danza de la U.V. En 2002 obtuvo un Estímulo para Creadores con Trayectoria por parte del IVEC, con el que realizó el proyecto Mariposa de Sueños, el cual fue estrenado por el grupo Katarsis, Danza. La maestra Ramírez fue profesora de la Facultad de Danza hasta que se jubiló. Es la autora de las coreografías Nada es para siempre, Homo novum, Primero fue Diosa, y Quetzalli, entre otras. Esta última y Reencuentro cuentan ya con al menos treinta años de haber sido estrenadas mundialmente. Claudia Olvera es la artista a cargo de las proyecciones, la iluminación y la escenografía. Y también de agudas observaciones que mejoraron el desempeño escénico de los demás artistas, pues ella misma es bailarina. Su especialidad es la danza Odissi de la India. Sin temor a equivocarnos, éstas son algunas de las razones por las que Usted debe asistir a este evento, mañana 27 de octubre, a las 19 horas. En la Sala Chica del Teatro del Estado.

jueves, 24 de octubre de 2013

Murió Héctor Quintanar. Descanse en paz.

La vida está llena de alegrías y sinsabores, de ciclos que inician y otros que terminan. Nunca se tiene una alegría completa, siempre hay algo que la empaña. Todos estos días he estado luchando con ahínco para promover con éxito el evento "Lunas de octubre", al cual me hubiera gustado que asistiese mi Maestro Héctor Quintanar. Hace dos o tres semanas fui al Distrito Federal y quise aprovechar para platicar un momento con el maestro. Para saludarlo, para agradecerle sus valiosos consejos y, sobretodo, las enseñanzas que me impartió, gracias a las cuales pude ganarme la vida por más de treinta años y gozar la jubilación de la que ahora disfruto. Durante esa estancia, hablé a su casa. Me contestó su hijo. Tenía una voz muy parecida a la de su padre. Me informó que el maestro ya no recibía a nadie, pues estaba en una situación muy delicada. Comprendí y le pedí de favor que, en cuanto el Maestro estuviera despierto, le comunicara lo mucho que lo estimaba. Que había pasado a saludarlo para agradecerle todo lo que hizo por mí. La última vez que nos comunicamos, fue acá en Xalapa, durante el festival Centroamericano y del Caribe de músicos y compositores, en el año 2000. El guitarrista Víctor Pellegrini había tocado una obra mía y el Maestro Quintanar se acercó a felicitarme. Y me dijo, orgulloso, que se notaba que yo "tenía buena escuela". Y no era para menos: cuando yo era su alumno, me la pasé durante nueve meses de lunes a viernes y de 16 a 20 horas, analizando la obra de W.A. Mozart y la idea era tratar de componer con su estilo y calidad. Un gran ejercicio. "Aunque aquí te faltó chispa, Mozart lo hubiera hecho de otra manera ¿Porqué lo hiciste así?". En pocas palabras, fue algo así como mi maestro Yoda. Pues me transmitió muchos conocimientos y, ante todo, valores para la vida. Pero todo en esta vida, se acaba. Es la parte amarga de la vida, ver cómo los amigos, los parientes, los maestros y los compañeros de escuela, incluso los rivales, todos, tarde o temprano, nos dejan solos, en este valle de lágrimas. Durante aquella estancia en el D.F. me enteré que el año pasado murió mi compañero Víctor Manuel Medeles, alumno también de Héctor Quintanar. Mi hija me acaba de informar que hace unos días se murió el flautista Ignacio Guzmán, otro gran amigo de quien también recibí grandes enseñanzas musicales. Cuando escribí el ensayo para el libro conmemorativo del Teatro del Estado, tampoco pude entrevistar a Nacho. No recibía a nadie. Incluso, no hace mucho hablaba de Joaquín Gutiérrez Heras como si aún viviera, hasta que un exalumno me dijo "¿Qué no se enteró? El maestro falleció hace unos días". Perdón por importunarlos con estos pensamientos. Pero mi conciencia me decía que debía decirlos. Descansen en paz Héctor, Joaquín, Víctor y Nacho.

LUNAS DE OCTUBRE PRÓXIMAMENTE



 ¿Qué es Lunas de octubre? Es algo más que un recital convencional de canto. Va más allá de una función rutinaria de danza contemporánea y de un espectáculo puramente comercial: es un espectáculo multidisciplinario donde convergen el canto, la música en vivo, la danza y las proyecciones visuales.  Se trata de un ramillete de historias no enlazadas entre sí que ocurren a la luz de la luna, emanadas de la música que las sugirió. Las partituras que vibrarán el próximo domingo en la sala chica del Teatro del Estado son obras de tiempos pasados que se visten con ropajes nuevos y música nueva ataviada con vestuarios antiguos: el espíritu de Beethoven estará presente todo el tiempo, desde la aparición del primer movimiento de su sonata Claro de Luna, hasta el estreno mundial del Allegro Beethoveniano (1976) de Francisco González Christen, obra juvenil basada en el estudio de los cuartetos de Beethoven, y que fue creada bajo la dirección de Joaquín Gutiérrez Heras, uno de los más grandes compositores mexicanos del siglo XX. Habrá historias de amor: amor apasionado, lágrimas, nostalgia, ilusiones eufóricas e ingenuas, la culpabilidad de un criminal, encuentros y desencuentros y un búho que alternará sus actividades entre cazar sus presas y observar la locura de los seres humanos. La poesía siempre estará como fondo subyacente.  El romanticismo de Beethoven tendrá como aliado al de Ángela Peralta, cuyas canciones Les Larmes (Las lágrimas) y Loin de toi (Lejos de ti) combinarán la pirotecnia vocal con un profundo contenido emocional. Lo novedoso es que vibrarán en una nueva tonalidad, en la voz de la mezzosoprano Rosaura González y el cuarteto Plenilunio en lugar del tradicional piano. Las lunas de octubre en Xalapa, cuando las nubes las dejan ver, son hermosas, románticas. Inspiraron a Juan S. Garrido quien escribió Noche de Luna en Xalapa, ciudad que celebra sus setecientos años de fundación. El arreglo de Francisco González Christen hace alusión a los motivos neogóticos de la puerta principal de la Catedral xalapeña, armonizando la canción con técnicas góticas. Así es la arquitectura de este templo: un edificio barroco-tropical con motivos neogóticos. Las fusiones culturales es lo que está en boga hoy en día. Nuestra Catedral fue pionera de tal estilo. Agustín Lara también le cantó a las lunas de plata y a la noche. Otra de las canciones que se escucharán el próximo domingo es una versión de Noche Criolla. Esta versión es una adaptación del arreglo que se ocupó en la ópera Tropical. Las luces, proyecciones y escenografía estarán a cargo de la talentosa Claudia Olvera, ampliamente conocida por el público xalapeño como bailarina de danzas de la India, estilo Odissi. El grupo Katarsis, danza en ocasiones ha marcado la diferencia a través de la innovación. Este grupo celebra sus trece años de permanencia. Katarsis, obtuvo una beca para grupos artísticos otorgada por el FOESCA de Veracruz en 2003 y Angélica Ramírez, la coreógrafa fundadora de este grupo, obtuvo un Estímulo para Creadores con Trayectoria por parte del IVEC en 2002. Nicté Méndez, obtuvo el primer lugar a la coreografía en el VI Concurso de Creación Coreográfica Guillermina Bravo en 2006,organizado por Veradanza. El cuarteto Plenilunio también celebra este año se treceavo onomástico, después de haber estado presente como protagonista en festivales internacionales como el Cervantino de Guanajuato y el Junio Musical de Xalapa, entre otros. La cita es el domingo 27, a las 19 horas, en las Sala Dagoberto Guillaumín (Sala Chica) del Teatro del Estado.

jueves, 10 de octubre de 2013

"Quetzalli", de lo contestatario al Museo Rufino Tamayo

Quetzalli originalmente se llamaba "Variaciones sobre un tema maya", pues está basada en Los Xtoles, la única melodía maya prehispánica que se ha conservado, aunque algunos musicólogos europeos lo ponen en duda. Para los compositores mexicanos y mexicanizados, las opiniones de los musicólogos nos tienen sin cuidado y damos por hecho que la melodía sonaba en algún punto del Mayab antes de que los europeos llegaran a este continente. El primer compositor que oí que la empleaba por primera vez, fue Silvestre Revueltas, en La noche de los mayas. Sé que la han empleado otros colegas como Luis Sandi, Mario Kuri Aldama y Simón Tapia Colman, entre otros, si no me equivoco. Mi versión es de 1981. El Maestro Manuel Enríquez era vecino de mis progenitores, allá en el Distrito Federal, en la colonia Militar Marte. Tal vez por eso me llegó la "vibración" y me puse a escribir como frenético esta obra, sobre dos hojas de papel bond. Me tomó dos días hacerlo. Claro está que yo había analizado un conjunto de composiciones de Manuel Enríquez, Mario Lavista y Manuel de Elías, entre otros, a quienes podría clasificar dentro de un estilo de "cosmopolitismo de vanguardia", muy a la manera de las pinturas de Rufino Tamayo, pero en música; sin embargo, para diferenciarme de ellos, incorporé un elemento que sospechaba que ellos nunca intentarían: una melodía prehispánica pentatónica. Tampoco un ferviente seguidor de la pentafonía se atrevería a explorar los cromatismos que abordé, y mucho menos los ritmos y las estructuras semi-aleatorias que propuse. Esto me permitió crear texturas muy difíciles de lograr con una notación tradicional, pero con sonidos dulces al oído del "hombre de la calle". Y, los cromatismos, para enrarecer el ambiente, generar tensión dramática y contrastar el sabor empalagoso de la pentafonía. En términos culinarios, se podría decir que el resultado es una mezcla agridulce, parecida a los platillos del Lejano Oriente, en especial, los de China.
Cuando decidí estrenarla, grabé un ensayo con Bernardo Dufrane al (oboe) y Rosenda Moreno (flauta), solamente para estudiar los resultados y tratar de mejorar el ensayo del día siguiente. Cual fue mi sorpresa cuando vi a mi joven esposa, muy guapa, con nuestra hija Rosaura sobre las piernas, dándole palmaditas en la espalda para sacarle un aire, pues acababa de ingerir sus alimentos: era una bebita, y, esas palmaditas, iban con ritmo, porque ya estaba concibiendo su coreografía.
Quetzalli es una composición musical para instrumentación abierta y con una concepción formal que permite cambiar el orden de ejecución de las variaciones y el tema de una versión a otra. A la vez, las variaciones están concebidas como un conjunto de ocho matrices con planteamientos técnicos diferentes, que obligan a los músicos a improvisar dentro de unas reglas de juego bien definidas. El producto final es una especie de caleidoscopio musical, donde cada resultado siempre es diferente al de la versión anterior; pero, a la vez, similar. La coreografía de Angélica Ramírez responde a principios parecidos, aplicados a la danza. Fue ella quien asoció esta música al nombre "Quetzalli", que significa "plumas" en Náhuatl. La primera versión sugería un quetzal en la enramada de alguna selva centro americana  y fue estrenada por Patricia Fuentes. La segunda versión estuvo a cargo de Ana Uribe y esta vez el ave era un águila. La versión que Nicté Méndez baila aquí es más parecida a una garza. En la actualidad (octubre de 2013) se está preparando otra, pensando en un búho o una lechuza.
Me parece que Angélica estaba un tanto angustiada ante la idea de que un ave tan bella estuviera en peligro de extinción, y eso es lo que quiso expresar en aquella su primera versión, que estrenamos durante el Primer Festival de Danza Contemporánea de Xalapa, en 1982, creado y gestionado por el que estas líneas escribe. Ese año fue escenario de una de las crisis económicas más turbulentas del siglo pasado, que, en materia de grupos artísticos en Xalapa, significó el cierre y la clausura de muchos organismos culturales oficiales: la Orquesta Filarmónica del Puerto de Veracruz, La Compañía Titular de Danza de la U.V. y una gran cantidad de grupos de teatro, desaparecieron de un plumazo, literalmente. Incluso instituciones de mucho prestigio  como la Orquesta Sinfónica de Xalapa estuvieron amenazados en aquel momento. Y, sin duda, habrían desaparecido, de no ser por un movimiento contestatario, parecido al que sostienen en la actualidad los profesores contra la Reforma Educativa-Laboral en estas fechas. Este movimiento se denominó "Frente Pro Defensa del Arte". Curiosamente, el gobernador en turno era Don Agustín Acosta Lagunes. Durante las manifestaciones, había performances al aire libre en el Parque Juarez, frente al Palacio Municipal. Ahí, mi esposa, con una sencilla grabadora Panasonic de 1979 u 80 al piso, hacía bailar a la joven Patricia Fuentes, en tanto que la Banda Sinfónica del Estado, apostada en los bajos del Palacio Municipal, trataba de acallar nuestras voces con sus fanfarrias estrepitosas. Lo más divertido de todo aquel barullo es que el gobierno del Estado de Veracruz, firmó un convenio de intercambio cultural con la hoy desaparecida U.R.S.S. y, en una ceremonia, Quetzalli se bailó en presencia de Don Agustín y el embajador soviético, Don Rostislav Sergueiev. Al final del evento, estreché las manos de ambos y brindamos con sendas copas de vino blanco. Y todos quedamos como amigos. Un par de años, Quetzalli vibró en el Distrito Federal, en un evento denominado "mentes creativas", organizado por la Dirección General del Derecho de Autor, precursora del actual Instituto Nacional del Derecho de Autor.  Aquella vez, fueron dos músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional cuyos nombres no recuerdo. Solamente me viene a la memoria que uno tocaba clarinete y el otro fagot.
Varios años después, durante otra reconciliación, esta vez con el Maestro Manuel Enríquez, Quetzalli fue programada en el primer festival nacional de jóvenes compositores "Alicia Urreta", ni más ni menos que en el museo Rufino Tamayo de la ciudad de México, D.F. Ahí me tocó alternar con Arturo Márquez, Graciela Agudelo, Gabriela Ortiz y Horacio Franco. Mi obra la tocó el quinteto de alientos Adomian, el mejor de América Latina en su momento, al decir de Manuel Enríquez. Pero no me gustó como interpretaron la variación cuatro. Lo hicieron de una manera muy mecánica, sin aprovechar todas las posibilidades que les ofrecía la matriz. En cambio, Horacio Franco se lució tocando un solo de Gabriela Ortiz llamado Huitzil (colibrí), en una especie de flauta barroca de madera. Él se convirtió en un colibrí. Yo hubiera preferido a Horacio Franco en mi obra, pero así es la vida. Cuando celebré mis 30 años de haber debutado como compositor en el café-teatro Tierra-Luna de Xalapa, conté con dos excelentes músicos de la Orquesta Sinfónica de Xalapa: Erika Hernández (flauta) y Manuel Solis (clarinete). Si los hubiera tenido en aquel festival "Alicia Urreta", yo me habría sentido más satisfecho con el resultado de mi composición. En el vídeo que acompaña a este artículo, les presento la versión que bailó Nicté Méndez durante mi 30 aniversario en el Tierra-Luna. Ese fue un momento feliz: como se trataba de festejar, logré convencer a Marisol que la entrada fuera libre. Y, contra mi costumbre, hice un evento gratuito. Quizá Agustín Acosta Lagunes y yo nos entendimos por ser algo partidarios de la escuela económica de los Chicago Boys. A mí me tocó la época en que el estatismo cultural estaba agotado y la única opción para abrirse paso era la autogestión. Lo cual implicaba valerse de sus propios recursos y cobrar la entrada. Ese día, mucha gente aprovechó para entrara uno de mis eventos sin tener que comprar un boleto en la taquilla. Y, la verdad es que a Marisol, la administradora del Tierra-Luna, le fue bien esa vez: aquel sitio se llenó con tantos espectadores, que tuvieron que cerrar las puertas, pues ya no cabían más. De esto me dio cuenta mi amigo el cardiólogo y ajedrecista Eduardo Cortéz Nadal, quien por no darle jaque mate a su oponente en pocas jugadas, se presentó en mi concierto con algo de retraso y tuvo que oírlo desde afuera, pues no lo dejaron pasar. Él me afirmó que sí pudo escucharlo, a pesar de la situación tan incómoda.
En la actualidad, el cuarteto de cuerdas Plenilunio, Angélica Ramírez y Nicté Mendez están preparando otra versión. Esta vez, como el evento se llama "Lunas de Octubre" y es de carácter nocturno, el ave de la coreografía será un búho o una lechuza. Ya ardo en deseos por ver el resultado. Ésta es una de las obras que se presentarán el 27 de octubre a las 19 horas, en la sala Dagoberto Guillaumín, del Teatro del Estado.

