Translate

Vistas de página en total

lunes, 4 de mayo de 2020

Crónicas pandémicas (Novela por entregas)

   CAPÍTULO I

   Lo que voy a escribir lo haré a la manera de Shostakóvich quien escribió una sinfonía, no recuerdo cual, desde las trincheras durante la batalla de Leningrado. El caso es que el enemigo estaba en el otro lado y no había piano ni escritorio para diseñar y corregir. Por eso la sinfonía tiene errores de todo tipo de técnica musical, pero las emociones fueron captadas al momento y eso es lo que voy a hacer, porque el valor de lo que escriba aquí, a vuela pluma, serán la crudeza de los hechos y la crudeza de las emociones. No tendré mayor tiempo para corregir.
  Este asunto es muy penoso, pues mi país está dividido entre chairos y fifís. Los fifís dicen que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dividido al país entre chairos y fifís y olvidan que ellos acuñaron primero el sobrenombre "chairo" y lo de "fifís" se los aplicaron en reciprocidad. Y la verdad es que es muy bueno el sobrenombre. Lo de chairo quizá viene por la hoz del símbolo comunista, y lo de fifí es más largo de contar. El dato más antiguo lo tengo del cuento Madmoiselle fifí de  Guy de Maupassant, donde un personaje rubio, de talle afeminado y muy agresivo, hace destrozos en la casa de un señor francés adinerado, por puro placer. Quizá es un alarde de machismo para ocultar su afeminamiento. Esto, claro, es una impresión personal. Al leer el cuento de Maupasssant, me imaginé que este personaje era igual al que interpretó James Mangold en El tren de las 3.10, también conocida como "3.10, misión peligrosa" protagonizada por Russell Crowe, pero con uniforme prusiano de fines del siglo XIX, tal vez no tan diferente al atuendo del bandido del lejano oeste americano. También sería como para compararlo con un tití agresivo, un monito verde, probablemente el que mordió al primer portador humano del SIDA (el VIH en otra nomenclatura). Claro está que esto es una teoría, pues también existe la de su creación en un laboratorio de inteligencia militar japonés, durante la Segunda Guerra Mundial. Pero como los japoneses, al igual que los nazis, fueron derrotados por los norteamericanos, tuvieron cosas que no pudieron ocultar. Así, los norteamericanos vieron los experimentos del japonés y dijeron "esto mucho bueno" y se llevaron el experimento a casa, con idea de exterminar negros, latinos y chinos. Los japoneses no, porque tienen diferencias ancestrales con los chinos. Así como el mexicano al gachupín, el polaco al ruso o el fifí al chairo y viceversa. Nunca olvidaré la tesis de Einstein quien dijo que "hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana, y del universo no estoy seguro".
   Claro, dirán Ustedes, tu eres humano y por lo tanto eres estúpido. Sí. Admito mi propia estupidez. Y como verán a lo largo de estas crónicas, una y otra vez cometeré errores. Pero también pienso como Sócrates, quien dijo que "sólo sé que no se nada" (Pero sé más que otros que creen que saben mucho, porque, al menos, yo ya me dí cuenta de que soy pendejo y hay otros que son pendejos, pero se creen muy chingones).
   Los gobiernos fifís dejaron al país hecho una mierda y ahora se la pasan culpando al actual gobierno, haciéndolo responsable de todos los estropicios que hicieron. Y, para colmo, a veces nuestro "cabecita blanca" toma algunas decisiones o dice algunas cosas que les ayuda a su propaganda filonazi. Pues los fifís ¿O debería llamarlos morenazis? saben mucho de las intenciones de AMLO, están dentro de su cabeza, saben que es comunista, masón y satánico al mismo tiempo y no lo dudan ni un instante, porque sus líderes se los han comunicado mil veces al día, siguiendo la norma propagandística de Goebbels. Prefieren darse un balazo en el pie que seguir bajo las órdenes de AMLO. Y, para colmo, el año pasado se vino una puta recesión internacional, que en vez de dejarnos un PIB siquiera del 2%, fue del -.01%. Pero, ahora, con la guerra del petróleo, la crisis provocada por el COVID19 y las cuarentenas resultantes, el crecimiento del PIB promete ser del -6%.
