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viernes, 6 de octubre de 2017

Precisiones sobre el caso Cataluña-Spexit.

¿Porqué me preocupa el caso de la probable separación de Cataluña ressecto de España si soy mexicano? En primer lugar, porque tengo parientes en España; concretamente, en Cataluña. Mi Padre es español, nacido en Barcelona, aunque no catalán, sino de ancestros navarros y aragoneses. Razón por la cual, mis hijos han adquirido la doble nacionalidad española. A ellos no les conviene que Cataluña se separe, pues dejarán de ser españoles y perderán los derechos que actualmente tienen como miembros de la Comunidad Europea.
Coincido con el Rey de España que este asunto es una grave crisis. Y yo diría que no sólo para españoles y catalanes, sino para el resto del mundo, dada la globalización y los resultados tipo "efecto dominó" que se producen en materia de economía, si bien no me acaba de convencer cuando dice que España es una democracia. Yo no vivo allá, sólo he estado un par de semanas, no puedo aportar más información. Ya terminé de leer -un poco a la carrera- el libro "Fracaso" de Mark Wiesbrot cuyo subtítulo es "lo que los expertos no entendieron de la economía global". Con este libro confirmé que hay un gran resentimiento social no sólo en España, sino en Grecia, Portugal, Italia e Irlanda, los países "PIIGS", porque en todos estos países se aplicó la misma receta neoliberal que se impuso a Latinoamérica en las décadas que van de 1980 a 2000, receta que consistió en aumentar el desempleo, reducir las pensiones, aumentar la edad jubilatoria, elevar precios, elevar los impuestos y aplicar crisis económicas como medio de choque para imponer cambios estructurales a los gobiernos, sobretodo a gobiernos social demócratas o de izquierda. Si éstas medidas las hubiesen enarbolado como lemas de campaña los candidatos habrían perdido las elecciones. Por otra parte, países como China, Corea del Sur y Argentina, que se han apartado de este dogma neoliberal haciendo incluso lo contrario a la receta, o han salido de graves crisis o se han convertido, como China, en importantes economías que incluso han ayudado a otras a emerger al convertirse en una opción a los dictados del FMI y de Washington. Claro que las consecuencias de estas políticas no sólo afectaron a los catalanes, sino a todos los españoles. De ahí que la hipótesis que expuse en mi ensayo "Spexit" necesita precisarse e incluso corregirse. Sigue siendo válida la afirmación de que España fue un imperio que perdió una cantidad impresionante de colonias; pero, en la actualidad, ya no se puede hablar de un régimen colonial en España. Ni siquiera de una dictadura como la que padecieron cuando Franco, pese al mandato de Rajoy. Aunque cuando el Rey de España habla de democracia, pues no sé que decir: ¿Si hay Rey hay democracia? A mí me cuesta trabajo entenderlo por haber vivido en otro tipo de sistema. Podremos decir que tal vez es una monarquía parlamentaria o democrática. Por otra parte, los norteamericanos deberían poner sus barbas a remojar, pues los dictados del FMI y otras instituciones afines también van a provocar que el imperio norteamericano se derrita, como un cubito de hielo en un vaso de agua servido en un país tropical y sin aire acondicionado. Pero el punto es: ¿Hay algo más? Al parecer sí: por un lado, los Catalanes han querido independizarse de los Borbones desde el siglo XVII. Pero si Cataluña y después el País Vasco se separan, España será como el hielito que se derrite en un vaso de agua caliente. Hay un hecho, que coincide con las políticas neoliberales, pero aplicadas no por Rajoy (a quien también le encantan), sino por el otro lado: a finales del 2016 el gobierno de Andorra aprobó el final del secreto bancario. Andorra había sido un paraíso fiscal no sólo para españoles, sino para franceses. Y los catalanes tenían una ventaja, debido a la afinidad idiomática. Hay voces que dicen que la verdadera razón por la que la antigua CIU está empeñada en la independencia es que el final de este secreto bancario entrará en vigor a partir del primero de enero de 2018. Entre Andorra y Suiza se han distribuido al menos 33000 millones de euros que al parecer nunca regresaran a Cataluña. Ni a España. Por un lado se habla de traición, de ilegalidad, y por el otro se aplica la fuerza bruta para aplacar una situación en la que ya se habla de odio. Se dice que los separatistas han alimentado el odio. Y se ha buscado evitar la separación recurriendo a la violencia, con la cual se ha fomentado el odio. Españoles y catalanes deberían repasar su historia y sobretodo su historia reciente. Aznar perdió el mandato a causa de haberse aliado con el presidente neoliberal Bush comprometiendo a España en la guerra contra Irak, hasta que ocurrió el atentado del 11 de marzo en el metro. Pero Zapatero también lo perdió porque aplicó las recetas neoliberales generando un grave desempleo masivo. También estalló una burbuja financiera en materia inmobiliaria; esto es, las políticas macroeconómicas equivocadas provocaron mucho sufrimiento humano de gente que ni la debe ni la teme. El hecho es que exacerbar los odios para que los burgueses catalanes puedan blanquear su dinero malhabido, parece ser engañar una vez más a la gente común y corriente. ¿Será que la gente común y corriente de Cataluña, una vez independizada, mejorará su nivel de vida o les seguirán dando más de la misma receta neoliberal? Respecto al marco legal, si bien es verdad que en España hay una Constitución, también es verdad que los artículos constitucionales se pueden reformar. Los catalanes tienen otro idioma. Pero también los gallegos, los asturianos y los valencianos. Y los de Andalucía pronuncian el español de manera tan peculiar que a veces también parece que hablan en otro idioma. En México sucede lo mismo: el hablar característico de los capitalinos es muy diferente al de los yucatecos o al de los norteños. Por cierto que nuestros yucatecos alguna vez se quisieron independizar. Bueno, yo no soy economista ni politólogo, solamente soy un ciudadano del mundo que observa desde fuera, con cierta preocupación. Y trato de aplicar cierta lógia a mis observaciones. Es evidente que si Cataluña se separa, España u Cataluña quedarán reducidas. La unión hace la fuerza. Pero si los gobernantes, sean los del PP, los de Zapatero o los de la Generalitat, siguen aplicando las recetas neoliberales, lo único que estarán hacieno será generar para sus ciudadanos una infinidad de problemas. Mi deseo es que todo se resuelva bien y para el bien de todos y que los que rigen los destinos de la humanidad encuentren un sistema mejor que el actual.

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