martes, 8 de octubre de 2013

Cambio de sede y fecha para Lunas de octubre

El espectáculo multidisciplinario Lunas de octubre se presentará en la sala Dagoberto Guillaumín (también conocida como la "sala chica") de Teatro del Estado, en Xalapa, Veracruz, el día 27 de octubre a las 19 horas, en lugar de la función programada el 18 de octubre, en El Ágora, a las 20 horas, como estaba previsto, debido a causas ajenas a la organización Katarsis, Música y Danza.
Por lo pronto, los artistas han retomado su trabajo y cada quien ensaya su parte intensamente. Conforme vayan avanzando en su trabajo, iremos mostrando "probaditas" de ese avance. Por lo pronto, el día de hoy, la bailarina Julia Tapia y la mezzosoprano Rosaura González ensayaron Iter criminis. La música es de quien esta líneas escribe en tanto que la coreografía es de Angélica Ramírez.
Iter criminis es una de las piezas más raras que he compuesto. La concebí cuando estudiaba Leyes y, al mismo tiempo, me aprendía la primera Suite Francesa para clavecín de Juan Sebastián Bach. Como no tenía piano, lo hacía con un teclado marca Casio de los años ochenta, simulando que era un cello. Los sonidos MIDI de estos aparatos, distaban mucho de parecerse a los cellos, pero yo me imaginaba que estaba escuchando a Pablo Casals tocar las notas que yo le ordenaba. A veces, para aprenderme la melodía de una u otra mano, dejaba al aparato tocar la parte correspondiente mientras leía mi libro de Derecho Penal. El resultado era bastante siniestro, considerando que, para aprenderme bien el material, le ordenaba al aparato tocar la melodía lo más lento posible. Estaba estudiando el tema del Iter criminis, es decir, de la trayectoria que sigue el delito desde que es ideado en la mente del criminal hasta su manifestación externa y las posibilidades de castigarlo. Lo cual, mientras no ocurra esta manifestación, es imposible. Es decir, estaba estudiando la teoría de los delitos en grado de tentativa. El libro de Raúl Carrancá Rivas mezclaba los conceptos en lengua castellana con frases en latín, lo cual aproveché en mi composición, para hacerla más siniestra. Como también era profesor de análisis musical, ha menudo era el sinodal del maestro Eugenio Slezyak, el profesor de composición musical. (Como ven, tengo amigos polacos). Un buen día, un muchacho presentó una composición para soprano, cello y contrabajo. La Bella y la Bestia se quedaba corta, pues, en este caso, la delgada voz de la soprano, la novia del compositor, cantaba acompañada por las sonoridades graves, grotescas y secas del cello y el contrabajo. Así que tomé esta instrumentación, la forma de la suite barroca de J.S. Bach, diseñé una serie dodecafónica he hice un entramado para el cello y el bajo. Pero, la voz humana, en vez de llevarla de acuerdo a la ortodoxia dodecafónica, traté de resolverla con contrapunto al estilo de Palestrina. Lo cual, dado el contexto cromático de las cuerdas, era imposible. Pero salió algo medio tétrico y lúgubre. De ahí mi imaginación voló a pensar que la mujer o era un ángel, una magistrada de justicia o una profesora de derecho penal. Cuando los alumnos de la maestra Lidia Kusielczuk (otra amiga polaca)