   ¿Cómo llegué y cómo llegamos a esta situación? La verdad es que el sistema neoliberal ya estaba tirando aceite hacia el año 2018 y yo estaba muy encabronado con sus representantes gubernamentales. De modo que puse todo lo que estuvo de mi parte para meterle una zancadilla a ese sistema inequitativo; y, al parecer, no fui el único, porque en las votaciones del 2018 ganamos. Y lo festejé en grande el primero de diciembre de ese año. Yo ya estaba chimuelo, pero perdí un ojo en el proceso. No le hice caso a nuestro cabecita de algodón. No perdoné. Desde entonces mis redes sociales, en especial mi Whatsapp, están llenos de mensajes propagandísticos. La verdad es que ahora sólo me llegan mensajes antiamlo, pues, por parte de los morenistas, sólo recibo una cosa que llamaré "el silencio de los chairos".
   Esta pugna me exasperó a tal grado que decidí hacer el cuento de Ezequiel Matías, el cual pueden ver en este blog, en el siguiente link: https://ecdajedrez.blogspot.com/2017/11/les-comparto-un-cuento-de-mi-autoria.html
   Por otra parte, hacia octubre del 2019 ayudaba a mi esposa a planificar un posible curso de ingreso a la Facultad de Danza, puesto que ella tiene una academia de ballet, donde cada vez que hay una crisis económica sentimos los efectos, pues mucha gente considera que el arte es prescindible. Y, en una crisis, lo primero que piensa la gente es en comer, tener casa y servicios médicos. Después sigue el transporte y ya si sobra dinero se puede dedicar a actividades lúdicas, como es la danza, sin considerar que la danza las puede salvar de la muerte, porque, además de hacerlas felices, las pone a hacer ejercicio. Las hace sanas y bonitas. Pero cada cabeza es un mundo. El caso es que me metí a dotar de una personalidad jurídica a la escuela, para salir del estatus de colectivo independiente, buscar misión, visión, objetivos, justificaciones. Ya saben, resaltar la problemática de que cada vez es más difícil la vida para un joven y por lo tanto darle la correcta preparación, que hay la ausencia de preparación en los niveles iniciales o medios o ésta no es suficiente, etcétera, etcétera. Que el costo de un curso de preparación para ingresar a cualquier universidad del país cuesta alrededor de cinco mil pesos por lo bajito y que debido a la crisis del neoliberalismo está cabrón pagar esa cantidad. Pero claro, echándole la culpa a los que se fueron, no a la 4t, que apenas empieza, pero tiene el sartén por el mango. Todo esto me serviría después para elaborar un proyecto en respuesta a una convocatoria donde la 4t apoyaría a espacios culturales independientes. Interesante. Lo mismo dijeron los blanquiazules un año atrás y a la hora de la hora nos dieron puro chile. Lo peor es que le dieron el apoyo hasta perico de los palotes, menos a nosotros, que tuvimos que apechugar, con todo y nuestros casi 20 años de experiencia, nuestros postgrados y nuestros cursos de actualización. Pero arrieros somos y en el camino andamos. Y el 1 de diciembre de ese año lo celebré en grande. 
   El inicio de la era postneoliberal fue ríspido, pues, con los fifís duro y dale con que AMLO es un gato de Maduro, que es satánico, comunista y masón ¿Realmente se puede ser las tres cosas al mismo tiempo? Como dice el propio AMLO un día lo critican y el otro también. Pero meterte a discutir ahora con los fifís es muy arriesgado: ellos están organizados, no paran. Algunos te tratan como estúpido, otros te lanzan  argumentos muy elaborados,  un día te mandan propaganda inquietante y el otro también, en tanto que los chairos permanecen en silencio ¿De qué se trata? ¿Ya se arrepintieron? ¿O ya me corrieron de su movimiento? Yo solito no me voy a aventar el trompo contra los fifís. El caso es que, contra lo que temía, le dieron el apoyo al espacio cultural de mi mujer y todo parecía que iba como miel sobre hojuelas, hasta que mi nuera china me empezó a decir que comprásemos cubre bocas, alimentos congelados o enlatados y que no saliésemos de casa. Que su familia en China estaba aterrorizada por un nuevo virus, que había brincado de los murciélagos a los humanos y que los científicos no sabían qué hacer con él. Por otro lado, nuestro cabecita de algodón andaba repartiendo besos y abrazos por donde pasaba y los teóricos de la conspiración decían que no era una pandemia, sino una infodemia, cuyo objetivo era sembrar el terror, encerrarnos en nuestras casitas, abandonar nuestros negocios y por consiguiente llevarlos a la quiebra, para que los oscuros pudiesen comprarlos a precio de remate y hacernos sus esclavos. Me llamó la atención que fuesen los oscuros y no los iluminados. Pero, para el caso, es lo mismo.

Si te gusta como escribo y quieres apoyar mi creatividad, conviértete en mi mecenas. Haz click en  este botón, regístrate y selecciona el plan que más convenga a tus intereses: Become a Patron!          

2 comentarios: