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martes, 23 de junio de 2020

CRÓNICAS PANDÉMICAS. CAPÍTULO 27.


CRÓNICAS PANDÉMICAS.
CAPÍTULO 27.

    Estaba revisando los elogios que me llegaron por escribir el capítulo 26 de estas crónicas, sentado en el retrete, haciendo algo serio, cuando una especie de mareo me llegó. De repente empezó a tronar la estructura de la casa.
   –¡Está temblando! –gritó mi hijo.
    Observé el agua del retrete y ésta brincaba, como si tuviese un pequeño huracán. Me aseé rápidamente, deseando que no se cayese la casa en ese momento y salí rápidamente a la calle, aún en piyama. Mi familia ya estaba en la calle, al igual que varios vecinos. No había duda. Se sintió una especie de mareo por espacio de un minuto y medio, pero los postes de las mufas de la electricidad ya no se movían. El susto había pasado. Ahora a googlear ¿Dónde fue? Otra vez en Oaxaca, un sismo de 7.2 de la escala Richter.
   Se me apareció Fernando Iturbide, el último abogado de Javier Berlanga. Más que asustado, estaba muy enojado.
   –¡Qué no se dan cuenta de que estos sismos están provocados por la actividad humana!
   –No papá –Dijo Fernando Iturbide junior. Son normales.
   –No sabes lo que dices. El fracking, la minería a cielo abierto y la extracción indiscriminada de petróleo socavan los soportes y los amortiguadores de las placas tectónicas.
   –Eso no es cierto, lo que pasa es que México está dentro del cinturón de fuego.
   –Sí, pero antes no ocurrían los sismos con tanta frecuencia.
   ­–Pues si los últimos fueron hace cuatro años.
  –Precisamente por eso lo digo: en 2017 hubo dos muy fuertes, con casi un mes de separación entre uno y otro.
   –Uno fue la réplica del otro.
   –Y antes los sismos estaban más espaciados: el que tiró en Ángel de la Independencia fue en 1956, luego hubo otro muy fuerte en 1972, de ahí del de 1985 y ahora a cada rato.
   –Es que también hay nuevas explosiones solares y la luna ha cambiado de posición. Y en la falla de San Andrés, California, a cada rato tiembla.
   –De nuevo me das la razón: Roman Polansky, en la primera película de China Town, hace mención de una serie de terremotos inusuales en California debidos a la extracción desmesurada de petróleo.
   –No lo creo.
   ­–No lo crees, porque eres un millenial a quien televisa le controló la mente durante sus primeros quince años, y después Bill Gattes.
   –Ahora vas con Bill Gattes, luego saldrás con que la tierra es plana.
   –Los que creen que la tierra es plana no somos los boomers. Como toda la vida has vivido con la mente controlada y en una situación de desastre ambiental y de denegación de derechos humanos piensas que siempre ha sido así y que así está bien.
   –¿A poco antes estaban mejor las libertades humanas?
   –Por lo menos no había tanto peligro.
   –Ustedes vivieron en la Guerra Fría atemorizados por una conflagración mundial.
   –Y ahora a eso hay que añadir el derretimiento de los casquetes polares, la destrucción de las selvas, el envenenamiento de los mantos freáticos y los sismos provocados por el fracking, la extracción de petróleo, de agua y el programa H.A.A.R.P. ¡Ah! y la tecnología 5g. Chéca lo que dice este youtuber:
https://www.youtube.com/watch?v=tbtU-Mz6xZE
   –Ya enloqueciste viendo tanto video conspiranoico.
   –¿Qué es el programa H.A.A.R.P.? –Preguntó Laura, la esposa del abogado.
   –Explícale a tu mamá. Yo me voy.
   –Esa es otra teoría de la conspiración.
   –Bla bla bla tus ideas están equivocadas no quiero oír bla bla dijo Fernando Iturbide Senior, mientras ascendía por las escaleras de la casa, pisando con furia cada escalón.
   –Mira mamá –Dijo Fernando Iturbide Junior y googleó H.A.A.R.P. en su celular y apareció la siguiente información:
   «High Frequency Active Auroral Research Program o HAARP —en español: Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia— fue un programa financiado por la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos, la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) y la Universidad de Alaska.​ Su objetivo fue estudiar las propiedades de la ionosfera a fin de desarrollar y mejorar la tecnología que utiliza sus propiedades para transmitir las radiocomunicaciones y su uso en los sistemas de vigilancia estratégica, como por ejemplo, los sistemas de detección de misiles. Las actividades del programa se realizaban en la Estación de Investigación de HAARP (en inglés, HAARP Research Station), una instalación situada cerca de Gakona, en Alaska.»
