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domingo, 30 de noviembre de 2014

Las contradicciones sistémicas

Por un lado, se habla en mi país, de una nueva ley o propuesta de ley que establece como pena de prisión por dos años a quien se sorprenda grabando a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y por otro se proyectan películas como Juegos del Hambre, La Dictadura Perfecta o Sinsajo.
La noticia provino de un sitio llamado hechosmeridiano.com, el que según otro sitio, http://www.sopitas.com/site/399900-por-si-te-quedaba-duda-grabar-a-un-policia-si-es-legal/
el primer portal es algo parecido al deforma.com.
Según hechosmeridiano,

“Luego de la enorme cantidad de videos subidos a las redes sociales en donde se deja ver a elementos policiacos de las diferentes corporaciones y  Estados, mientras protagonizan actos vergonzosos y que ponen en evidencia la terrible corrupción vivida en nuestro País, la cámara de Diputados y Legisladores (sic) han aprobado la iniciativa de Ley, que propusiera pena purgativa de prisión para las personas que graben videos de policías durante el ejercicio de su función”.


Me parece muy interesante que esta broma se tomase en serio: poca gente dudó que nuestras autoridades legisladoras fuesen capaces de crear y legalizar tamaña injusticia, la cual, tendría la supuesta finalidad de tapar actos de brutalidad y corrupción autoritarias. Como si en México se estuviese viviendo una situación como la descrita en las películas arriba citadas. ¿Pues a poco no?, me dirán. A los que vivimos el México 1968, nos parece que lo mejor es no responder la pregunta y, al igual que en Sinsajo 1, refugiarnos en un búnker. Ya saben: Matanza de Rio Blanco; Huelga de Cananea; la decena trágica (elipsis); México 68, 10 de junio de 1971; los asesinatos de Maquío, más de 300 perredistas, Colossio y Ruiz Massieu, matanzas ocurridas durante el mandato de Salinas; Aguas Blancas; Ayotzinapa y otras más recientes, por citar sólo algunas. Una ley así dejaría en claro que el gobierno que la emitiese sería una tiranía como la de El Capitolio comandado por Snow, en Juegos del Hambre. Y en siglos pasados, un clérigo llamado El Padre Victoria dijo que "el tiranicidio estaba justificado". Afortunadamente, lo del castigo por filmar a nuestros policías en acción, se trató sólo de una broma. O de una pesadilla.
Pero más interesante me parece que, mientras la televisión comercial mexicana está señalada por su apoyo incondicional a las estructuras de poder verticales que nos han gobernado en las últimas siete u ocho décadas, con un apoyo que es poderoso y eficiente, el cine emerge como un contra peso casi subversivo. Leyendo a Marshall Mc Luhann no daremos cuenta de que este fenómeno no es nuevo: los medios de comunicación compiten entre sí, a veces al nivel de una especie de guerra fría (o caliente, pero sin balas, según el medio): el caso de la película The Citizen Kane de Orson Wells es un ejemplo clásico de la lucha entre el cine y la prensa para ver que medio es más poderoso. Y lo ganó el cine. Cuando Mc Luhann escribe Understanding Media. The Extensions of Man corre la mitad de la primera década de los años sesenta del siglo pasado. Aún no ha ocurrido la masacre del dos de octubre del 68, pero Estados Unidos ya se ha embarcado en la Guerra de Vietnam. Mc Luhann pisó cayos y apenas hasta la década de los noventas se empezó a sospechar de que tal vez tenía razón en algunos puntos. Lo tengo en mente porque en este libro, Mc Luhann señala que el cine y la televisión compiten por las audiencias y marcan diferentes estilos de vida. El cine hollywoodense, en su opinión, es tremendamente subversivo cuando muestra a los países subdesarrollados cómo vive un norteamericano de clase media: el American Way of Life es un sueño dorado y quimérico que hasta la fecha provoca grandes emigraciones de gente que vive de nuestro lado del Río Bravo hacia el norte: mexicanos y centro americanos arriesgan la vida por llegar como sea a esta tierra de promisión, donde (teóricamente) les darán esos derechos que les han sido arrebatados en su país (pues esos derechos salen de la pantalla cinematográfica y contrastan con la dura realidad de sus países de origen). Cito textualmente a Mc Luhann:

“…la cámara de cine se encuentra en su elemento en el reluciente y cromado mundo de los clubes nocturnos y de los lujosos establecimientos de una metrópoli… La televisión está vapulenado a la comunidad cinematográfica que, desconcertada e irritada, fustiga a diestro y siniestro”.

El asunto está que en México la televisión ya no produce una ideología tipo beatnik como la que producía la televisión norteamericana de la primera mitad de los años sesenta. Pero sí impacta en muchos hogares de clase media para abajo; sin embargo, el cine, sea de Hollywood, francés o mexicano, a menudo dejan ir películas que van a contrapelo con la ideología dominante y pareciese que promueven el tiranicidio: Los miserables con Russel Crowd; El llanero solitario, con Johnny Deep; Potiche, las mujeres al poder (Francia); Todo el Poder, La Ley de Herodes y La Dictadura Perfecta (México), son algunas muestras de cómo el cine cuestiona el status quo que la televisión trata de mantener a sangre y fuego. Solamente que hay un medio cuyo impacto actual no pudo medir Mc Luhann en los sesenta: el internet, las redes sociales, los teléfonos móviles. Quizá una subversiva película sobre Robin Hood hoy no le haga ni cosquillas al sistema, porque los espectadores reunidos en la sala de proyección, en vez de mirar la pantalla enorme de la película, prefieren ver la pantallita de su dispositivo electrónico (llámese celular, móvil, tablet o i-phone) y no se enteran del contenido de la película. El estar en la sala, es para dar constancia de que se fue a mirar la película y decretar en la red social en turno "que la película es una porquería tremendamente aburrida". Todo esto me parecen maravillosas contradicciones del sistema capitalista moderno, que podrían sustentar una tesis de titulación a cualquier nivel y de muchas disciplinas: comunicación, sociología, antropología, ciencias políticas, etcétera.
Parte de las contradicciones de este sistema, es que una mentira creíble como la de la ley que prohibe filmar a un policía macaneando manifestantes, tenga un gran rating en los medios y que, un artículo como este que estoy escribiendo, tendrá un like y cero comentarios. Porque la gente pensante, aunque existe (bajo la premisa de Descartes), es invisible porque es peligrosa. Cuanto más pensante, más peligrosa. Y el sistema, por esa razón, la filtra. Como a un virus peligroso que hay que aislar en tanto se le encuentra el antídoto. Salud. Lo que no saben es que el asunto de la ley para castigar a quien filme a los policías en su ejercicio del deber es una pantalla de humo para distraer la atención de la opinión pública, porque la verdadera iniciativa de ley es una reforma al artículo primero constitucional, a fin de que la esclavitud sea de nueva cuenta una forma viable de contratación laboral, a fin de que México pueda ser un país competitivo y pueda ofrecer mejores precios que los de países donde este sistema aún es legal. No me hagan caso. Yo también estoy bromeando, ja ja.





viernes, 28 de noviembre de 2014

¿Y si obedeciéramos los 10 mandamientos de La Ley de Dios?

Hoy amanecí pensando ¿Y si los mexicanos obedecieramos los 10 mandamientos de La Ley de Dios? El primer mandamiento dice "Amarás a Dios sobre todas las cosas". Pues la naturaleza es Dios, Dios está en todas partes, la naturaleza está en él. Amar a la naturaleza, es amar a Dios. En consecuencia, seríamos más amables con nuestro entorno y con nuestra naturaleza interior. No voy a analizar uno por uno, pues no soy sacerdote ni teólogo. Pero sí me interesa comentar algunos preceptos de esta ley, ya que si los respetásemos, otro gallo nos cantaría: "Honrarás a tu padre y a tu madre". Es decir, no te harás el desmemoriado respecto de los que te dieron vida y te cuidaron cuando eras frágil. Cuídalos cuando tu estés fuerte y ellos frágiles. Entiendo que no todos los progenitores quisieron y pudieron cumplir con sus obligaciones filiales. Me refiero a quien cumplió a la medida de sus posibilidades, se le debe honrar. E incluso pienso que los maestros son una extensión de los padres y por esa misma razón también se les debe honrar. Lo mismo que a los artistas y científicos de épocas pasadas. Pero, en México, se cree conveniente y ético borrar de la memoria a las generaciones pasadas, sobre todo las de quienes no encajan con la ideología dominante. "No matarás". Entiéndelo: No matarás por ningún motivo, porque el que a hierro mata, a hierro muere; o, dicho de otra manera, la violencia, sólo engendra más violencia. Si te pones violento, sembrarás el terror y abusarás hasta que alguien te mate violentamente. Y quien logre ser más violento que tú, no necesariamente será el mejor ser humano. Tal vez será alguien más bruto que tú, pero que se hizo así a causa de tu ejemplo. "No robarás". La corrupción, cáncer de nuestra sociedad, está profundamente hermanada con el deseo de robar. ¿Cuántas veces un político le ha dicho a otro: "ya se acabó tu periodo. Ya robaste demasiado. Convoca a elecciones porque ahora me toca robar a mí". Por eso estamos como estamos."No dirás falso testimonio ni mentirás". En especial, éste se lo recomiendo a los políticos, a los medios de comunicación y a las partes involucradas en un juicio. Si mientes, tal vez en la otra vida arderás en el infierno, a causa de todas las injusticias que cometiste. Tal vez pienses que el infierno está aquí arriba, y en esta vida y que por eso no te pasará nada en la otra, porque no hay vida más allá de la muerte. Si mientes, difamas o calumnias, cuanto mayor sea el daño que generes, cuanto mayor será la mala vibra que se estará tejiendo a tu alrededor. Y tarde o temprano lo pagarás. "No codiciarás los bienes ajenos". En otras palabras, no seas envidioso. Ni ratero. La envidia es un sentimiento negativo que conduce al odio y el odio también destruye al que odia.
Lo medievales acuñaron el concepto de los siete pecados capitales. Cometer tan sólo uno, en su cosmología, equivalía a adquirir un pasaporte al infierno con boleto de sólo ida. Estos son: la lujuria, la pereza, la gula, la ira, la envidia, la avaricia y la soberbia. ¿Cuántos de éstos comete alguno de los malos políticos que abundan hoy en día? Aparte de que matan, roban, difaman y codician los bienes de la nación, llevan una vida de lujuria y gula, atrapados entre la envidia y la soberbia. Pero no nada más este tipo de políticos los practica: también los criminales organizados, cierto tipo de empresarios, etc., etcétera. Incluso, hasta ciertos religiosos, que con su ejemplo hacen más daño a su credo que una bomba atómica. Si me equivoco, que alguien me corrija. Esto lo digo de buena fe.
¿Qué será de un país donde desde el más humilde ciudadano hasta los más poderosos hombres se dediquen a transgredir los Diez Mandamientos y a practicar todos los pecados capitales? ¿O de un país donde estas transgresiones se glorifiquen y las mentiras se repitan mil veces a diario por todos los puntos cardinales? Realmente, no son necesarios tantos cuerpos normativos aplicados por costosos jueces que prevarican a cada rato. Con que obedeciésemos los 10 mandamientos y no incurriéramos en los excesos señalados por los medievales con el nombre de pecados capitales, nuestro país sería un lugar muy amable para vivir. Sería el paraíso terrenal. No es que comer o tener sexo sea cometer un pecado capital: lo pecaminoso es hacerlo y pensar en ello hasta llegar a lo grotesco y a la negación de la negación. O sea, al nivel de lo malo sumado a lo más perjudicial y aberrante. En fin, que Dios nos agarre confesados, como decían mis abuelitas.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

El candigato también renuncia al PRD

La crisis también ha tomado por el pescuezo a Morris, el Candigato, quien, en rueda de prensa anunció que renunció a sus aspiraciones dentro del PRD e inclusive a ser miembro de este partido, si bien tenía todas las condiciones para ser un fuerte líder moral de esta organización política: en las pasadas elecciones para la alcaldía de Xalapa, llegó a las urnas con el 80% de las preferencias, según un sondeo de la empresa Mito S.A. de C.V., pero el resultado claramente mostró que le habían robado la elección, pues el 30% de sus votos fueron anulados "por votar por un candidato no registrado", el otro 30% se anuló "por improcedentes" y el 20% restante "por haber votado por un animal". El Candigato mostró su inconformidad, toda vez que en ocasiones anteriores ha habido elecciones ganadas por
verdaderos animales. "Fue clarísimo que me robaron la elección y que yo debería ser el siguiente líder moral del PRD".
El Candigato, desde la última vez que lo entrevistamos, muestra una figura mucho más regordeta. A la pregunta de que si no le remordía la consciencia por comer más de la cuenta en tiempos de escasez, nos respondió lacónicamente:
"Es todo lo contrario. En México, lo que sobran son las ratas".
Lo cierto es que, por coquetear con este partido, sus preferencias bajaron al 20%, un porcentaje mayor a las pérdidas de imagen de Tony Blair durante la Segunda Guerra del Golfo. "Esto es grave", nos dijo "y me veo forzado a renunciar al PRD para recuperar el terreno perdido".

Yo también renuncio al PeRDeré

Como lo he manifestado en anteriores ocasiones, soy hijo de un refugiado de la Guerra Civil Española, de uno de los llamados "Niños de Morelia". En consecuencia, estoy agradecido eternamente con la familia Cárdenas Solórzano. Yo me sentía un poco incómodo por mis preferencias ideológicas y los evidentes nexos de la familia Godoy con el narcotráfico. "Patrañas, son estrategias de la ultraderecha para desprestigiar a la izquierda", pensaba. Ahora, con lo del caso Ayotzinapa, la vergüenza me invadía. No por que yo hubiese cometido algo, pues al ex gobernador de Guerrero, y a los Abarca ni los conozco. Pero sí me daba mucha tristeza ver cómo le arrojaban huevos podridos, jitomates o agua de riñón a Cuahutémoc Cárdenas o a Marcelo Ebrard, líderes morales de la izquierda. Incluso, bromeaba con mi vecino Martín Quitano porque yo me desvivo haciendo publicidad para mis eventos artísticos (con éxito limitado) y él en un santiamén salió en todos los medios de comunicación nacionales por haberse liado a golpes con los sujetos que le arrojaron agua a Alejandro Encinas, acá en Xalapa. Ya se veía venir la renuncia de Cuahutémoc al PRD. Hay una señora politóloga y también fundadora de este partido que le reprochó haberse tardado tanto en hacerlo. Celebro que el fundador del PRD haya tomado la decisión de renunciar a dicho partido, que ya no es ni sombra de lo que pudo ser. Ahora, con la consciencia tranquila, podré votar por otras opciones. Y adonde vaya Cárdenas, ahí votaré. Y si no va a ningún lado, de todas maneras no votaré por el PRD.
Por cierto que así como no me la creo que Ebrard, Encinas o Cuahutémoc sean responsables por lo de Ayotzinapa, tampoco lo creo que sea Peña Nieto y le concedo el beneficio de la duda a su esposa. Sí es verdad que los mexicanos no perdonamos el éxito. Y eso se debe a que hay una gran miseria. Y los que no están en la miseria, también se las ven negras para sobrevivir con mucho trabajo y poca remuneración. De ahí el chiste de los cangrejos que están en una cubeta, siempre peleándose entre ellos, a la orilla del Rio Bravo. Cuando los ponen del lado estadounidense, uno de ellos sale volando y se agarra de la orilla. Extiende el otro brazuelo hacia sus compañeros. El que está más cerca lo toma y le ofrece el suyo al siguiente, hasta que están unidos, se balancean y salen todos de la cubeta. Pero cuando estos cangrejos están del lado mexicano, el que llega a la orilla trata de escapar lo más rápido posible, en tanto que le resto cuenta "uno dos tres" y saltan al unísono para atrapar al que está arriba y al hacerlo caen todos dentro de la cubeta. Quiero decir que de lo del asunto de la casita blanca, yo no sé nada porque no son hechos propios. Así que ni los niego ni los afirmo, pero sí creo probable que una artista televisa tenga el suficiente dinero para comprar una casa así. Y, como dicen en el facebook, también el Estado de Texas. Si lo hace y se lo regresa a los mexicanos, la verdad, se lo deberíamos de agradecer y no de reprochar.

martes, 25 de noviembre de 2014

Clases de Danza, Yoga y Pilates ¡Gratis!

CLASES GRATIS


Hoy sábado 29 de noviembre, en “Katarsis.Centro de Artes”, se ofrecerán por un día clases gratis de Yoga, Ritmos Latinos, Latin Fussion, Danza Contemporánea, Ballet Clásico, Dánza Árabe y Pilates. Estas actividades se recomiendan en especial a jóvenes y adultos de 18 a 40 años de edad que quieren llevar una vida sana. Pero también los pueden tomar personas de otras edades, sean adolescentes o adultos. Estudios científicos recientes han demostrado la importancia de la actividad física para el cerebro y también han certificado la repercusión negativa del sedentarismo en la esperanza de vida. Se ofrece también una clase de iniciación a la danza para niñas y niños de 4 a 7 años de edad. El objetivo de esta muestra es dar a conocer a los xalapeños los beneficios de estas disciplinas y darles la oportunidad para que prueben libremente y escojan cuál es las que más les acomoda para su estilo de vida. Hay personas que creen que estudiar danza se hace únicamente para convertirse en un artista profesional y no se da permiso para practicarla y mejorar su calidad de vida. Esto es falso. Cualquiera que tenga la capacidad de hacerlo, independientemente de su sexo o edad, puede bailar y gozar de una excelente salud. La Misión de “Katarsis.Centro de Artes” es: Contribuir a la creación de un mundo de belleza, paz, poesía y alegría, por medio de la enseñanza y apreciación del arte. La idea de las personas que integran este proyecto es llegar a formar seres felices, libres y sensibles, a través de la experiencia del arte, teniendo como valor la capacidad de transmitir habilidades artistas con calidad profesional y humana. Esto es, quien quiera capacitarse para danzar a nivel profesional iniciarse en Katarsis, puede hacerlo, dado el nivel académico de los profesores de este lugar. Y si tiene la capacidad y el deseo de ser profesional, se le orientará al respcto; si nada más quiere bailar para entretenerse o por razones de salud y sin pretender llegar a ser un artista profesional, también puede hacerlo, pues de lo que se trata es de apoyarlo en el objetivo de mejorar su calidad de vida. Las sesiones de iniciación a la danza comenzarán a las doce horas; Ballet clásico se impartirá de 13 a 14 horas; Latin Fussion (Ritmos Latinos), de cuatro a seis; Danza Contemporánea, de cinco a seis; Pilates y Yoga, de 6 a 7 p.m.; Danza Árabe, de siete a ocho de la noche. Se recomienda puntualidad, porque el cupo es limitado. Y traer ropa cómoda y adecuada para hacer ejercicio. “Katarsis.Centro de Artes” está ubicado en Adalberto Tejeda número 13, Colonia Pumar, cerca de la Iglesia de La Piedad, a unos metros de la Avenida 20 de Noviembre. Quien desee obtener más información, puede visitar el Facebook Katarsis.Centro de Artes,  o comunicarse al 8179277 por las mañanas o al Whatsapp 2281453861.

lunes, 24 de noviembre de 2014

El olor del dolor

Aunque diga lo contrario, no soy indiferente a lo que sucede en mi país. Lo que pasa es que soy de la generación que vivió el 2 de octubre de 1968 y estoy acostumbrado a que en este país "no pasa nada", a que la montaña tiemble nada más para parir un ratón. Tampoco soy poeta, pero me atreví ayer a hacer uno. Total, ahora para escribir poesía hay que procurar que cada verso tenga un ritmo diferente a los demás y que no tengan asonancias o rimas. En eso fallé, pues no pude evitar ciertas asonancias y un cierto ritmo. Soy músico, a pesar de todo. Tampoco logré una métrica y rima clásica. Lo que me importa es el contenido. Ahí les va:

Ayotiznapa.
El olor de la corrupción,
El olor del horror.
De la muerte.
Miseria del alma,
Miseria del cuerpo.
Agonía de mi país.

domingo, 23 de noviembre de 2014

En lo que se abre un software

Hoy tenía ganas de escribir. Ya se me fueron. Este sitio se tardó una eternidad en abrir y mi software para música, tras lanzar unos mensajes de error también se abrió después de mucho esperar (errores que quién sabe cómo llegaron a mi equipo y que por más que les envío a los proveedores el informe, aquellos nunca se corrigen). De modo que la inspiración, que llega momentáneamente y se va rápidamente, se me escapó por tratar de atraparla con la computadora. Quería hablar de las vicisitudes de "Historias bajo la luna", pues quise exponer la historia de cada pieza. Esto, desde antes de la función. No se pudo. Manifestaciones. Recursos humanos locos. Planes preparados minuciosamente echados por tierra por uno o más seres humanos que reaccionaron de manera inesperada y contraria a la salud del proyecto y del arte. Flipora, un secuestrador de navegadores, se sumó a esta Santa Cruzada en contra de mi libertad de expresión y mi tiempo para emitirla. Peña Nieto cree que hay un plan para desestabilizar al país y destruir las instituciones y no se ha dado cuenta de que Ayotzinapa, sus Reformas o algunos Gobernadores que también emprendieron otro tipo de reformas antisociales son las que han provocado dicha inestabilidad. ¿De qué sirvió poner a remate a PEMEX si el 3.8% de PIB que se esperaba por la venta se redució a cenizas a causa de Ayotzinapa?
Pero eso no me importa. Lo que me importa es que quiero escribir novela, cuento, ensayo, música, proyectos artísticos. Y quiero producirlos. Por todas partes me topo con obstáculos: las políticas culturales de mi país, son excluyentes. Al menos, por lo que toca a mi persona. Sin importar la preparación que yo tenga. El tráfico de mi ciudad, no me deja avanzar a atender asuntos relacionados con mis objetivos artísticos e incluso vitales (como ir al mercado a comprar mis alimentos). Algunos jóvenes llegaron a estar tan irritados por lo de Ayotzinapa, que se encapucharon y cometieron actos vandálicos contra la tienda departamental donde solemos abastecernos. Luego resultó que no eran manifestantes, sino infiltrados del gobierno para desprestigiar al movimiento estudiantil, criminalizarlos y meterlos a la cárcel. Un disparate tras otro. Los juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe 2014, otro motivo para hacer lento el tráfico. Y para hacer más manifestaciones, puesto que las  cámaras y los reflectores están puestos sobre el evento. La esperanza es que el Gobernador en turno caiga en la tentación de reprimir y generar nuevas víctimas. Estos juegos, por sí solos, entorpecieron un buen rato el tráfico de mi ciudad. Y, casi como si fuera un plan orquestado (que inició con la descompostura de mi software "Finale", con el que capturo música), me cayó el "Flipora" que hizo increíblemente lento a mi equipo. Estuve a punto de demandar a Infinitum, mi proveedor, pues contraté un servicio de muchos megas y estaba peor que cuando sólo tenía dos. Ah. Por cierto, que tengo tres litigios: una demanda de amparo contra la nueva Ley del IPE; un amigo en la cárcel, que ya debería estar fuera, pero que por motivos políticos las autoridades estatales recurren a todo tipo de tácticas dilatorias. No me afectaría si no fuera yo su abogado. Otro amigo, que tuvo a bien pedirme que lo divorciara: este amigo, lleva más de 29 años de vivir separado de su mujer. La hija que procrearon, ni siquiera lo conoce. Esta mujer tiene dos hijos con otra pareja y uno de ellos ya es mayor de edad. ¿Y qué creen? El Juez sexto de lo civil no ha podido divorciarlo. Ya vamos a cumplir un año desde que interpusimos la demanda. El problema es que este amigo, mi cliente, tiene miedo a solicitar un amparo. Y así pues, el juez está tan tranquilo como la brisa de un día sin ventoleras. O más fresco que una lechuga. Y mi blog todo el tiempo está amenazándome con olvidar lo escrito por mí. Chequen este mensaje:
¿Soy muy negativo, verdad? Los proveedores de estos servicios informáticos dirán que debo tener una actitud más proactiva. Que se atrae lo que se desea y no lo que uno teme. Si esto fuera verdad ¿Por qué ocurre todo lo que he señalado líneas arriba? No es algo que yo desee. Más bien, me cae muy gordo (mexicanismo que significa "le tengo una profunda antipatía").
Sobra decir que con una población empobrecida e irritada, cualquier inversión económica aplicada a un emprendimiento, se va a convertir en un sueño guajiro, en una quimera: en primer lugar, estos pobladores no van a tener muchos ánimos para acudir al concierto de un cuarteto de cuerdas. En segundo lugar, aunque quisieran, si se les cobra la entrada, lo van a pensar. Pues la música alimenta al espíritu, mas no al cuerpo. O, en el mejor de los casos -que fue lo que nos ocurrió- la sala va a estar llena, pero el 60% de los espectadores entró de colados. (Los americanos dicen de wet backs, los italianos, de "portugueses", los marineros, de "polizontes", etc., etc.) Me agrada que se haya llenado la sala (pese a que hubo una gran manifestación tres horas antes de Historias bajo la luna. Pero no sean gachos, no estamos patrocinados por ninguna institución. Necesitamos recuperar lo invertido.
Hace poco un amigo me preguntó que cuál sería mi jugador en The Game of Thrones. Yo le respondí que Therion Lanister, el enanito: le gusta la buena vida y enfrenta los problemas como debe ser: con inteligencia, objetividad y bastante eficacia. Al final, ninguna autoridad se lo reconoce. Bueno. Basta. Créanme que mi estilo no es el lloriqueo.
P.D. En lo que va de los Juegos Deportivos Centro Americanos y Deportivos, el escore de medallas va así (si no es que ya hubo en cambio): Cuba, tres desertores. Panamá, una laptop desaparecida. Con todo y memoria USB.

jueves, 13 de noviembre de 2014

En deuda eterna con José Revueltas

Se están celebrando los 100 años del natalicio del escritor mexicano José Revueltas, a quien pude conocer al principio de la década de los setenta. Ya tenía conocimiento de él a causa de un gran amigo de la juventud, Francisco Herrera Lima, a quien le he perdido la pista, pues estaba fascinado con la novela Los muros de agua. Fue tanto el entusiasmo de mi amigo que yo mismo acabé leyéndola. Estaban frescos los recuerdos de las turbulencias del sesenta y ocho, una época tan convulsa como la actual. Mi madre, la señora Maria Christen Florencia, era directora del Área de Humanidades de la Universidad Veracruzana por aquel entonces. Mis padres siempre fueron dados a organizar comilonas con un montón de amigos, entre los que desfilaron los escritores Sergio Galindo y Othón Arroniz, los directores artísticos Francisco Savín, Marco Antonio Montero y Manuel Montoro, los artistas plásticos Luis García Guerrero, Mario Orozco Rivera, Kiyoshi Takahashi, Fernando Vilchis y Willy Barclay. O personalidades de cierto nivel en la política universitaria e incluso la política: Rafael Velasco y Roberto Bravo Garzón, ambos rectores de la Universidad Veracruzana, en su momento. O jóvenes como Esther Hernández Palacios, Rafael Villar y Jorge Lobillo, por citar algunos. Claro que era una Xalapa más pequeña, una ciudad de aproximadamente 70 000 habitantes. El caso es que siendo Directora del Área de Humanidades las comilonas eran más concurridas y entre los invitados aparecieron celebridades como Carlos Monsiváis, Helio Flores y José Revueltas. Por aquella época ya estaba decidido que yo abandonaría la carrera de físico-matemáticas (en la que no daba una, pese a haber aprobado el examen de admisión a la Universidad Veracruzana) y que me dedicaría a la música. En especial, a la composición musical. Mi padre, viendo la calidad de vida de Francisco Savín, deseaba para mí que yo tuviera una similar. Pero se equivocó en una cosa: Savín, como compositor, se habría muerto de hambre. No por la calidad de sus obras, sino por su carácter vanguardista y, por consiguiente, no vendible. Mi padre me debió haber enviado al D.F. a estudiar dirección de orquesta. Entonces otro gallo me cantaría. El caso es que, como compositor, me convendría tener una idea de lo que era la narrativa, la trama, las estructuras en el tiempo. Y quien mejor que un escritor famoso hermano del compositor mexicano más famoso de todos los tiempos.
-Si, efectivamente aprendí mucho de Silvestre -me dijo José Revueltas.
Me explicó que su hermano analizaba obstinadamente a Beethoven, a quien le había arrancado grandes secretos. Pero, el más importante de ellos, era el de saber medir el peso de las ideas y distribuirlas conforme a él. Así, me recomendó iniciar siempre con una idea de mucho peso, por ejemplo, un cadáver tirado en la vía pública. De ahí pasar a la investigación policial, a los interrogatorios, los careos, las confesiones, los relatos de los testigos e ir metiendo nuevas ideas. El amor es una idea de un peso muy ligero y de tonos rosados. En tanto que un crimen, para nosotros los occidentales, es de color negro. O de blanco sucio para los del Lejano Oriente. Un blanco de enfermedad como el color de la pus. Así que por medio de estos relatos intermedios, José Revueltas me recomendaba transitar hacia una relación amorosa. Por ejemplo, a una relación adulterina, pero idílica. Y de ahí iniciar una transición de regreso, introduciendo ideas de peso cada vez mayor: los celos, el iter criminis y, finalmente, el asesinato. En música, las primeras cuatro notas de la Quinta Sinfonía de Beethoven, son una idea de mucho peso. Hay quien las ha bautizado como "la llamada del destino". ¿Se imaginan al destino dando cuatro golpes violentos a la puerta de entrada de su casa? Cuatro golpes que se reiteran y quedan resonando obsesivamente a lo largo de toda la sinfonía, muchas veces explícitos y otras más soterrados. A veces ni los músicos sabemos distinguir cuántas veces está presente ese motivo, porque lo está pasando más rápido o más lento y con otro diseño melódico. Pero la Quinta Sinfonía está saturada de esa pequeña idea de cuatro notas. Lo magistral es cómo Beethoven incrementa la atención de los públicos con tantas repeticiones, en vez de aburrirlos, como cabría esperar. Y la Quinta Sinfonía se puede escuchar una y otra vez. Cada vez con mayor interés porque se ha descubierto algo nuevo. Ése era el poder que Silvestre Revueltas perseguía como Indiana Jones al Santo Grial. Y lo encontró: Sensemayá, La noche de los mayas, Redes, el Homenaje a García Lorca, son testimonio de obras que inician con un tema de mucho impacto, debido a su peso y profundidad. Al grado de hacerle sentir celos profesionales a Carlos Chávez, por más que éste haya declarado que eran calumnias infundadas. Y, hablando de la escuela de Carlos Chávez, una ironía de la vida es que yo acabé estudiando en el taller fundado por este maestro, el otro gran pilar de la composición musical mexicana del siglo XX. Porque está documentado que la relación entre ambos maestros tuvo momentos de gran tensión. Incluso se habla de actos inmorales cometidos por Chávez en perjuicio no sólo de Silvestre, sino de muchos otros, entre los que se cita a Manuel M. Ponce. Se dice que Chávez abusó del poder a tal grado, que para evitar que eso vuelva a suceder jamás se le dará la dirección de la SEP a un compositor musical. Volviendo al punto, tuve la fortuna de ganar una beca y recibir clases personalizadas de Mario Lavista. Tarde o temprano, el maestro Mario me preguntaría
-¿Y cómo le hiciste para ordenar así estas ideas? Porque aquí hay algo diferente a lo que hace la mayoría. Y funciona.
Pasé a exponerle la charla con José Revueltas. Mario, en reciprocidad, me dijo que él había recibido un consejo de similar importancia transmitido por Carlos Chávez, de quien recibió clases directas: la tensión de los acordes. Estaba estudiando con Mario "Armonía por cuartas". Los acordes clásicos, es decir, los de la escuela tonal (Bach, Mozart, Beethoven, Brahms, Mahler e incluso Richard Strauss), se construyen agrupando intervalos de tercera. El siglo XX, caracterizado por el cambio de todo tipo de estructuras (sociales, mentales, científicas), se caracterizaba por la búsqueda de nuevos horizontes. Dejar de construir por terceras para hacerlo con cuartas, implicaba renunciar a buena parte de la teoría acumulada, pero también a razonar sobre el porqué de ella y buscar soluciones equivalentes y funcionales para el nuevo sistema. Y una de ellas era la tensión de los acordes: pues un acorde con mayor tensión tiene mayor peso que uno con menor tensión. De ahí a jugar con incrementar o decrementar la tensión había un paso. Y acomodar los acordes incrementando la tensión, nos lleva a jugar con el arco dramático. A plantearse los mismos problemas que se planteó Aristóteles en su Poética y a cuanto teórico que quiso seguirlo o refutarlo.
Aunque este consejo fue lo más valioso que recibí de José Revueltas, con el paso del tiempo, recibí algo más. A principios de los setenta yo alcancé los veinte años de edad. Necesitaba tomar las riendas de mi vida. Curiosamente, la ideología que heredé de mi padre, me llevó a una ruptura momentánea con él: la ideología de izquierdas. Me llevó a reunirme en brigadas estudiantiles "para concientizar a la clase obrera", a Comités de Lucha, a Sociedades de Alumnos, a arriesgar la vida en manifestaciones (que hoy considero estúpidas: nada han cambiado, pero sí fastidiado a muchas personas). Llegué a leer a Lenin, al Ché Guevara y me convencí de que hacer manifestaciones era hacerse como el tío Lolo. Según estos marxistas, lo que hay que hacer es tomar las armas y destruir los aparatos burocráticos y militares de la burguesía. Lo demás es masturbarse mentalmente. Veinte años después, estudiaría Derecho y me cambiaría un poco la visión. La idea de la democracia es evitar los derramamientos de sangre a través del diálogo, de la democracia. Pero los resultados de las votaciones siempre me confirman que la mayoría no necesariamente tiene la razón: si un científico alega que dos mas dos es cuatro y la mayoría dice que es cinco, no porque el grupo mayoritario gane la votación el primer científico estará equivocado. Pero para la democracia sí lo estará. En fin, me sigue pareciendo que Lenin y el Che Guevara tienen razón en un punto: las manifestaciones no van a cambiar nada, pero sí pueden arruinar muchas vidas. Pero, para seguir el camino que proponen, hay que tener mucha valentía. Incluso temeridad, la cual, confieso que no la tengo. Yo no tengo el valor de enfrentar a un soldado. Y menos si estoy desarmado. El ajedrez me ha enseñado que hay que luchar por alcanzar la victoria. Pero que si la derrota es inminente, lo mejor es rendirse.
José Revueltas si tuvo ese valor y acabó en la cárcel en varias ocasiones. Y siempre a causa de sus ideas políticas. Otra lección que recibí de él es que siempre hay que retratar la realidad, por dura que sea. Por eso él escribió desde la cárcel Los muros de agua y El Apando. Son novelas impactantes. Bueno, el caso es que yo trabajaba para mi señor padre como "Agente de compras" para el Servicio Bibliográfica Universitario de la Universidad Veracruzana (la U.V.) y eso me consumía mucho tiempo. Si me hubiese dedicado nada más a estudiar música y a atender mi trabajo, el tiempo me habría alcanzado, pese a vivir en el D.F.
Pero como tenía reuniones con "La Brigada" y posteriormente con "Los Telerines" (quienes estudiaban El Capital de Marx con mucha seriedad), y además formé parte de un Comité de Lucha en el Conservatorio Nacional de Música durante la gestión del refugiado español Simón Tapia Colman y posteriormente formé parte de una Sociedad de Alumnos de esa misma escuela, pues tuve que optar entre el Servicio Bibliográfico de la U.V. (que tuvo momentos estelares durante la gestión de mi padre) y mi activismo. Activismo que finalmente abandoné, porque chocó con mi vocación de compositor. Pero me dejó estigmatizado para siempre dentro de la política cultural mexicana. Pues al PRI la izquierda le ha hecho los mandados desde aquel entonces. Porque Lenin y el Che Guevara tenían razón siempre sobre el mismo punto: las manifestaciones no sirven para nada. Para cambiar de sistema social, hay que tomar el poder. Y otros autores, de carácter más anarquista, también tienen razón: Lenin, Stalin, Fidel Castro y Pol Pot tomaron el poder. Pero tomar el poder implica ejercerlo o perderlo. Y, si tienes el poder, controlas la economía, el ejército, los medios de comunicación, la educación, las políticas culturales, etc., etc., y acabas siendo un tirano igual o peor que tu antecesor. De modo que, si lo que me interesa es producir obra artística, lo mejor es que me dedique a producirla y a plasmar en ella la realidad que me toque vivir. Ya sea desde la cúpula del poder, ya sea desde la celda de una prisión. O la tranquilidad hogareña. La realidad siempre irrumpe y es más surrealista que la fantasía. Quiero decir, que la realidad supera (con creces) a la ficción. Por más que quiera encerrarme en mi estudio a producir novelas de ficción, o a montar un espectáculo de música escenificada (una mini ópera, pues), la realidad me alcanzará: un grupo de políticos emprenderá, desde la cúpula del poder, una serie de reformas que provocarán mucha irritación social. Habrá manifestaciones por doquier. Tarde o temprano, algún político perderá los estribos y les dará a los manifestantes los que quieren: mártires. Porque los manifestantes no quieren cambiar el sistema. Solamente quieren tener mártires para tener nuevos motivos para hacer otras manifestaciones. Y tener más y más mártires. Les importa un bledo tomar como rehenes a terceros que ni la deben ni la temen, y que tampoco tienen poder de mando sobre los gobernantes, quienes emitirán nuevas reformas. O, por si las reformas no son suficientes, de plano saquearán las arcas públicas de manera muy eficiente. Y las reformas serán para sanear el saqueo: Privatización de la cosa publica, socialización de la deuda. Las bolsas financieras irán a la baja, habrá despidos masivos, más manifestaciones, tarde o temprano habrá nuevos mártires. El dos de octubre no se olvidará. Tampoco el 10 de junio, el primero de mayo, el 28 de agosto. En fin. Que no se olvidarán los 365 días del año. No tampoco los 29 de febrero. Tal vez, para fines prácticos, se condense el ejercicio de la memoria hacia el dos de noviembre, para resumir. O tal vez no. Total, si hay manifestaciones los 365 días del año, la economía se irá a pique. Y, si se va a pique, la gente estará irritada. Pero nada de cambiar el sistema. Ni siquiera en las urnas. Hay que protestar en las calles, pero votar por los opresores. Es el principio de Lampedusa: Cambiar para que nada cambie.
Volviendo a José Revueltas, el caso es que renuncié al empleo que tenía con mi padre. Fue un drama familiar, que por fortuna, tuvo remedio. Me envalentoné porque tenía becas de la Secretaria de Educación Pública, la SEP, por sus siglas. Tenía una beca de $300 para estudiar piano, otra similar para estudiar guitarra y una de $1000 para estudiar composición musical. Pero, en piano me reprobaron. Así que perdí la beca. También dejé de vivir en la casa de mi abuela materna y mi suerte con las mujeres cambió. Por alguna razón, pese a mi juventud, cuando vivía con mi abuela no tenía éxito con las mujeres. En cuanto viví solo, mi suerte cambió a tal grado que en unos diez meses ya era padre de familia. Con obligaciones y sin dinero. Tarde o temprano, tenía que pedir prestado dinero. En Xalapa, tomé la dirección del Maestro José Revueltas, para seguir charlando con él. Sobra decir que con tanto ajetreo, nunca fui a visitarlo. Salvo una vez. Llegué a su departamento. Me parece que era en la colonia Nápoles, cerca del Poliforum de Siqueiros.
-¿Quién es? -me preguntó una mujer joven, temerosa.
Me identifiqué. Me invitó a pasar una mujer guapa, un poco mayor que yo. De tez blanca, algo regordeta, y de labios rojos. En seguida, apareció el maestro Revueltas. Extrañado. Me recordó. Charlamos largamente. Yo no sabía como encaminar el asunto de mi visita al meollo del asunto. Finalmente, lo hice.
-No me abunda el dinero. Pero sí te puedo prestar $200. ¿Cuándo me los pagarás?
-Lo próxima semana.
Chin, ya se pasó otro fin de semana y no he ido a saldar mi deuda. Me mortificaba sobremanera no pagarle, sabiendo que había hecho un gran esfuerzo económico. Más, cuando no era la falta de dinero, era la falta de tiempo. Finalmente, el Maestro Revueltas, pasó a mejor vida. Como compositor, he escrito dos homenajes a su hermano Silvestre, el primero por encargo de Gilberto Martínez Alvarado, el cual, fue estrenado por una orquesta de Ciudad Mendoza, Veracruz. Sitio al cual me invitó a impartir algunas conferencias. En alguna de ellas, expuse la vergonzosa anécdota de la deuda eterna con José Revueltas, y un individuo del público, un señor cuarentón, con barba negra, me hizo notar:
-Mejor no siga contando esa anécdota, porque los herederos de José se la pueden cobrar. Y con el monto de los intereses moratorios que tendrá que pagar, le va a salir más caro el caldo que las albóndigas.