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martes, 11 de noviembre de 2014

Con los pelos de punta

Estoy con los pelos de punta ante la realidad de mi país. No quiero escribir del tema, porque lo considero una actividad peligrosa. Me había desentendido de este blog porque, además de estar en el cuarto semestre de la Maestría en Producción Artística y Mercadotecnia Cultural de Realia, también estoy en un diplomado para escritores. Además, estuve muy ocupado estos meses con la apertura de Katarsis. Centro de Artes (en realidad, la reapertura del ex-Centro de Artes Katarsis), y los eventos Danza para la Diosa e Historias bajo la luna. En especial, éste último me absorbió de tiempo completo. De vez en cuando veía la sección de finanzas del Diario de Xalapa y las expectativas de crecimiento económico eran moderadamente optimistas-pesimistas: "habrá menor crecimiento económico de lo previsto, pero habrá crecimiento". Parte de la problemática que me hizo más difícil sacar adelante a Historias bajo la luna fueron las constantes marchas y plantones no sólo en el centro de Xalapa, sino en el Paseo de la Reforma del D.F., a donde tuve que ir por un asunto. Y qué dije: ya terminé una Maestría en Comunicación y Mercadotecnia el año pasado, hoy estoy terminando otra en Producción Artística y Marketing Cultural, ya sólo me falta un capítulo para acabar de leer Para entender los medios de comunicación de Marshall McLuhann, de nuevo tengo estudios de mercado de públicos desde el año pasado. En resumen, creí que ya soy cabrón y que me comeré el mundo a puños. Pero, la verdad es que la clase política mexicana está jugando a despertar al tigre para cabalgar en él. Por más que uno le haga como individuo o como pequeño o mediano empresario, no se puede cuando el entorno está tan jodido. Yo no creo que Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas o Jesús Ortega sean los autores intelectuales de las matanzas de Ayotzinapa y Tlatlaya. Y me extraña que no estén señalando a algún político del PAN, por decir, a Cordero o a Madero. O a Fox y a Calderón. Bueno, no me extraña, pues a causa de los 12 años de panismo en la presidencia de la república, el PAN quedó fuera de la jugada por una larga temporada. Más, gracias a esta campaña de desprestigio mutuo y de barbarie, seguramente estarán de nuevo en la contienda con probabilidades de ganar.
Dice el refrán que el que juega con fuego, se quema. Pareciera que el pueblo mexicano aguanta todo, hasta que le maten a sus hijos, hasta que en vez de maíz, los campos se siembren con cadáveres. Yo lo que percibo -y lo percibe también Luis Videgaray, el Secretario de Hacienda y Crédito Público- es que el balance entre la Oferta y la Demanda está desequilibrado: en el México actual, sólo hay oferta, no hay demanda. Quiero decir,  de la mediana empresa para abajo, hay oferta de bienes y servicios, pero no hay quien los compre. Lo mismo ocurre para los freelanceros, los profesionistas, los trabajadores independientes, los campesinos, los jornaleros, los pequeños comerciantes, los artistas independientes, etc., etc.,: no hay quien les compre sus bienes y servicios. Pero los oferentes se cuentan por millones. Cuando ando por la calle de la ciudad, a cada rato me encuentro un amigo que me dice "oye, ¿no sabes de algún trabajo? es que perdí mi empleo". Así las cosas, me doy de santos de que Historias bajo la luna tuvo un lleno total, si bien el 70% del público que asistió se repartió entre invitados y colados. Quedé con más deudas de lo previsto. Me estaba preparando para la abundancia, pues la economía del país iba a mejorar el año que viene. Los hechos de sangre ocurridos recientemente, parecen pronosticar lo contrario. De por sí, Veracruz es uno de los estados de la república que ha padecido mayor desaceleración económica en los últimos tres meses. Ojalá que el gobernador Duarte de Ochoa logre revertir esta situación con sus Juegos Deportivos de Centro América y el Caribe, pues me imagino que le está apostando a este evento para provocar una derrama económica sobre nuestro estado. Porque la gente está irritada. Por más que le haga uno como el avestruz y sumerja la cabeza en el suelo para no ver la realidad, es obvio que hay multitudes de gente muy enojada. Hay que concentrarse como un Gran Gurú para que en vez de derrama de sangre lo que venga sea una gran derrama económica, de paz y prosperidad.

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