   –Ya lo dijeron Steinitz y Einstein: la estupidez humana no tiene límites.
   En otra dimensión, el multicampeón del mundo de ajedrez E. Lasker observaba una partida de ajedrez entre su amigo Alfred Einstein y su rival Wilhelm Steinitz.
   –Yo dije que la inteligencia humana es limitada, pero su estupidez es infinita –Dijo Steinitz.
   –Y yo dije que sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, pero de la primera no estoy seguro –Dijo Einstein.
   –No toques esa torre Alfred, o Wilhelm te dará mate en ocho jugadas –Dijo Lasker, mientras encendía un puro y les tiraba el humo en la cara sin la menor consideración.
   –Yo lo dije primero –dijo Steinitz.
   –Pero yo lo demostré con límites más amplios.
   –Yo puedo refutar las teorías de los dos –dijo Lasker–, excepto en lo que concierne a la estupidez humana.
  –Me parece que es empate. Pero dale las gracias a tu amigo, pues ya te ibas a equivocar. Los mirones son de palo –le dijo Steinitz a Lasker, algo enojado, pues por su culpa un aficionado al ajedrez le había sacado un empate.
   Los dos jugadores acordaron tablas y se estrecharon la mano. En seguida Lasker destapó una botella de Tokay que le habían regalado en el último torneo que jugó en Hungría. Tomó tres vasitos de cristal cortado de Bohemia y los llenó. Los tres brindaron a la salud de la estupidez humana. Fernando Iturbide Senior cambió de opinión y desciende unos escalones para continuar con sus alegatos.
   –Gracias al programa H.A.A.R.P. ocurrieron los sismos de Chile y Haití en el 2010.
   –¿Y cómo funciona esa chingadera? –preguntó Laura.
  –Dice la Wikipedia que «El dispositivo principal de la Estación HAARP es el Instrumento de Investigación Ionosférica IRI, acrónimo de su nombre en inglés Ionospheric Research Instrument, un potente radiotransmisor de alta frecuencia que se emplea para modificar las propiedades electromagnéticas en una zona limitada de la ionosfera. Los cambios que ocurren en la zona modificada son analizados mediante instrumentos diversos, como radares en las bandas de radiofrecuencia UHF y VHF, sondeo digital, y magnetómetros de saturación y de inducción.» -dijo Fernando Iturbide Junior.
   –Eso y la tecnología 5g –dijo Fernando Iturbide Senior.
  –¡Cállate! No me interrumpas. Sigue diciendo la wiki que «La Estación HAARP empezó a funcionar en 1993. El IRI actual opera desde el año 2007 y su contratista principal fue BAE Advanced Technologies. Hasta 2008, H.A.A.R.P. había gastado aproximadamente 250 millones de dólares, financiados con impuestos para su construcción y costos operacionales.»
   –2007. Horario de verano, huracanes, tsunamis, terremotos, derretimiento de casquetes polares. Desde 1993 ha aumentado la frecuencia y la magnitud de esos desastres.
   –Por eso perdiste el juicio contra el gasoducto, porque no entiendes su finalidad, la que te parece enigmática porque tienes poco conocimiento científico –dijo Fernando Iturbide Junior.
   –Yo entiendo que el tsunami de 2004 fue algo nunca visto. Y que el paisaje de Oaxaca parece la superficie de otro planeta, a causa del abuso de la minería a cielo abierto. Digo, el agua y el petróleo sirven de base o de amortiguadores a las placas tectónicas.
   –En eso tal vez tengas algo de razón, pero el humano no es tan poderoso como para hacer tanto desastre.
   –¿No será que ayer maté una cucaracha? –Dijo Citlali, la hermana de Fernando Iturbide Junior.
   Todos se quedaron helados: Citlali es tan espiritual como su amiga Deyanira, la experta en Danzas Árabes. El que una persona espiritual y vegana e incapaz de matar una mosca haya privado de la vida a un pobre ser invertebrado que buscaba comida o abrigo, es algo imperdonable para el universo. Por eso “ellos” nos mandaron el coronavirus y los temblores, para exterminarnos y acabar de una buena vez con todos nuestros pecados.
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