la presentaron en público, un crítico musical local la elogió, debido a la atmósfera de tensión y suspenso que generaba esta rara composición musical. En esa ocasión, la parte vocal la cantó la soprano Guadalupe Colorado. Posteriormente, la soprano Giselle Pacheco de la Rosa la volvió a cantar, esta vez en Radio Universidad Veracruzana y, en seguida, la grabó en un CD.
Mis ex-compañeros de la Facultad de Leyes me han dicho que desean escucharla. En especial, la pidió mi amigo Clemente Bazán, quien, a su vez, es padre de un talentoso pianista que por estas fechas anda becado en Europa.
Las fotos que acompañan este artículo, fueron tomadas con mi viejito teléfono celular (móvil) (anterior a 2009 y sigue funcionando). Logré captar unos momentos interesantes donde Julia Tapia ensaya su papel. En la versión de la coreógrafa Angélica Ramírez, la bailarina representa a la acusada, en tanto que la cantante representa a la fiscal, a la parte acusadora.
Esta pieza pienso añadirla como parte de mi segunda ópera, la cual se llamará tentativamente "Historias tristes", con poemas de Jaime Renán y un libreto elaborado on-line por diversos talentosos escritores de varios países.

viernes, 4 de octubre de 2013

La cultura ¿Panacea contra la violencia?

Por fin dio inicio el excluyente Hay Festival de Xalapa, en su tercera edición. Se rumoraba que se había cancelado el evento inaugural, pero no fue así, como puede verse en una foto del Diario de Xalapa, sección general, página 7A del día 4 de octubre de 2013, donde aparecen Harry Grappa, Secretario de Turismo del Estado, y Cristina Fuentes La Roche, directora de dicho festival, en América Latina, quienes se muestran sonrientes blandiendo unas tijeras con las que hicieron trizas el listón inaugural. Se habló de un formato "inclusivo". La verdad: los únicos artistas del ámbito xalapeño que fueron incluidos en la versión anterior, fueron Sergio Pitol y Francisco Beverido. Hoy, la figura de Paco Beverido está ausente. De las derramas económicas hacia la población, no tengo datos a la mano, y, por no ser hechos propios, ni los afirmo, ni los niego. (Me dan ganas de decir, al estilo de Luis Echeverría "sino todo lo contrario", pero esta figura ya está muy gastada).
No obstante, todos los sistemas muestran contradicciones y es bueno concentrarse en ellas, aunque sea por un sólo instante: en tanto que el día de ayer me estaba quejando por el maltrato sufrido por nuestra organización artística y cultural por parte de la administración gubernamental de un espacio cultural, que por cierto ha sido hasta la fecha sede del Hay Festival Xalapa en todas sus ediciones, el cantautor Luis Eduardo Aute afirmó, en su conferencia de ayer que "en los tiempos difíciles es cuando más necesarios son el arte y la cultura porque permiten que la gente encuentre referentes que la puedan llevar a reconciliarse con el sentido original de la vida" (en Diario de Xalapa, Cultura, 4 de octubre de 2013) y más adelante dijo"...si no se tiene la curiosidad y el ansia de conocimiento, se traza un camino que conduce a convertirse en zombi. La cultura y el arte, enfatiza, ayudan a que dejemos de ser zombis..."
Entonces, si el gobierno del Estado nos excluye como creadores y promotores de la cultura, y cada vez que logramos hacer algo nos llena de piedritas el camino, quiere decir que tenemos un gobierno esquizofrénico o bipolar, pues por un lado trae a expositores extranjeros para hablar de las bondades de la cultura y por otro trabaja militantemente para que sus ciudadanos se conviertan en zombis, el excluir activamente a la producción cultural local, puesto que el Hay Festival es una vez al año y los productores locales, si tuviéramos libertad, podríamos hacerlo varias veces al año. Y nosotros, ni por equivocación seremos considerados por el Hay Festival, el cual es una feria donde los "cultos", es decir, los reconocidos como cultos por el sistema político dominante, vienen a presumir de su cultura a los "incultos", es decir, a los dominados, aunque también sean cultos. ¿Cómo puede presumir de promotor de la cultura un Gobierno que busca por todos los medios dejar en estado de indefensión legal y laboral al magisterio? Pues si hay una profesión que es promotora de la cultura, es el magisterio.
Hay otro expositor que declaró algo que llamó mi atención: el politólogo David Rieff, quien expresó que "ni perdonar ni olvidar... constituye la receta para una nueva guerra". Sin duda, tiene razón. Lo inquietante es que lo dijera el 2 de octubre, el día que para la mayoría de los mexicanos "no se olvida". ¿Se deben olvidar las injusticias y los actos de violencia? Yo he afirmado en varias ocasiones que "la violencia sólo engendra más violencia", frase que aprendí del compositor refugiado español Simón Tapia Colman. Y también he meditado mucho en el sentido de la frase bíblica "el que a hierro mata, a hierro muere". Aunque, cuando estudiaba derecho, también me llamó la atención la sentencia del Padre Mariano Victoria quien escribió siglos atrás que "el tiranicido está plenamente justificado". Me asombró encontrarme con este pensamiento justo en un libro de leyes, pues me pareció que era el lugar menos indicado para toparse con una frase como esa. No recuerdo de qué autor ni de que materia era el libro, tal vez de Teoría del Estado, editado por Porrúa. Los estudiosos mexicanos de las leyes sabrán encontrar la referencia rápidamente. El mismo David Rieff parece confirmar la sentencia del Padre Victoria al decir que "No hay una fórmula o un sistema de la cual puedes concluir" y habló de la tradición católica de "guerra justa" haciendo notar que esa tradición es "todavía muy influyente".
La verdad es que las soluciones violentas no son soluciones, sino ascensos en la escala del conflicto. Pueden ser paliativos momentáneos, que dejan heridas y tensión, deseos de revancha o de justicia. Por eso han pasado ya cuatro décadas y el pueblo mexicano no olvida el dos de octubre.
Este autor reconoció que "estas acciones militares han resultado un error capital en países como Irak". Y aquí me detengo en la citas a este autor. Me interesa mucho este punto, no sólo porque lo haya dicho en El Ágora, sino porque el grupo Katarsis, Danza de Cámara (hoy Katarsis, danza) debutó en octubre de 2001 con un performance llamado "Luz de esperanza", donde se condenaba el ataque a las torres gemelas de Nueva York, ocurrido el 11 de septiembre. El canto final, de mi autoría, tiene como letra la síntesis de un poema de Regino Pedrozo (Más allá canta el mar), donde unos de los versos dice "libre del odio, el hombre cantará su alegría" ¿Eso es lo que quiere acallar el gobierno de Veracruz? ¿Porqué? ¿Qué tiene de malo que la humanidad llegue algún día a un estado hoy utópico donde, a través del perdón y la solidaridad, esté libre de rencores y miserias, y viva con alegría? Lo cierto es que ese día, el Centro Recreativo Xalapeño estuvo repleto de espectadores, quienes se quedaron hasta el final del evento, moviéndose de un lado a otro, siguiendo a los artistas por todo el trayecto que imponía la coreografía. Como resultado, el único periódico que lanzó una opinión en torno a este evento, lo hizo para descalificarnos y calumniarnos.
Poco después, en un día de la danza, en el Área de Artes de la Universidad Veracruzana, el grupo Katarsis, Danza realizó otro performance donde se mostraba la crueldad de la guerra, representando a madres iraquíes dolorosas encañonadas por crueles soldados norteamericanos. Esta vez, la prensa no dijo nada, pero el público aplaudió cerradamente la participación de nuestro grupo.
Sucede que la tan temida canción "Acaso un día", con textos de Regino Pedrozo, está programada para el 27 de octubre, (como lo estuvo antes para el 19, en el concierto cancelado).
Yo no creo que una canción pueda derribar a un gobierno, pero sí me parece sintomático que un gobierno le tema a una inocente canción. Sobre todo a una canción que habla de la posibilidad de un mundo mejor, "libre del odio". En otras palabras, si el gobierno actual, en todos sus niveles, en verdad quiere un México incluyente y sin violencia, haría bien en dejarnos hacer nuestro trabajo, aunque no nos incluya en sus programas y festivales.



jueves, 3 de octubre de 2013

"Lunas de octubre" cambiará de sede y fecha

El evento "Lunas de octubre" de la organización Katarsis, música y danza (pronto cambiará de nombre, por razones legales), espectáculo multidisciplinario de canto, música en vivo, danza y proyecciones, se cambiará de fecha y lugar debido a la falta de profesionalismo de la actual administración de "El Ágora". Los hechos: el que ésta suscribe solicitó el auditorio de dicho lugar para realizar dos eventos, uno el 17 de agosto del presente año, mismo que se llevó a cabo a pesar de la nula promoción por parte de El Ágora (y se habían comprometido a apoyarnos con algo de promoción y/o publicidad) y otro para el 19 de octubre. Se le estuvo dando seguimiento a este evento hasta hace unas semanas y el Sr. Uriel Sandoval nos confirmaba que nuestro evento estaba agendado. Hasta que, hace unos días, llegué con un par de carteles para colocarlos en la sede del evento y fue hasta ese preciso instante en que el Sr. Sandoval me informó que nosotros no teníamos reservado el espacio. En su lugar estaba una asociación civil, unas horas antes, las suficientes para dejarnos sin la posibilidad de montar nuestra escenografía ni permitir que nuestros artistas realizaran su calentamiento. Nosotros, aunque no somos artistas de rating internacional, tampoco somos unos principiantes que merezcan ese trato: somos ganadores de Estímulos para creadores con Trayectoria, de premios nacionales y estatales, y hemos participado en festivales nacionales e internacionales como el Cervantino, el Junio Musical, el Foro de Música Nueva, etc, etc.
Y, aunque fuéramos unos principiantes, no se vale esperar hasta el momento en que ya se está pegando la publicidad del evento para informarnos que no disponemos del espacio. Lo cual es más grave aún si se ha firmado un convenio. Del cual no se me dio una copia, aunque era mi derecho, pues yo era la contraparte. Así es como trabaja el gobierno actual. Pero ¿Qué tal si fuéramos unos güeritos del Hay Festival? De seguro nos darían hasta las perlas de la virgen. No sé en que va a acabar este país de seguir como vamos. Pero el panorama se ve color de hormiga. ¿Acaso nos sacamos este maltrato por prestarle oídos a algunas voces disidentes en materia de reformas? Si es así, no cabe duda de que estamos viviendo en una tiranía.
Y me estoy arriesgando al publicar esto. Pero es importante que la comunidad artística xalapeña lo sepa y esté consciente de los riesgos a los que se expone tratando de hacer eventos en El Ágora. Por cierto, que al término del evento del 17 de agosto, hicimos una encuesta para evaluar nuestro desempeño y el grado de satisfacción en el público y todas las quejas se encaminaron hacia el lugar: los baños apestan, la iluminación del foro es deficiente, la duela del escenario tiene un aspecto abandonado, las rutas de acceso y salida, insuficientes, etc.. El Ágora se queda con el 40% de lo captado en taquilla ¿A dónde va ese dinero? Pues el foro no tiene luces, de lo cual nos avisaron el 17 de agosto, unas horas antes de iniciar nuestro evento. Tuvimos que improvisar una solución, que no fue la óptima.